Cifra es 5 veces el escenario catastrófico que proyectó López-Gatell; ya suman 300,101; de 46.3% de exceso de mortalidad, 451,864 se relacionan con el virus; expertos ven datos tristes, porque sólo en 9 países han muerto más personas que aquí; hay familias con pérdidas que aún no logran superar duelos; semáforo: 10 estados dan paso atrás; 3 retroceden a naranja, que implica riesgo alto; 7 más vuelven a amarillo; se quedan 19 en verde
El mismo día que el país superó la barrera de las 300 mil muertes por Covid-19, cinco veces el escenario catastrófico que proyectaron las autoridades de salud, 10 estados retrocedieron en el semáforo de riesgo epidemiológico debido al aumento de casos por la ola de contagios que atraviesa el país.
En su Informe Técnico Diario, la Secretaría de Salud (Ssa) reportó que en las últimas 24 horas se registraron 168 defunciones, con lo que el total acumulado desde el inicio de la pandemia es de 300 mil 101 decesos.
Esta cifra quintuplica la proyección que hizo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, quien el 4 de junio de 2020, dijo: “el mínimo era seis mil, otro escenario era ocho mil, otro era 12 mil 500, y teníamos así hasta 28 mil, que se redondea a los 30 mil, incluso un escenario muy catastrófico que pudiera llegar a 60 mil (muertos)”.
Sin embargo, en marzo de 2021 el funcionario aseguró que el “escenario catastrófico” de 60 mil muertes, era una proyección hasta julio de 2020.
Asimismo, la Ssa dio a conocer que en las últimas 24 horas se contabilizaron 28 mil 023 contagios, la segunda cifra más alta de toda la crisis sanitaria. El récord de casos fue el 18 de agosto de 2021, con 28 mil 953 en un día. De esta manera, el acumulado de infectados desde el inicio de la pandemia ascendió a cuatro millones 083 mil 118.
Respecto a los casos positivos, este indicador también presentó un alza de más de 25 mil reportes, al contabilizar 128 mil 929. El martes se tuvieron 61 mil; el miércoles, 80 mil, y el jueves, 103 mil.
En la hospitalización, en el último día se mantuvo sin cambios respecto al día anterior, con 19 por ciento de ocupación de camas generales y 12 por ciento en camas con ventilador mecánico.
Cambian de color
Para la quincena del 10 al 23 de enero de 2022, diez estados retrocedieron en el semáforo de riesgo epidemiológico: siete pasaron de verde a amarillo; dos más, de verde a naranja, y uno, de amarillo a naranja, ante el aumento acelerado de contagios.
De acuerdo con el reporte de la Ssa los estados que retrocedieron de verde a naranja son Baja California Sur y Tamaulipas, mientras que Chihuahua pasó de amarillo a naranja.
Las entidades que también retrocedieron, pero de verde a amarillo, son Coahuila, Colima, Durango, Quintana Roo, Sinaloa, Yucatán y Zacatecas.
De esta manera, 19 entidades permanecerán en verde, 10 en amarillo y tres en naranja. Las que permanecen en amarillo son Aguascalientes, Baja California y Sonora, mientras que en riesgo mínimo continúan Campeche, Chiapas, Ciudad de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Tabasco, Tlaxcala y Veracruz.
Previamente, al dar a conocer que la Ciudad de México continúa en semáforo verde, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reconoció que existe un incremento importante de contagios que no se traducen en hospitalizaciones y fallecimientos, y que, por el momento, no hay casos de alarma en la ciudad, pues si bien hay 102 por ciento de gente inmunizada, es necesario agilizar las dosis de refuerzo.
Según las autoridades, en la Zona Metropolitana del Valle de México hay 755 personas hospitalizadas, y en la ciudad 622. Además, en la última semana se identificaron cinco mil 876 casos positivos; sin embargo, por cada 81 personas positivas, sólo hay un ingreso hospitalario —hasta el momento hay 72 diarios—.
Al dar a conocer que Quintana Roo pasará a semáforo amarillo, el gobernador Carlos Joaquín González aclaró que no habrá cierre de actividades, aunque sí control y reducción de aforos para evitar la propagación del virus.
Medidas de higiene básicas:
Las personas que padecen diabetes, hipertensión, obesidad mórbida, insuficiencia renal, lupus, cáncer, enfermedades cardiacas y respiratorias, así como trasplantes, personas adultas mayores a partir de los 60 años cumplidos, personas embarazadas, deben:
Hacer resguardo familiar en casa
Conservar una sana distancia, cuando menos a 1.5 metros de distancia el uno del otro
Protección y cuidado de las personas adultas mayores, la medida más importante es el aislamiento social voluntario y seguir las recomendaciones de sana distancia y medidas de prevención si se visita a personas adultas mayores
Uso de cubrebocas y lavado frecuente de manos
Ventilación en lugares cerrados
Saludo a distancia, no saludar de beso, de mano o abrazo
Para mayor información sobre la vacunación COVID-19, visita: vacunacovid.gob.mx
Para mayor información acerca de COVID-19 puede consultar la página electrónica de la secretaria de Salud: https://coronavirus.gob.mx/
Interrumpen sesión del Congreso por contagios
La Comisión Permanente del Congreso de la Unión terminó de manera anticipada su primera sesión de 2022, debido al número de contagios de Covid-19 que se presentaron entre legisladores, situación por la que acordó aplazar la agenda política hasta la siguiente semana.
