NO ESTÁ CLARO si Andrés Manuel López Obrador quiere quedar bien con Venezuela... o si quiere que nos declare la guerra. Y es que resulta incomprensible el nombramiento de Leopoldo "Polo" de Gyves como representante de México ante el gobierno de Nicolás Maduro.
EL OAXAQUEÑO es uno de los caciques políticos de Juchitán. Como jefe de la COCEI, grupo supuestamente de izquierda, pero con fuertes nexos priistas, se caracteriza por crear grandes conflictos para vender caras las soluciones. Lo mismo invade terrenos que bloquea carreteras, o encabeza mototaxis piratas a los que les cobra su respectivo diezmo.
DESDE HACE unos años creó la Red de Usuarios en Resistencia, para no pagar la luz a la CFE... pero sí cobrarles una módica cuota a sus agremiados. Y por lo que se refiere a antecedentes diplomáticos, evidentemente De Gyves no tiene ni uno solo. A ver qué cara pone Nicolás Maduro.
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RESULTA CURIOSA la alianza que claramente han establecido Claudia Sheinbaum y el veracruzano Cuitláhuac García. Hay quienes ven en esto una forma de que la mandataria capitalina pueda placearse fuera de la CDMX, rumbo a 2024. Pero más allá de la autopromoción, quién sabe si a la jefa de Gobierno realmente le convenga que su imagen quede asociada con la de un gobernador reiteradamente señalado por abusos de poder.
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EN ESTOS DÍAS anda circulando entre priistas un libro homenaje por los 100 años de Luis Echeverría Álvarez. El volumen que fue coordinado por Augusto Gómez Villanueva, reúne textos y testimonios de buena parte del jurásico tricolor.
OBVIAMENTE en el libro quienes fueron sus colaboradores y protegidos se desviven en elogios para el ex Presidente. En eso no hay mayor sorpresa. Lo que resulta muuuy interesante es conocer la manera en que el propio Echeverría se veía a sí mismo, como una especie de salvador de la patria.
CREÍA que con su gobierno se recuperaría la fe y la esperanza de los mexicanos (¿les suena?). Se ufanaba de la sobriedad de su vida, de su "discreta sencillez" y de ser un hombre sumamente austero y con firmes convicciones morales (¿ya les suena más?). Era un convencido de la "economía mixta", una manera de llamarle al sistema en que el Estado manda y los sectores productivos se resignan. El libro, más que para entender el pasado, tal vez sirva para comprender el presente. Porque Echeverría nunca habló de encabezar la Cuarta Transformación del país, pero parece que la hubiera inspirado.
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EL MORENISTA Pablo Gómez salió con la idea de que Banamex se convierta en un banco paraestatal, comprado por inversionistas privados y por el gobierno mexicano. ¿Y él es el de la inteligencia financiera? Así estarán los demás.