La economía nacional está condenada a crecer menos de 2% en los siguientes años por la falta de inversión, opinaron analistas.
Considerada fundamental para el crecimiento económico y el bienestar social de cualquier nación, la inversión mostraba una tendencia decreciente en México desde antes de pandemia, lo que limita actualmente la capacidad de recuperación y, por eso, el Producto Interno Bruto (PIB) nacional está entre los más rezagados del mundo.
La inversión fija bruta disminuyó 0.1% en noviembre frente a octubre de 2021, siendo su tercer mes seguido a la baja al restar la inflación, reveló ayer el Inegi.
Leer también: El rezago mexicano
Se trata de la racha negativa más prolongada desde el periodo de febrero a mayo de 2020, cuando la economía tocó fondo por el gran confinamiento.
Tras sufrir su peor año en 2020, la inversión fija reportó en 2021 el segundo menor registro desde 2010 y está lejos del nivel alcanzado en 2019 y 2018.
“El problema de la inversión viene desde atrás, pues si eliminamos el choque del Covid-19 en 2020 y luego el rebote de 2021, lo que se observa es que la inversión trae una tendencia a baja muy clara”, explicó Adrián Muñiz, analista económico de Vector Casa de Bolsa.
“El crecimiento potencial del país debe estar más o menos por 2%, y probablemente tras el choque del Covid baje más. Entonces, creo que esto es un indicativo inequívoco que el crecimiento de largo y mediano plazo va a estar en el mejor de los casos en 2%”, dijo Muñiz.
Las implicaciones de la paralización de la inversión para la perspectiva económica son muy severas. En principio, porque buena parte del rezago de casi cuatro puntos porcentuales que mantiene el PIB frente a sus niveles precrisis, proviene del rezago de la inversión, dijo Daniel Arias, analista de Monex.
“Considerando el crecimiento promedio de los últimos 10 años, la recuperación de la inversión puede tomar otros 10 años, lo que limita la posibilidad de crecer”, agregó el experto.
Construcción
La industria de la construcción muestra la mayor caída en inversión, tras disminuir 0.7% en noviembre pasado debido al encarecimiento de materias primas como el acero, cemento y arena, que afecta la ganancia de los proyectos actuales o planeados.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) dio a conocer que 2 mil 500 empresas de la constructoras dejaron de operar desde marzo de 2020 a la fecha, tras el cese de operaciones por la pandemia, la menor inversión pública y privada en infraestructura, y el otorgamiento de obras del gobierno al Ejército.
Leer también: Inflación se come el ahorro de mexicanos
Por otro lado, la inversión en maquinaria y equipo de origen nacional cayó 5.9% en noviembre, con una contracción de 8.8% en el equipo de transporte y fue su peor retroceso desde abril de 2020. Esto se explica por la falta de inventario, el incremento de costos y la escasez de semiconductores.
Obstáculos
Los factores que limita la inversión en México son variados.
“Me temo que el riesgo que el TLCAN pudiera desintegrarse con el gobierno de Donald Trump en Estados Unidos, jugó un papel”, comentó Julio Santaella, expresidente del Inegi.
Parte de la desaceleración de la inversión previa al Covid se debió a que las tasas de interés tuvieron un ciclo de alzas, situación que se mantiene ahora que Banxico está subiéndolas.
La inversión ha sido impactada por el cambio de reglas que ha habido en algunos sectores como el energético y el debate que se está dando en el sector.
“Todo esto le pegan a la certidumbre e inhibe la inversión. Adicionalmente está la falta de dinamismo de la inversión pública. Hacia adelante, vamos a seguir viendo una disminución de la inversión”, dijo Muñiz.