Precandidatos 2024
En la carrera por la gubernatura cuenta más la resistencia que la velocidad
Quienes hoy gobiernan u ocupan un espacio de representación popular tienen de manera natural una aspiración política; todos o casi todos están pensando desde ahora en el siguiente paso de su carrera y lo que tienen que hacer para alcanzar sus objetivos. Es obvio: estamos en la segunda mitad del sexenio, la elección que viene incluye la sucesión en la gubernatura y la renovación del senado. El deseo es genuino y válido, pero para que se vuelva realidad hay que trabajar.
Analicemos a quienes están formados en la cerrera por la gubernatura:
El Movimiento de Regeneración Nacional es el partido con mayor rentabilidad estatal: con el 38 de las preferencias electorales supera al partido Acción Nacional que tiene 14 puntos y al PRI que apenas roza los 10. Pero la ventaja que conceden las siglas no es garantía si no se acompaña de buenos candidatos. Veamos:
En Morena la carta fuerte hoy es el subsecretario Rabín Salazar Solorio; el funcionario federal no es el mejor posicionado en las encuestas internas, de hecho, se encuentra en el tercer lugar, pero su fuerza política no radica en su presencia local, sino en la cercanía con el presidente Andrés Manuel López Obrador y la posibilidad de que la candidatura se de por decisión y no por consulta a las bases. Si esa premisa se cumple Rabindranath Salazar será el candidato y probablemente el próximo gobernador. Su reto es que esta hipótesis se mantenga durante dos años más y los liderazgos fuertes de su partido cierren filas en torno a su postulación.
Después del subsecretario de gobernación hay dos precandidatos fuertes, ambos presidentes municipales, ambos reelectos en sus municipios y los dos con buenos resultados en sus administraciones: Rafael Reyes Reyes y Juan Ángel Flores Bustamante. El primero es el alcalde de Jiutepec y el segundo de Jojutla.
Rafael Reyes Reyes es un gobernante cerebral, pragmático, ordenado, metódico, funcional y dedicado a la supervisión permanente de su administración; su trabajo se divide en dos partes: labor de campo en el municipio y relaciones federales, en ambos casos atiende de forma permanente a la base militante de su partido y abre las puertas a todos los ciudadanos sin distingo de su filiación política. Rafael Reyes es sin duda el alcalde más aplicado en el desempeño de sus funciones.
Juan Ángel Flores gobierna con el corazón, da resultados, ha hecho mucho con poco y sobre todo ha logrado conectarse con la ciudadanía; es digámoslo de esta manera, un rockstar de la política local. El edil jojutlense ha impuesto su propio estilo de gobernar, rompe tabúes, es innovador, sensible y al igual que Rafael, atiende de manera permanente a sus gobernados, realiza trabajo político fuera del estado y tiene una influencia importante en las bases de Morena.
Luego aparecen las mujeres: primero Margarita Saravia, actual directora de la Lotería Nacional, amiga de la esposa del presidente y ex funcionaria del gobierno de Cuauhtémoc Blanco. Margarita no tiene el posicionamiento social ni la empatía partidista de los alcaldes, pertenece a un ala radical y minoritaria de Morena en Morelos (opositora a Rabín Salazar) y pese a formar parte del gobierno federal no está en el corazón político de la 4T. Las razones para que sea considerada precandidata es su condición de mujer y su cercanía con la primera dama; si llega a ser postulada necesitará de toda la ayuda del partido y de sus líderes locales para poder ganar.
También está Lucía Meza Guzmán, senadora por Morena, perteneciente al ala política de Ricardo Monreal y distanciada totalmente del dirigente nacional Mario Delgado. Lucía Meza compitió en el 2018 bajo las siglas de la alianza Juntos Haremos el Cambio porque quienes llevaban la estrategia la utilizaron para cerrarle el paso a Tania Valentina; ya en la curul la senadora ha jugado muy mal sus cartas: se alió al bloque opositor del Presidente de México, le jugó las contras a Morena en el 2021 desde el partido de Pedro Haces Fuerza por México y a la fecha sigue sin afiliarse al partido que la postuló. Las posibilidades de que Lucía Meza sea lanzada por el Movimiento de Regeneración Nacional son casi nulas porque además de ser parte de un ala opositora al presidente, su poca rentabilidad electoral quedó expuesta en las elecciones pasadas con la abrumante derrota de su naciente partido; varios de los precandidatos están decididos a jugarle las contras en cualquier posición que busque en el futuro.
La oposición confía en ganarle a Morena con una alianza multipartidista; las coaliciones en varios estados y el desgaste que sufre el presidente de México ha abierto las esperanzas de que la 4T pueda ser derrotada porque en las encuestas de noviembre del año pasado los pronósticos eran que Morena ganaría seis de seis gubernaturas que se disputarían en el 2022 y en febrero los mismos estudios señalan que Morena ganaría solo dos de seis: la alianza se llevaría dos y dos más están en el aire.
El escenario para Morelos tiene sus peculiaridades: los primeros opositores a una alianza electoral son los propietarios del PAN, léanse los hermanos Martínez Terrazas; suponiendo que desde los comités nacionales se obligue a signar un acuerdo multipartidista viene el segundo gran problema: ¿Con quién competir?
Frente a tres buenos candidatos que tiene Morena para el 2024, la oposición no tiene uno solo; la figura con mejor cartel en este momento es el alcalde de Cuernavaca José Luis Urióstegui y él mismo se ha descartado para competir porque su aspiración es la reelección en la presidencia municipal.
