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EN TERCERA PERSONA

Un nuevo capítulo en la narcopolítica

Un convoy formado por al menos una decena de vehículos recorría de noche los límites de dos municipios morelenses: Tetecala y Mazatepec. Las unidades avanzaban con los códigos encendidos. Narcorridos sonaban a todo lo alto en las bocinas.

“¡Pura gente del Señorón!”, gritaban los hombres encapuchados que viajaban en los vehículos, exhibiendo armas largas, mientras una cámara de video los grababa.

Entre 2018 y 2019 cayeron en Tetecala varios líderes y operadores del grupo de Los Rojos, entre ellos dos sujetos apodados El Mocho y El Primo.

Tetecala era, con Amacuzac, Puente de Ixtla y Acatlán, uno de los municipios en donde el principal cabecilla de esta organización, Santiago Mazari Miranda, El Carrete, había sentado sus reales.

Desde ahí operaba secuestros, ejecuciones, narcomenudeo, cobro de piso y extorsión.

Pero El Carrete fue detenido por fuerzas federales en agosto de 2019 y su hermano, Alejandro Mazari, fue asesinado en San Gabriel de las Palmas exactamente dos años más tarde.

Para entonces, narcomantas y cartulinas abandonadas junto a cuerpos mutilados revelaban que Francisco Javier Rodríguez Hernández, alias El XL o El Señorón, encabezaba al nuevo grupo criminal predominante en la zona (al que le llaman también el de Los Colombianos, pues opera en combinación con células de “goteros”): un grupo en abierta confrontación con La Familia Michoacana y Guerreros Unidos, entre otras organizaciones delincuenciales.

Tetecala forma parte del corredor de sangre y fuego que conecta con la ingobernable jungla criminal del estado de Guerrero. Fue ahí donde el lunes pasado vecinos descubrieron un cadáver, con la mitad del cuerpo metido en una bolsa, y con un tiro en la cabeza, que durante la madrugada había sido abandonado a unos pasos de la casa de la diputada local de Moviminento Ciudadano, y dos veces alcaldesa de Tetecala, Luz Dary Quevedo Camacho.

“Aquí tienes tu regalo Luz Dary. Por no respetar los acuerdos”, decía el mensaje.

La nota apareció en un contexto enturbiado por la guerra mediática que, al lado de la guerra criminal, están llevando a cabo los grupos políticos de Morelos.

Presidenta municipal de Tetecala entre 2016 y 2021 –en los años del declinaminento de Los Rojos y de la entrada de grupos como el que dirige El Señorón–, la hoy diputada Luz Dary Quevedo es uno de los personajes que apareció retratado al lado de Esther Yadira Huitrón, alias La Jefa, detenida en Oaxtepec a finales del año pasado.

De acuerdo con autoridades federales, La Jefa está acusada de operar entre la clase política morelense en beneficio de Guerreros Unidos y el Cártel Jalisco Nueva Generación, un grupo criminal que ha ingresado en el estado a través de alianzas con organizaciones regionales.

En el teléfono asegurado por fuerzas federales, y en las imágenes que publicaba en sus redes Esther Yadira Huitrón –hermana de la presidenta estatal del Partido Redes Sociales Progresistas–, apareció varias veces la diputada Quevedo Camacho.

Esther Yadira y la legisladora posaban sonrientes en fiestas, reuniones y actos políticos. “En Morelos, toda la clase política se conoce, y a mí me habían invitado a formar parte de Redes Sociales Progresistas, oferta que decliné”, se ha justificado esta última.

Del mismo teléfono en donde se hallaron las fotos de ambas procedieron, según fuentes de inteligencia, las imágenes explosivas en las que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, aparece al lado de tres de los criminales más buscados en el estado: los líderes de Guerreros Unidos, el Comando Tlahuica y el Cártel Jalisco Nueva Generación.

Quevedo Camacho forma parte del G-11, un grupo de legisladores que varias veces se ha enfrentado con el gobernador Blanco, y que el 13 de enero pasado recurrió a la Fiscalía General de la República, a la Fiscalía de Morelos así como a la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción, para exigir que el mandatario sea investigado por presuntos nexos con la delincuencia organizada.

Quevedo Camacho forma parte, a su vez, del grupo de presuntos “narcopolíticos” al que Blanco denunció el pasado 17 de enero ante la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada.

A todo esto ha seguido una guerra de narcomantas, e incluso el asesinato del presidente municipal de Xoxocotla, Benjamín López Palacios.

Ahora, Luz Dary Quevedo ha interpuesto una nueva denuncia contra quien resulte responsable del asesinato del desconocido arrojado prácticamente contra su puerta: un nuevo capítulo en la guerra criminal y en la guerra política que desde hace tres meses no deja de escalar en el estado.

Ámbito: 
Nacional