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ESTRATEGIAS

El nerviosismo de los candidateables

Aunque se molesten los seguidores de Rabindranath Salazar Solorio y Ángel García Yañez –declarados aspirantes al gobierno de Morelos- la realidad es que es muy posible que la competencia por la primera magistratura en el 2024 sea entre mujeres, y desde ahora den por hecho que estarán en las boletas Margarita González Saravia, Lucía Meza Guzmán, Tania Valentina Rodríguez, Jessica Ortega de la Cruz y Mirna Zavala, entre otras.

Y es que el tema de la equidad de género obligaría a los partidos políticos a presentar candidatas mujeres en algunas de las gubernaturas que estarán en juego para el 2024, y dada la poca importancia que tradicionalmente le han dado a Morelos, es altamente probable que –como siempre- usen a nuestro estado como “moneda de cambio” o para cumplir con ese requisito.

En diversas ocasiones hemos asentado nuestro punto de vista personal en torno a ese tema: los partidos políticos tienen el derecho a postular como candidatas o candidatos a sus mejores elementos, no importa su preferencia sexual o género. Estamos en contra de que sea obligatorio incluir en las listas a mujeres, a indígenas y a homosexuales, pues eso ha tenido como consecuencia casos tan lamentables como el del “indígena” blanquito y de casi dos metros que postuló el PAN para la diputación federal, o la “indígena” con implantes del Partido Nueva Alianza que afortunadamente no llegó al Congreso Local.

Las mujeres triunfadoras y capaces no necesitan ayuda, ellas han sabido abrirse camino en una sociedad que alguna vez estuvo dominada por hombres. No estamos de acuerdo en una equidad simulada en la que los hombres manden a sus esposas o hijas a ocupar los cargos pero que sean ellos los que muevan los hilos.

Tampoco concebimos cargos en automático para personas de grupos vulnerables. Hemos llegado al colmo de ver cómo un pobre señor de la tercera edad es llevado en silla de ruedas a las sesiones del Congreso local, y sus sobrinos no tienen empacho en decir que “cualquier cosa del diputado Yáñez, con nosotros”.

Pero volviendo al tema de las candidaturas del 2024, ya hemos visto que el senador Ángel García Yáñez está en campaña desde hace un par de años y su estrategia de llevar jaripeos a los pueblos le ha funcionado. Sin embargo, el tema de su “colaboradora” Rosario Herrera le afectó mediáticamente y podría
traerle varias sorpresas en el tiempo que le queda como senador.

Rabindranath Salazar, ya lo hemos dicho, es el hombre más cercano a Andrés Manuel López Obrador y tiene la ventaja de que “se sacrificó” en el 2018. Como quien dice, “ya le toca”, y tomando en cuenta que en el 2024 todavía el presidente tendrá mucha fuerza, quien resulte candidato de Morena puede considerarse ya gobernador o gobernadora.

A José Luis Urióstegui no lo incluimos en la lista porque él nunca ha admitido que quiere ser candidato al gobierno en las próximas elecciones. El hoy alcalde dice que se ha preparado toda su vida para desempeñar este cargo. ¿Se irá entonces a los dos años y tres meses en pos de la gubernatura, o buscará quedarse tres años más para terminar el proyecto que nos prometió a los cuernavaquenses? Para Urióstegui el 2024 está demasiado cerca, y el 2030 le queda demasiado lejos.

El problema para los panistas que llevaron a Urióstegui a la presidencia municipal es que él representa su única carta fuerte para el 2024, y que si la dirigencia nacional les ordenara mandar a una mujer tendrían que postular a Andy Gordillo.

La situación es diferente para el partido Movimiento Ciudadano, que han ido haciendo crecer la figura de Jessica Ortega de la Cruz, hoy diputada federal por ese partido que a nivel nacional tiene a Luis Donaldo Colosio Riojas como su carta fuerte (y a Samuel García y Roberto Palazuelos como lastres).

En el caso del Partido del Trabajo, que tiene una ideología muy afín a los morenistas, a nivel nacional con Alberto Anaya se mantiene unido a la cuarta transformación, y en Morelos ha hecho un buen papel aunque haya tenido que “recoger cascajo” en las pasadas elecciones.

La dirigente estatal, Tania Valentina Rodríguez, logró amarrar la diputación plurinominal para un segundo periodo y su imagen es, por mucho, mejor que la de Ariadna Barrera, -quien también repitió-.
Si analizamos su trabajo, nos daremos cuenta que mientras los demás diputados se enfrascan en pugnas estériles que ya llegaron ante la Suprema Corte de Justicia, Tania Valentina se reúne con maestros de Bachilleres, con transportistas de la zona sur, aporta iniciativas de ley, organiza foros con miras al Parlamento de Mujeres y prepara una carrera atlética en Jojutla para el seis de marzo.

En el caso de Mirna Zavala Zúñiga es innegable que la están preparando para un cargo de mayor envergadura.
Su cambio de imagen, sus giras constantes y todo el equipo que está atrás de ella dejan entrever que la ex presidenta del IMIPE busca una diputación federal, la alcaldía o –si se dan las condiciones- de una vez la gubernatura.

En una de esas, hasta la magistrada Nadia Luz María Lara Chávez se contrata como candidata a la gubernatura por algún partido, para aprovechar la experiencia adquirida en 2018 y en el 2021. Se dice que antes llega a la Consejería Jurídica de Cuernavaca, en una de las decisiones más inexplicables y extrañas del actual gobierno capitalino, pues ya en este mes deja la magistratura del Tribunal Superior de Justicia.

¿En qué momento se negoció su inclusión y con quién? Algún día lo sabremos.

Esas son las mujeres que podrían estar incluidas en la boleta electoral del 2024, aunque todavía falta
mucho tiempo y podrían pasar muchas cosas.

No obstante, lleva la delantera Margarita González Sarabia, activista, empresaria, compañera de lucha de Andrés Manuel López Obrador cuando nadie daba un peso por él, hoy flamante directora de la Lotería Nacional y quien recientemente estuvo en Cuernavaca para celebrar el cumpleaños de su amiga Meggie Salgado. Si el presidente decide que en Morelos haya candidata mujer esa será Margarita, con muchas posibilidades de ganar.

No obstante, habrá que estar preparados porque Lucía Meza Guzmán, perredista y graquista, hoy senadora por Morena pero también operadora de Pedro Haces y su intento de partido Fuerza por México, seguramente va a manotear y patalear exigiendo un cargo para ella y su gente, después de que su ex chofer, Jesús Corona, perdió la reelección en el Ayuntamiento de Cuautla, que le servía como caja chica.
HASTA EL LUNES.
Jesús
Castillo
jescas70@hotmail.com

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