El escándalo que protagoniza el hijo mayor del Presidente AMLO por la renta de una residencia en Houston, Texas, enfrentó a senadores panistas, quienes denuncian conflicto de interés, y legisladores de Morena que salieron en defensa de José Ramón López Beltrán
Una réplica de plástico de 1.80 por 3.5 metros de la "casa gris" fue introducida ayer al pleno del Senado por la bancada del PAN. Con todo y alberca.
Los legisladores de Morena no lo vieron venir. La fachada de la casa de la discordia, la que alteró profundamente la vida pública y sacudió los cimientos de Palacio Nacional, fue levantada justo en el centro de la máxima tribuna de la Cámara alta.
"Ustedes entraron con caballos a la Cámara (de Diputados)", reviraba la panista Kenia López Rabadán. Furiosos, los de Morena amagaban con salir.
En el centro de la discusión, la figura del primogénito del Presidente, José Ramón López Beltrán, cargando a cuestas un presumible conflicto de interés por haber ocupado una residencia cuyo dueño formaba parte del cuerpo de ejecutivos de la empresa Baker Hughes, proveedora mimada de Pemex.
"Vámonos, vámonos", azuzaban César Cravioto y Malú Mícher. Kenia López alzaba el plástico de la alberca a la altura de la tribuna lateral e impedía a la morenista Bertha Caraveo seguir con su intervención.
Como si llevaran una camilla, los asistentes de la bancada panista habían introducido las partes de la casa al recinto parlamentario, y en un santiamén la casa fue armada y acomodada junto a uno de los muros.
Cuando la presidenta de la mesa directiva, Olga Sánchez Cordero, agitó la campanilla, los panistas estaban listos para dar la pelea. Kenia López exigió que el pleno revisara un punto de acuerdo para que se abriera una investigación para determinar si había o no un conflicto de interés con la mentada "casa gris".
"México ya sabe que la corrupción en este Gobierno empieza con la familia del Presidente", sentenció. "No pueden ocultar la verdad. La verdad es que la familia del Presidente tiene privilegios".
El desorden se impuso y Sánchez Cordero se vio forzada a decretar un receso que se alargó casi cuatro horas. Fuera del pleno, la bancada de Morena se enfrascó en un intenso debate. Monreal y Sánchez Cordero abogaban por dar la cara. El núcleo duro se rehusaba hasta que los panistas retiraran la casa.
Cuatro horas después, los parlamentarios retornaron a sus escaños. La "casa gris" seguía allí, ocultando la tribuna. Apenas pudo apaciguar a los suyos, Monreal acordó con los coordinadores reanudar la sesión con la discusión del punto de acuerdo propuesto por los panistas.
'LA MEJOR PROTESTA'
A ojos de Germán Martínez, integrante del grupo plural, la de ayer fue "la mejor protesta y el día de la oposición" en la Cámara alta desde que se conformó la actual Legislatura en septiembre de 2018.
La fachada de la "casa gris" tomó desprevenidos a los de Morena. Monreal subió a tribuna para reivindicar la "autoridad moral" de la 4T y del Presidente de la República. "Vamos a vencer todas las intrigas y calumnias, y toda esta perversidad terminará en le basurero de la historia", advirtió.
Su correligionaria Bertha Caraveo censuró la "grilla de alcantarilla" de los panistas. "Nunca los vimos pronunciarse cuando Calderón dejó este país en un cementerio", reprochó, antes de que externara su solidaridad a José Ramón López Beltrán y su familia. "Es un honor, estar con Obrador", coreó, mientras que su grupo se ponía en pie, alzaba el puño y seguía la consigna de Caraveo.
Por el PAN, Lilly Téllez alebrestó aún más a los de Morena. La sonorense echó en cara a López Obrador haberse convertido "en un violador serial de la Constitución. Aunque no sacie su sed de venganza, aunque salude a la mamá de 'El Chapo', usted no está por encima de la ley. Usted no es el rey".
El emecista Juan Zepeda subió a tribuna con la exigencia clara de que se tiene que investigar este posible conflicto de interés. "MC sube a tribuna sin culpas del pasado y sin responsabilidad. Pero este asunto se tiene que investigar sin lugar a dudas".
Malú Micher, de Morena, aseguró que no se había podido demostrar nada sobre el conflicto de interés del que se señala al primogénito de López Obrador. "No han podido sacar pruebas", alegó.
Emilio Álvarez Icaza refutó a la morenista.
"Por supuesto que estamos ante un caso de conflicto de interés. Pemex aumentó los contratos de 66 millones de dólares a 346 millones a la empresa cuyo dueño le rentó la casa al hijo del Presidente. ¡Ese es el conflicto de interés!", reviró el del grupo plural.
La priista Claudia Anaya cuestionó a los de Morena por haber pescado "a los peores políticos, a los que purificaron, y para muestra, un Bartlett". El problema, alegó, es la hipocresía, "esa hipocresía de una austeridad republicana que ustedes pregonan pero que no ejecutan. El problema no es tener una alberca; el problema es el muy probable conflicto de interés, porque ese chamaco no había trabajado en 40 años de su vida y de repente aparece en esa casa".
Vehemente, Héctor Vasconcelos defendería la integridad del hijo mayor del Presidente. "Yo no he visto una sola evidencia de la comisión de un delito. Y mientras no tengamos evidencias contundentes, consideramos inadmisible que se cuestione la integridad de José Ramón López Beltrán", articuló.
"Si no hay conflicto de interés, ¿a qué le tienen miedo de que se abran las investigaciones? No le saquen. Y si uno de mis hijos comete un delito, no lo voy a estar alcahuetando", cuestionó la panista hidalguense Xochitl Gálvez.
Morena impidió que prosperara el punto de acuerdo para que se solicitara la investigación. 62 votos en contra contra 42 en favor. La "casa gris" ya había sido desmontada.