Incognitapro

TEMPLO MAYOR

EL PRESIDENTE anda enojado y no lo puede disimular. El escándalo en torno a su hijo mayor le pegó en donde más le duele: en el resobado discurso de la honestidad y la austeridad. El problema para el mandatario es que para defenderse tiene sólo su palabra... y no le está alcanzando para salir del atolladero.

EN EL PECADO lleva la penitencia, pues al usar y abusar de la palabra tooodos los días, él mismo terminó devaluándola. A eso hay que sumarle que la realidad no concuerda con lo que dice el propio Andrés Manuel López Obrador. Por ejemplo, hace unos días insistió que sus hijos no tienen ninguna injerencia en su gobierno; y que para ellos no hay amiguismo ni influyentismo. ¡Ajá!

QUIENES conocen realmente cómo se operan las cosas en Palacio Nacional cuentan que otro de sus hijos, Andrés López Beltrán, es quien jala las cuerdas tras el telón de la 4T. Prueba de ello, dicen, es que varios de los recientes nombramientos en Hacienda y en embajadas pasaron directamente por sus manos, para luego recibir solamente el visto bueno de su padre. Y si no lo creen, pregúntenle a cualquiera en el gobierno federal si se atreverían a decirle que no a "Andy". Pero, ¡shhh!, el poder del hijo es secreto.

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EL COLECTIVO Democracia Deliberada se define como una corriente política en busca de la izquierda perdida. Sin embargo, algunos de sus integrantes parece que la encontraron en las purgas del viejo estalinismo. Y todo por defender a José Merino.

UNO DE sus miembros, Pablo Hernández, pidió a la coordinación del grupo la expulsión de Raúl Zepeda, Luis Ángel Monroy y Diego Castañeda. ¿Su delito? Haberse atrevido a criticar en redes sociales a Merino por su participación en el polémico asunto de la entrega de ivermectina a pacientes de Covid-19 sin respetar sus derechos humanos.

SE SUPONE que Democracia Deliberada pretende ser un think tank, un espacio de reflexión, análisis y propuestas. Y aunque la expulsión fue denegada, ya se vio que para algunos de sus integrantes las opiniones críticas merecen una purga... o al menos una desparasitada.

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POR si se lo perdió, en el largo fin de semana quien se llevó los reflectores (pero no los aplausos) fue la alcaldesa de Acapulco, Abelina López Rodríguez.

Y es que al justificar la violencia de los normalistas de Ayotzinapa que lanzaron ¡un tráiler! contra la Guardia Nacional, la morenista dijo que no se les podían fincar cargos porque el tractocamión iba solo, es decir, sin tripulantes. Este tráiler no lo tiene ni Tesla.

¡Llora de envidia, Elon Musk!

Ámbito: 
Nacional