“Por la concentración de gente, reportes positivos de Covid que se han tenido estos días, incluso el día de hoy (ayer), decidimos que los puntos de acuerdo se tratarán el próximo miércoles, iniciando con una ronda de agenda política. El miércoles va a haber discusión, va a ser una sesión intensa, pero ya con las nuevas reglas que nos permiten no tener tanta concentración de gente”, confirmó José Elías Lixa, vicecoordinador del PAN en San Lázaro.
Lixa dijo que la Permanente decidió considerar el cambio a las modalidades presencial, semipresencial y a distancia para las próximas sesiones, con el propósito de evitar nuevos contagios, y afirmó que no sabía el número exacto de legisladores que han dado positivo al virus.
Por otra parte, la Comisión informó que, previo acuerdo con los grupos parlamentarios, la presidencia decidirá si la sesión se llevará a cabo de manera presencial, semipresencial o a distancia. Además planteó que las sesiones inicien a las 11:00 horas y tendrán una duración de hasta cuatro horas, mismas que podrán ser ampliadas para el desahogo de algún asunto en particular.
El dato: El arzobispo primado de México, Carlos Aguiar, exhortó a los sacerdotes a no cerrar las puertas de las iglesias, sino fortalecer las medidas sanitarias ante la nueva ola.
Registra México 46.3% de exceso de mortalidad
En lo que va de la emergencia sanitaria por Covid-19, se ha registrado 46.3 por ciento de exceso de mortalidad, debido a que las autoridades sanitarias en México esperaban un millón 395 mil 650 fallecimientos, pero hasta el momento se han contabilizado dos millones 042 mil 101, lo que significan 646 mil 451 muertes extra.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud (Ssa), del total de muertes excedentes, 451 mil 864 están relacionadas con Covid-19, lo que se traduce en un exceso acumulado de 69.9 por ciento hasta el 13 de diciembre pasado, fecha de su última actualización.
Al respecto, Alejandro Sánchez Flores, investigador del Consorcio Mexicano de Vigilancia Genómica, explicó que en la pandemia se rebasó en 46.3 por ciento la mortandad de las personas, y el único cambio que hubo fue la emergencia sanitaria por Covid-19.
“Este 46.3 por ciento de mortandad es una cuestión inesperada y absurda, ya que no sólo se le debe al virus, aparte de que no pasó de igual manera en el mundo”, dijo.
Precisó que el exceso de mortalidad se debe principalmente a que se saturan los servicios de salud y hubo un mal manejo de la pandemia, además de que las cifras son de las propias autoridades que reconocen el problema.
“Son datos muy tristes porque sólo hay otros nueve países a los que se les murieron más personas, como Rusia, Bosnia, Moldavia, entre otros, y ello fue porque sus sistemas de salud no son tan buenos, pero también son países donde el mensaje de la pandemia fue tan malo como el de México”, aclaró.
Por separado, Malaquías López Cervantes, doctor en Salud Pública de la UNAM, aseguró que el exceso de mortalidad se debe a las decisiones erróneas que ha tomado el Gobierno Federal.
“No debimos nunca llegar a tanto, habría que reconocer que se cometieron errores graves y lo peor es que en medio de todo está la vida de gente, tiene que haber alguna responsabilidad. Lo lamentable es que se traduce en miles de muertes que pudieron ser evitadas.
“El principal error fue renunciar desde el principio a la detección masiva de casos, y dejar que la gente se contagiara, que sólo se atendiera a los que estaban graves, al principio no había suficiente información, pero ahora ya la hay y no han rectificado”, sostuvo.
México alcanzó las 300 mil muertes por Covid-19 y más que un número, esa cifra representa las experiencias de miles de mexicanos que perdieron a seres queridos a causa del virus que sigue azotando al país. La Razón platicó con algunas familias que tuvieron que pasar por esta lamentable situación.
“La tuve que desconectar”.
Después de varios días de padecer Covid-19, Irene Martínez Flores, de 71 años, falleció el sábado 27 de marzo de 2021, luego de que su hijo, Raúl Flores, tomó la decisión más difícil de su vida: desconectar el oxígeno para que no sufriera más.
Luego de casi un año de la pérdida, el hijo se enfrenta a quejas de sus familiares por haberla desconectado, terminar de pagar la deuda de 300 mil pesos que derivaron los tratamientos de su madre, y un proceso de duelo con apoyo de un tanatólogo que le impiden tener cerca objetos de ella, para evitar un daño emocional.
