BIEN lo ha dicho AMLO que el oficio político requiere definiciones. Y su gobierno se ha definido claramente en favor de regímenes autoritarios y violadores de derechos humanos. De hecho, hoy México iba a ser uno de los "países hermanos" que convalidarían la enésima toma de posesión de Daniel Ortega en Nicaragua.
SIN EMBARGO, de última hora, anoche el canciller Marcelo Ebrard metió reversa al asunto y la SRE salió con que no se tenía contemplado enviar delegación alguna a Managua. De esa forma desactivó las críticas que se multiplicaban por el hecho de que México se uniera al selecto club de países que aplaudirán a Ortega, como Corea del Norte, Siria y Cuba.
MENOS MAL que al menos en este caso hubo una corrección. El punto es ver si se trata de una mera respuesta a la presión o un auténtico viraje en la política exterior. Porque al viejo estilo de la dictadura perfecta del priismo, la 4T invoca el principio de no intervención, para cerrar los ojos y convalidar lo que pasa en países que considera aliados. A España, por ejemplo, se le exigen disculpas por lo que pasó hace 500 años, pero al régimen cubano no se le incomoda por reprimir manifestantes.
-...-
FINALMENTE alguien se atrevió a poner la ciencia por delante de las encuestas. Fue la morenista Lorena Cuéllar quien dio el paso y ahora en Tlaxcala se exige el certificado de vacunación para poder entrar a tiendas, restaurantes o plazas comerciales.
MUY CUIDADOSAMENTE el Consejo Estatal de Salud evitó hacer obligatoria la vacunación, pero sí impuso nuevas restricciones que incluyen ya no sólo el uso de cubrebocas, sino la presentación del comprobante de que se tiene el esquema completo.
SEGURAMENTE habrá quienes quieran criticar a la gobernadora, pero la realidad es que puso a Tlaxcala al nivel de países que han sabido enfrentar la pandemia, como Canadá, donde se promueve la inmunización, para no paralizar la actividad económica. Habrá que ver si en algún otro estado se animan a seguir su ejemplo.
-...-
ALLÁ en Tamaulipas, Mario Delgado está buscando evitar una fractura en las filas morenistas. Les preocupa la insatisfacción de Maki Ortiz, quien impugnó la postulación de Américo Villarreal, que fue el ganador de las encuestas internas.
EL PROBLEMA es que la ex alcaldesa de Reynosa se veía como la candidata a la gubernatura, luego de que el año pasado los dirigentes de Morena -incluido el propio Andrés Manuel López Obrador- le bajaron el cielo y las estrellas para que dejara el PAN. Se quitó el suéter azul y blanco y se puso la chamarra guinda, pero se quedó con un palmo de narices.
DICEN QUE la ex panista podría dar nuevamente el bandazo y, en venganza, apoyar al abanderado de Movimiento Ciudadano, Arturo Diez Gutiérrez. Habrá que ver si Ortiz se la juega con su nuevo partido o vuelve a cambiar de colores.