Tropezó Claudia con Cuitláhuac
Atinada en su estrategia de buscar alianzas de las que carece por tener una formación de gabinete, la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum, arriesga su imagen en la táctica de comenzar ligándose al impresentable mandatario de Veracruz, Cuitláhuac García.
De no ser la ilusión de que el peor y más pedestre de los mandamases federativos le opere la probable elección en 2024, es incomprensible que le prodigara palabras impronunciables en una presidenciable ilustrada, informada y eficiente:
“Cuitláhuac representa hoy en el estado de Veracruz la integridad. Él viene luchando desde hace muchos años, fue también víctima del fraude electoral, y todos esos años de lucha se expresan en esta construcción de un Veracruz más justo, que es lo que vemos todos los días y lo que ven los habitantes de Veracruz. Nos une la lucha por la democracia, por la justicia, por la igualdad (…). Venimos colaborando en muchos temas, desde el primer día en que él fue gobernador y yo jefa de Gobierno…”.
¿De veras?
Haya sido su idea o se la hayan sugerido, su espaldarazo es copia de los que al vulgar sujeto suele prodigarle Andrés Manuel López Obrador, de modo que se antoja una innecesaria petición de apoyo a la hora de la sucesión: Veracruz es la tercera entidad con mayor padrón electoral del país: 3.7 por ciento. La segunda es CdMx: 5.6 por ciento. El Edomex es el primero con 6.6 por ciento y, aunque hoy lo gobierna el priista Alfredo del Mazo, las cosas pueden cambiar en 2023 y tener allí a la delincuente electoral Delfina Gómez o algún otro correligionario.
Apapachado por AMLO como ningún otro gobernador, el aludido ensucia la percepción pública de Sheinbaum porque hace precisamente lo contrario de lo que ella dice de él.
Le dedica inmerecidos elogios cuando el individuo está expuesto a la vergüenza pública y capotea uno de los más bochornosos momentos de su gestión debido a los homicidios múltiples y recurrentes en el estado que mal gobierna, así como su abuso de autoridad con la detención de civiles inocentes y la persecución y encarcelamiento de opositores.
(Tan malo es como gobernador morenista que cuenta como “logro” de la 4T el uso gratuito de excusados en las gasolineras).
Sheinbaum parece ignorar que uno de quienes mejor han dejado en evidencia a su chabacano nuevo “aliado” es quien será su más feroz adversario en 2024, el senador Ricardo Monreal, mucho más fogueado en la detección y mantenimiento de relaciones con actores políticos relevantes.
La señora, por el contrario, ha tenido escasa exposición y es flaca su capacidad de liderazgo (en el gobierno capitalino de López Obrador se chismeaba sobre su nulo roce con sus compañeros de gabinete).
Fue hasta que López Obrador empezó a integrarla a sus giras y a promoverla en actos con gobernadores, diputados, senadores y activistas cuando Claudia tomó conciencia de lo importante que son las alianzas políticas pero, al decidirse por fin, ha dado un primer pero poco estético paso…
Carlos Marín