“No nos dimos cuenta que se contagió por segunda vez, pero en esta ocasión la oxigenación le bajó mucho y nos mandó a llamar para pedirnos que no la lleváramos a un hospital, sino que se quería morir en su casa”, explicó Raúl.
A partir de ello, su familia se rompió y no volvió a ser la misma, porque a Irene Martínez le tocaba la vacuna contra el virus una semana después, lo que generó muchas críticas de familiares.
Era doctora y no creía en las vacunas.
América, de 60 años, y Raquel Sosa, de 63, ésta última doctora en una clínica del IMSS del Estado de México, murieron a causa del Covid-19 en un hospital del estado de Puebla.
“Las dos vivían juntas en el Estado de México, nosotros acá en Puebla. En septiembre vinieron a pasar una temporada de vacaciones a nuestra casa. Yo pienso que fue en un paseo que hicimos a un pueblito mágico en donde nos contagiamos, mi esposo, mis dos hijos y ellas dos”, detalló Fabiola González, hija de Raquel.
“Mi mamá comenzó con fiebre y una tos seca que no se le quitaba, por eso decidimos irnos a hacer la prueba. Todos estábamos vacunados, excepto ellas, es lo que más me da impotencia, que mi mamá era doctora y aun así no creía en las vacunas, le insistimos mucho para que se vacunara pero no quiso, decía que estaban hechas de manera muy improvisada”, aseguró.
“Se fue haciendo lo que más le gustaba”.
Sandra Oropeza recuerda a su papá, José Antonio, como un hombre entregado a su profesión y alegre. El médico cirujano de 65 años tenía un consultorio privado en la Ciudad de México, que no cerró hasta que ella y su hermano notaron que se veía mal.
“No me pasó por la cabeza que fuera Covid, todo el tiempo se cuidaba. Lo llevamos al hospital y yo le pregunté a mi papá que qué tenía, pero sólo me dijo que no me preocupara, que aunque no saliéramos de esta, todo iba a estar bien; ahí fue cuando supe que se iba a morir”, contó.
Los doctores les dijeron que les harían la prueba, y advirtieron que si resultaba positivo, tenía muy pocas probabilidades de sobrevivir. Una semana después, el 6 de junio de 2020, falleció por un paro cardiaco derivado de complicaciones por el virus.
“Mi hermano me dijo que mi papá se fue tranquilo. Sus pacientes, por los que tanto luchó y a quienes atendió por años, le llevaron flores a su consultorio. Al principio yo estaba muy enojada porque me preguntaba por qué no dejaba de trabajar, después entendí que la gente de los servicios médicos aman su labor, tienen pasión por la profesión. Mi papá se murió a la raya, porque quiso seguir trabajando hasta el final”, recuerda.
“Era un hombre sano y joven”.
Juan Manuel Negrete Galindo, de 29 años de edad, murió el primer día del 2021, tras pasar 23 días internado en un hospital de la Ciudad de México, esto durante el pico de contagios de enero en la tercera ola del virus.
Su hermana, Kelly, relató que cree que su hermano se contagió porque su esposa era médico residente en un hospital: “Aún desconocemos cómo se agravó tanto, él era muy sano, no fumaba, no tomaba alcohol y además hacía ejercicio. Sus pulmones no aguantaron y falleció de un síndrome de distrés respiratorio agudo”.
Manuel fue ingresado el 8 de diciembre de 2020 al hospital, donde estuvo una semana con mascarilla, pero no fue suficiente, ya que tuvo que ser intubado 15 días.
“Fue difícil encontrar hospital, aunque él tenía seguro de gastos mayores, los hospitales estaban al tope y sólo nos decían que lo pondrían en lista de espera, hasta que una conocida logró que lo aceptaran en uno.
“Ha sido muy complicado el pensar que hubiéramos logrado cuidarlo en casa. Sabíamos que de las personas que entraban a un hospital, ya no volvían a salir. Cuando llegaron las vacunas, nos dolió saber que eso hubiera podido salvar la vida de mi hermano”, dijo.
Dejó de luchar
María Rodríguez, de 55 años, y del Estado de México, era encargada de una estética y a su regreso en 2021, se contagió; a los pocos días falleció por falta de oxígeno.
“Mi mamá estuvo mal y en estado crítico, con oxigenación súper baja y con esos síntomas difíciles por cinco días. Usó concentrador de oxígeno de inmediato, pero no fue suficiente. Cuando parecía que la libraba dejó simplemente de luchar”, narró su hija, Yovana Murillo.
Con tristeza y resignación agregó: “¿Mi sentir? Es de impotencia hasta el momento, porque yo no pude estar con ella los últimos días, pues yo estaba sana y tenía que pensar en mi hija y mi propia salud”.
María Rodríguez falleció en febrero de 2021 y únicamente les entregaron las cenizas, por lo que el duelo persiste a casi un año de la pérdida.