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EL ASALTO A LA RAZÓN

Otra indudable perseguida política

Si  la jueza de control Elma Maruri Carvallo encarcela el jueves a la alcaldesa opositora Sandra Cuevas, la 4T evidenciará que está decidida, al costo que sea (incluido el sometimiento del poder judicial capitalino), a recuperar el corazón de México que perdió en las urnas: la codiciada demarcación Cuauhtémoc.

El vocero de la Fiscalía General de Justicia, Ulises Lara, afirma que la acción penal contra la señora “no es una persecución política” y que el Ministerio Público no fabrica culpables ni “exoneraciones a modo”.

Pues debiera desechar acusaciones idiotas.

Lo mismo, infiero, dirá de su trabajo la jueza Maruri, quien de manera por demás sospechosa dio crédito a los increíbles cargos con que pretextó la inhabilitación del cargo de alcaldesa por tres días, castigo que se prolongaría por tiempo indefinido si este jueves dicta prisión contra la alcaldesa.

¿Cómo creer que una mujer de un metro 57 centímetros de estatura pudo someter y “robar” a tres lagartones policías armados (más de 20 años de servicio) y cometer los delitos de “lesiones, robo y discriminación”?

(Inicialmente la acusaron de “privación ilegal de la libertad”, irrisorio delito que sustituyeron por el de “robo”)

La vacilada de la “discriminación” se deriva de que uno de los acusadores asegura que la señora se refirió como “maricón” a su jefe de jefes, el secretario de Seguridad Pública, Omar García Harfuch.

Cabe preguntar: ¿por qué la denuncia de “discriminación” no la levantó el heterosexual Omar García Harfuch?

También: ¿contra cuántos aficionados al fut esa fiscalía tiene abiertas carpetas de investigación por corear el “Eeehhh… ¡putooo!” en algún estadio de Ciudad de México?

“Abuso de autoridad” y “robo” son imposibles de imaginar dada la desproporción entre Cuevas y sus “víctimas”, y las medidas cautelares (que no salga de la capital, que acuda a firmar periódicamente al juzgado y suspenderla en sus funciones) le fueron dictadas sin permitirle dar su versión que resulta mucho más verosímil.

Se trata de una vil persecución política por ser de oposición y en cuatro ocasiones la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, le propuso buscar la alcaldía por Morena, lo cual ella rechazó.

Al igual que otros alcaldes de la coalición PAN-PRI-PRD ha sido maltratada y hostigada por el gobierno de Sheinbaum y no ha dejado de denunciar la corrupción morenista.

Sus acusadores dicen exactamente lo mismo y aseguran que Cuevas les hizo las mismas fregaderas a los tres, lo que hiede al delito “falsedad de declaraciones”.

La alcaldesa tiene videos para demostrar que los tiempos en que abusó de su autoridad y los rastros de que golpeó a los policías no empatan (se les ve campantes y fumando afuera de su oficina, sin la ropa sucia ni rota por la supuesta madriza).

El vocero Lara miente. No es casual que también él haya levantado el falso y desechado el cargo de “privación ilegal de la libertad”.

Hasta hoy, la más demostrable presa política de la 4T es Rosario Robles.

El jueves se sabrá si Sandra Cuevas será la segunda…

Ámbito: 
Nacional