La burrada de la alcaldesa
Cada año las vueltas son más rápidas, pero más intensas y más acompañadas.
Florestán
El viernes al mediodía, en una acción criminal, militantes de la normal de Ayotzinapa lanzaron un tráiler sin chofer contra una valla de agentes de la Guardia Nacional que trataban de impedir lo de siempre: que tomaran las casetas de peaje de Palo Blanco, en Chilpancingo, Guerrero, para cobrar cien pesos a cada automovilista, como hacen desde hace años.
Ese día inició el puente constitucional y los gobiernos federal y de Guerrero tomaron la decisión de impedirlo, lo que nunca previeron los normalistas, que al llegar encontraron la formación de la Guardia Nacional y de la Policía Antimotines del estado, a los que como siempre agredieron con piedras, botellas y petardos hasta que alguno más exaltado aún bajó al chofer de un tráiler, se subió, lo puso en velocidad, lo enfiló hacia la valla y saltó.
Los agentes obviamente se abrieron y el tráiler, como lanzadera mortal, siguió de frente. No sé cómo cruzó el estrecho paso de la caseta con todo y caja hasta que se estrelló con una caseta de información, a un lado de los puestos de comida que ya habían evacuado.
De no haber sido así, estaríamos hablando de una tragedia.
Por eso es inaceptable la burrada que la alcaldesa de Acapulco, Abelina López, salió a declarar: no se puede castigar a nadie porque el tráiler circulaba solo, lo que es una aberración jurídica, y que la violencia de los manifestantes se debe a que son de Guerrero.
Aquí es cuando la ideología patea a la inteligencia y al sentido común, buscando agraciar al poder, además, sin éxito. López Obrador lo condenó.
RETALES
1. MENSAJE. El que el Presidente no haya saludado a Lorenzo Córdova el sábado en el teatro de la Corregidora, más que una falta de urbanidad política es un mensaje, no lo puede ni ver y, como dijo, que es tiempo de definiciones, se definió. Y no me digan que no lo vio, porque eso hubiera sido un error y a esos niveles, no los comete. Va por el INE y el Tribunal;
2. KEN. Muchas gracias, Ken, celebró López Obrador al embajador de Estados Unidos que festejó su reforma eléctrica, metiéndose en un conflicto innecesario, pues igual la oposición no lo pasa. Pero contraría el mensaje que dejó la secretaria de Energía, Jennifer Granholm, en su visita de enero pasado. Luego, el embajador tuvo que salir a matizar: ver por las empresas de EU es mi prioridad. Y es que también es un bisoño en eso de la diplomacia. Ahora sí que, de nada, Ken; y
3. REALIDAD. Pues dice el aspirante a un premio del mundo mundial, Hugo López-Gatell, que no, que no hace falta, pero por si no lo sabe, o si lo sabe no le importa o si le importa lo desconoce, que en la pandemia han muerto mil 57 menores de 18 años, de esos que, asegura, no necesitan la vacuna. Si un niño es una tragedia, más de mil son más de miles de tragedias. Algún día, insisto.
Nos vemos mañana, pero en privado
Joaquín López-Dóriga
@lopezdoriga
lopezdoriga.com