Carácter para gobernar
El alcalde es un buen hombre, pero eso no es suficiente para sacar adelante a la capital.
José Luis Urióstegui Salgado es un hombre decente, bueno en toda la extensión de la palabra y profesionalmente confiable; no es político, aunque así lo crea, la alcaldía representa su primera experiencia en un cargo de elección popular y es sin duda el reto mas importante que ha experimentado en términos de administración pública. Gobernar la capital de Morelos no es tarea fácil, ha sido complicado para todos los presidentes municipales y con el abogado no será la excepción. Para sacar a Cuernavaca del hoyo en el que se encuentra hay que actuar con carácter.
A mes y medio de iniciada la nueva administración no se ven cambios sustantivos en la ciudad, si acaso chispazos que provocan simpatía, como el remozamiento de alguna fuente. En lo demás las cosas siguen igual de mal que antes: la seguridad no ha mejorado, los hechos de violencia siguen latentes y la delincuencia opera a sus anchas en todos lados y a todas horas sin que la policía aparezca.
En lo referente a servicios públicos la situación se repite: salvo el bacheo en algunas calles, en general la infraestructura urbana continúa deteriorada y aún no empieza el prometido rescate de las vialidades que se convertirían en espacios seguros para los ciudadanos. Las luces de la ciudad también se están apagando: las noches son cada vez más oscuras en todo el municipio debido a que un número importante de luminarias ha dejado de funcionar por falta de energía eléctrica o porque se descompusieron y nadie las arregla.
La recolección de basura fue el único trabajo rescatable de la administración anterior y sigue siendo bueno en el gobierno actual, pero dada la enorme problemática que se vive en la ciudad de la eterna primavera mantener las calles limpias no es suficiente. El mantenimiento de las distintas vialidades y la infraestructura pública tampoco ha mejorado: los camellones lucen descuidados, la poda y riego de las plantas no se hace y tampoco se han balizado las calles y avenidas. Aún no se nota que haya cambiado la administración de la ciudad.
Luego viene el grave, gravísimo problema de suministro de agua y ahí la situación se torna peligrosa porque el sistema administrador opera con un déficit enorme y una nómina sumamente abultada que consume sus ingresos; amen de ello está el multimillonario desfalco que las propias autoridades del Sapac han denunciado y la deuda que mes con mes se acumula e impide que se pueda negociar con la CFE.
Estos son solo los problemas operativos a la vista, los que no requieren mayor investigación porque son de conocimiento público. A la par de lo anterior están asuntos igual de delicados como las demandas laborales y los múltiples juicios mercantiles que hay interpuestos contra la comuna por cientos de personas que fueron despedidas sin liquidar o empresas que prestaron un servicio y no les pagaron; en un apartado distinto, pero igual de trascendente están el desfalco a las arcas municipales, los actos de corrupción, los fraudes, los aviadores, el desvío de recursos públicos y los contratos simulados de los cuales el régimen actual no quiere hablar porque, parece, existe un pacto de impunidad con el gobierno pasado.
Cuernavaca es una ciudad en decadencia por el terrible desempeño de los últimos gobiernos que ha tenido; a pesar de ser un lugar maravilloso por su clima y su gente, atractivo por su cercanía con la capital del país, su conectividad y los múltiples atractivos turísticos y culturales, ha perdido brillo debido a sus malos servicios, el descuido de su infraestructura y la galopante inseguridad. Es evidente que a pesar de su importancia la capital de Morelos ha quedado al margen del desarrollo nacional y se encuentra muy por debajo de metrópolis con menos atributos y bondades.
La ciudad de la eterna primavera tiene un presupuesto anual superior a los 1 mil 400 millones de pesos que en su mayoría se van en gasto corriente porque los gobiernos pasados incrementaron la deuda pública y abultaron de manera ofensiva la burocracia; el resultado es lógico: la solvencia financiera del municipio es limitada y los recursos que se destinan a la inversión pública son muy pocos, insuficientes en muchos casos hasta para la operación, como sucede en el Sapac.
