Quién es quién en dar inútiles “tips”
Como si no tuviera mejores asuntos que atender, el procurador federal del Consumidor, Ricardo Sheffield, presenta cada lunes en la mañanera la sección Quién es quién en los precios, dando cuenta de máximos y mínimos de gasolina, diésel, gas y productos de la cada vez más encarecida canasta básica de los mexicanos.
Ninguno de los datos que ofrece representa una oportunidad práctica para comprar más barato.
Sobre los carburantes fósiles, nos enteramos ayer que, “en promedio”, vendían más caro Akron, Redco y Chevron que Mobil, Exxon, Rendichicas y Orsan.
“Vamos a ver en las nueve regiones, cuál es la que se dio a notar más por el margen”, y le pone algo de jiribilla: Tres pesos con 53 centavos estos angelitos de Chevron, en La Paz, en Baja California Sur, con un precio al público de 22 pesos con 40 centavos, mientras que la más baja es Oktan Service Station, en Mérida, Yucatán, a 19.99 por litro, con un margen de 22 centavos…”.
¿De qué sirve tal información (y menos si se tiene que cruzar el país en su parte más larga)?
“En la Premium el margen más alto: Valero, en San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, con un precio de 24 pesos 81 centavos por litro. Estos sí se pasaron de rosca con cuatro pesos 74 centavos de margen, no le perderán” (pues de mensos, cabe comentar).
¿A quién le será útil enterarse de que “Franquicia Pemex es el más alto en Pueblo Nuevo, Durango: 23 pesos 78 centavos por litro para el diésel y un margen de tres pesos 60 centavos, comparado con el margen de 25 centavos de Servifácil en Berriozábal, Chiapas, con un precio al público de 21 pesos con 82 centavos por litro”?
Nadie creerá la mentira de que “esta semana solo encontramos una gasolinera que no estaba dando litros completos, afortunadamente es solo una” (y no dijo cuál ni dónde, aunque sí que “en eso estamos trabajando en equipo, para evitar que no se den litros completos…”).
¡Ah!, y “seguimos revisando que no cobren los baños…”.
En lo que no se mide el funcionario es cuando habla de alimentos porque la canasta básica cuesta más en Soriana Súper, de Iztapalapa: “992 pesos con 35 centavos, mientras que en la Central de Abastos (de la misma demarcación) 724 pesos con 75 centavos. Walmart Express en las Américas, Morelia, 991 pesos con 95 centavos pero en la Central de Abastos de Guadalajara, Jalisco, 897 pesos con 68 centavos. Walmart Tijuana tiene el paquete en mil seis pesos con 30 centavos, cuando en la zona norte la mejor opción es la Central de Abastos de Monterrey, Nuevo León, que se ha mantenido en 713 pesos con 78 centavos”.
¿Cuál de las incontables diferencias entre los supermercados neoliberales y clasemedieros y las mayoristas centrales donde se abastecen todos los comerciantes de alimentos al menudeo no distingue el susodicho procurador?
Pero que los consumidores no se asusten ante la extraordinaria inflación:
“Si bien es cierto que ha subido el limón, también es cierto que ha bajado el chile serrano y ha bajado el jitomate saladet…”.
Qué manera de perder el tiempo.