El partido Revolucionario Institucional es impresentable al igual que sus militantes, su carta más fuerte es el senador Ángel García Yáñez y vistos los recientes acontecimientos relacionados con la captura de La Jefa, es poco probable que sea postulado. Peor: el PRI tiene en Jonathan Márquez un político godín al que le quedó muy grande la responsabilidad y se encuentra rebasado por los compromisos que adquirió para asumir el cargo. Los otros posibles participantes de una alianza opositora están en la misma situación: no tienen candidatos fuertes, ni la posibilidad de construir un nuevo liderazgo en los dos años que nos separan del inicio del proceso electoral.
Cierto: el desgaste del gobierno federal y el del gobierno local es grande, los problemas de inseguridad y violencia influirán en el ánimo de los votantes y los escándalos pasados, presentes y futuros seguramente mermarán la rentabilidad de la propuesta de la 4T; aún así Morena tiene una enorme ventaja: no hay oposición en Morelos, ni precandidatos con rentabilidad electoral entre sus adversarios.
Last but not least están las probables candidaturas de dos diputados locales: Agustín Alonso Gutiérrez y Francisco Erick Sánchez Zavala. Los dos personajes tienen carisma, liderazgo en sus regiones y más capital político que otros personajes que también aspiran a ese cargo. Alonso confiaba en ser candidato de Morena, pero dados los conflictos parlamentarios esa posibilidad ha quedado descartada; lo que le queda es volverse el candidato de una alianza opositora, pero esa opción podría ser deseada también por el actual presidente de la mesa directiva del congreso Francisco Sánchez, militante panista y por consiguiente, mano en la fila, porque si hay alianza el candidato a gobernador lo pondrá el PAN.
La que viene puede ser la elección menos incierta de los últimos años; a menos de que cambien radicalmente las cosas la ventaja la tendrá Morena y es ahí donde existe la mayor duda ¿A quién van a postular? Recordemos que en los últimos procesos la militancia morenista ha exigido que su abanderado surja de una encuesta; item más: si la candidata al gobierno federal es Claudia Sheinbaum, Morena no se puede dar el lujo de mandar cadidatos débiles en ningún lado, porque necesitará todos y cada uno de los votos para refrendar a la 4T en la presidencia.
En política dos años son mucho tiempo, pero para quienes ocupan un cargo público y tienen aspiraciones electorles pasarán volando.
Muchas cosas todavía pueden suceder de aquí a que inicie el proceso electoral.
posdata
“Los problemas no se solucionan de la noche a la mañana” respondió el alcalde José Luis Urióstegui a los abogados que exigen la destitución de la directora del Sapac Evelia Flores; “No me equivoque al nombrarla” dijo a quienes cuestionan su titularidad en el sistema de Agua Potable y Alcantarillado por no tener el perfil para ocupar el cargo.
Efectivamente: la maestra Evelia Flores no tiene una especialidad profesional en temas hidráulicos, ni tampoco experiencia específica en temas de agua potable, pero lo que si tiene es una amplia trayectoria en administración pública y en estos primeros dos meses ha logrado poner orden en la institución y avanzar en el rezago administrativo y operativo de la dependencia, cosa que no han hecho los últimos directores de dicho organismo.
Coincido con el alcalde: los problemas no se resuelven de la noche a la mañana; y añado: lo importante es que se note que hay un cambio, que las cosas comiencen a mejorar y que poco a poco se reviertan los problemas. Dejando de lado el multimillonario adeudo de la dependencia con la CFE, operativamente sí se nota un cambio de actitud en la oficina y entre sus integrantes.
La luna de miel del gobierno capitalino se está diluyendo muy rápido y los conflictos en todas las áreas están tomando mal parados a los funcionarios municipales. Es visible la disposición y entrega del alcalde, pero también es notorio que la falta de equipo se traduce en una mala de planeación y poco sentido en las acciones municipales.
La queja de los abogados contra la titular del Sapac es una de las varias que le pueden surgir en las próximas semanas, en el caso de Evelia Flores es fácil defender su posición porque la dama trabaja y se nota, pero eso no aplica en el resto de los funcionarios municipales. ¿Cómo defendería, por ejemplo, a Humberto Paladino, a Laura Hernández, a Nadia Luz Lara o a Pablo Aguilar?
Hay que tomar en cuenta que el bono electoral de José Luis Urióstegui resulta de él, de su trayectoria, de su historia personal y de la manera como se ha conducido a lo largo de los años; esa confianza es importante y es fuerte, pero no suficiente para aguantar a todos los personajes que ha sumado a su equipo: figuras sin talento, sin experiencia o públicamente desprestigiadas.
El alcalde de Cuernavaca debe manejar mejor su estrategia interna y externa, tiene que planear mejor sus acciones y actuar con más inteligencia que corazón. Todavía hay confianza en él y en su gobierno, pero esa confianza no se traslada en automático a todos los que lo rodean.
nota
La conservación del ecosistema, los recursos naturales y el planeta se ha convertido en una premisa para muchas personas, no se trata de una moda pasajera, sino de un acto de responsabilidad para detener y revertir el enorme daño que estamos causando al mundo.
Rodrigo Salgado y Berengueras, un joven morelense, nativo de Cuernavaca, hijo del reconocido y admirado notario Hugo Salgado está haciendo su parte en esta lucha a través de la fundación Animal Karma. Esta semana llevó a cabo en la Ciudad de México una subasta de arte en beneficio de la conservación.
Acciones concretas y decisiones correctas son las que muchas personas alrededor de Rodrigo están llevando a cabo para crear conciencia y actuar a tiempo, para hacer un mundo mejor y atender la huella que el hombre está dejando en cada rincón del planeta.
¡Felicidades a Rodrigo Salgado por este importante esfuerzo!
post it
Graco Ramírez asomó la cabeza para criticar la detención de su exsecretaria de obras; dijo que fue un exceso para tapar la verdadera corrupción.
¿No se mordió la lengua?
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El que se ríe se lleva y el que tuitea se aguanta.
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