Las but nos least: políticamente hablando Cuernavaca es una ciudad cosmopolita en donde social y políticamente coinciden muchas corrientes de opinión y pensamiento, es una entidad sumamente politizada con una población muy bien informada y participativa que, además, está molesta con sus autoridades porque los últimos gobiernos han hecho del ayuntamiento un negocio personal a costa de la calidad de vida de la gente. Desde un punto de vista electoral el municipio es una plataforma política muy importante y el alcalde se considera un candidato natural, en este caso a la reelección o a la gubernatura. Sus adversarios políticos apostarán porque le vaya mal.
Con tantos aspectos involucrados en un mismo punto resulta incomprensible que el presidente municipal se mueva con tanta calma como lo ha hecho hasta ahora. Son tantos los problemas acumulados y es tan grave lo ocurrido en el pasado reciente que la prudencia del alcalde muy pronto comenzará a entenderse de otra manera y eso desde ningún ángulo favorecerá al gobierno municipal.
El tiempo pronto dejará de ser un aliado del gobierno de Urióstegui porque la situación de la ciudad es muy grave y la falta de servicios básicos, como el agua, provocará que la gente se desespere. Ante ello el jefe de gobierno necesita actuar rápido no solo en la solución de problemas de fondo, también debe hacer notar que la nueva administración es diferente, más eficiente, sensible y distinta a la anterior.
Para ello el alcalde necesita que su equipo se ponga a trabajar y comience a dar resultados con los elementos que tienen a la mano, es fundamental que el ayuntamiento inicie las denuncias correspondientes en contra de funcionarios anteriores que visiblemente cometieron actos de corrupción y también se necesita que la inexistente oficina de comunicación social del municipio capitalino informe algo, porque eso determinará si la percepción pública será aliada o enemiga del ayuntamiento.
Una ciudad tan compleja como Cuernavaca que vive un momento tan crítico como el actual requiere de un líder que vaya más allá de lo normal; no se trata de ninguna manera de cambiar la personalidad de un hombre decente que se ha ganado a pulso el respeto de muchos, pero sí es indispensable que el nuevo jefe de gobierno se note, que se ensucie las manos trabajando, que haga funcionar de manera correcta a su gabinete y que no pierda tiempo como lo está haciendo. Fundamental: se tiene que ver que el que manda es José Luis Urióstegui y no los hermanos Martínez Terrazas.
Cuando la prudencia se excede, la P se vuelve altisonante.
posdata
El sindicato de trabajadores administrativos de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos estalló la huelga, no aceptaron el 3.5 de aumento salarial ofrecido por la rectoría y determinaron cerrar las instalaciones de nuestra máxima casa de estudios.
Con esta decisión los alumnos que recién habían regresado a las aulas volverán al sistema virtual, si es que sus profesores así lo determinan. Aunque la educación a distancia ha operado a lo largo de la pandemia, los efectos de estar fuera del salón de clases, dicho por especialistas, han provocado efectos muy severos en los estudiantes y retrasado sensiblemente el aprendizaje en todos los niveles.
La petición de mejora salarial de los trabajadores administrativos de la UAEM es comprensible, pero no al nivel que pretende su sindicato; la Universidad de Morelos igual que la mayoría de las instituciones públicas y privadas de México enfrentan una enorme presión financiera derivada de la deteriorada economía nacional. Pedir más de lo racional sin tomar en cuenta la precariedad en la que se encuentra la UAEM además de inviable es egoísta y poco solidario con la comunidad universitaria.
La nueva dirigencia sindical reclama más prestaciones y beneficios a la UAEM, exige más dinero para sus agremiados, pero pasa por alto que los últimos dos años la labor de todos los trabajadores ha sido mucho menor a lo habitual derivado de la pandemia. En castellano: se trabajó poco sin que esa reducción en las labores se reflejara en el salario.
Una vez estallada la huelga habrá que esperar a las decisiones que tome la rectoría y la postura que asuma el cuerpo académico. Las banderas rojinegras han sido colgadas y la operación en la mayoría de las instalaciones universitarias quedó suspendida de manera indefinida.
Este primer asalto lo gana el sindicato y quienes pierden son los estudiantes.
nota
Por primera vez desde que se pelearon en diciembre los diputados del congreso de Morelos volvieron a estar juntos en torno a una mesa de trabajo. El mensaje que transmitió este encuentro es de voluntad, aunque hasta ahora no existen acuerdos para destrabar la parálisis legislativa.
En la agenda parlamentaria hay muchos temas pendientes, la mayoría de ellos heredados de legislaturas anteriores, pero otros que ya corresponden al congreso actual; uno de ellos por demás importante es la aprobación de las leyes de ingresos municipales, cuyo plazo vence el último día de este mes de febrero.
Todo lo que los legisladores digan en torno a la situación que prevalece en la cámara de diputados sale sobrando si no se ponen a trabajar y avanzan en los asuntos pendientes; ningún argumento será válido si no lleva implícito una acción concreta que ayude a que la situación se resuelva y las cosas vuelvan a la normalidad.
Lo que pasa en el congreso local es llamativo porque no tiene precedente, porque a pesar de que todo el tiempo vemos conflictos parlamentarios nunca había sucedido algo como lo que ahora está pasando. El tiempo en que explotó el conflicto es clave: los representantes populares se pelearon muy temprano, se entramparon en una lucha de poder que inicialmente se justificó como una defensa del pueblo y al final ha quedado expuesta como una vulgar revancha personal.
En esta historia no hay buenos ni tampoco ganadores, se trata de una comedia de equivocaciones en donde todos los legisladores están perdiendo y el estado se atora debido a esta lamentable situación.
Veamos la situación en dos hechos tangibles: si el congreso hubiera aprobado el paquete económico los ayuntamientos tendrían mejores herramientas para hacer frente a la difícil situación económica que enfrentan y la universidad tendría dinero para poder negociar en mejores condiciones con el sindicato que esta semana le estalló la huelga.
Estratégicamente el planteamiento de los diputados fue erróneo desde el principio: se equivocaron en apostar por el todo o nada, se equivocaron al presionar de más, se equivocaron en el tiempo de pelear, se equivocaron en la forma de proceder, se equivocaron en la manera de comunicar las cosas, se equivocaron al pretender gobernar desde el congreso y se siguen equivocando al prolongar este desgaste que les está pegando a todos.
Es evidente que el actuar de algunos diputados locales responde a una animadversión personal con su rival político, pero incluso en ese escenario el planteamiento es erróneo.
Lo dice el refrán: para la venganza no hay que tener razón, hay que tener paciencia.
post it
Dice el presidente municipal de Cuernavaca que en los próximos días se restablecerá el suministro de agua potable en las colonias, una vez que la CFE reconecte los pozos de agua. Y añade: la ciudad no volverá a sufrir desabasto del vital líquido.
El Sapac, informa José Luis Urióstegui, se mantiene en contacto con la CFE y se han suspendido las amenazas de corte de energía. Hace unos días él mismo refirió que el Sistema de Agua Potable de Cuernavaca adeudaba 11 millones de pesos a la Comisión Federal de Electricidad por los meses de enero y febrero del 2022 y que no se podían negociar los adeudos hasta estar al corriente en pagos.
Ojalá y lo dicho por el edil capitalino se cumpla y los miles de ciudadanos que no tienen agua potable en sus casas desde hace varias semanas la vuelvan a recibir con normalidad. Esperemos que no sea otra declaración alegre como cuando dijo que en Cuernavaca “ya había mejorado la seguridad y se habían acabado los delitos de alto impacto”.
redes sociales
El exalcalde Antonio Villalobos reapareció en un video: más obeso, despeinado y con la barba descuidada; afirmó que está listo para responder a cualquier observación que le haga el nuevo gobierno porque está seguro de que no cometió irregularidades.
Recordemos que antes de ser presidente municipal de Cuernavaca Antonio Villalobos rentaba un pequeño departamento de interés social en el centro de Cuernavaca y viaja en una motoneta; hoy es propietario de varias propiedades en Cuernavaca, Acapulco y Estados Unidos y tiene una docena de autos y motocicletas de lujo.
¿Los millones de su patrimonio son resultado de su salario?
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