Se refiere, por supuesto, al silencio y la omisión en materia de violaciones a derechos humanos, desapariciones y homicidios del gobierno de Peña Nieto sobre el sexenio de Felipe Calderón. La Omertá que ha durado cuatro años.
Urgido de sentar al PAN en la mesa del pacto, el gobierno prefirió no ver al pasado. Se podrá argumentar que algunos cambios en la estrategia de comunicación y la insistencia en la “coordinación” eran críticas al calderonismo. Tan sutiles y veladas que ni el calderonismo se dio cuenta. Con la misma generosidad pagaron los panistas cuando supimos de la casa blanca, apenas susurros.
Pero lo electoral, a veces para bien, lo cambia todo. Margarita Zavala ha visto crecer a su competidor más cercano, Ricardo Anaya, con un discurso antigobierno. Hace un par de días, Zavala le contestó así a Ciro Gómez Leyva sobre Enrique Peña Nieto: “Es un Presidente de la República que encabeza un gobierno que ha fallado enormemente y ha fallado en muchos sentidos, ha fallado en términos de ética, de lo que ha significado la corrupción galopante que estamos viviendo, en términos de una falta de autoridad moral porque se deslegitima la autoridad moral para poner orden y aplicar la ley”.
Miguel Ángel Osorio contestó horas más tarde con López-Dóriga: “Yo creo que tiene que empezar por hacer un análisis de lo que fue el gobierno en el que ella participó. Todavía hay consecuencias en materia de seguridad de manera muy importante, nos dejó un asunto muy delicado estado por estado y región por región en temas de derechos humanos, de desaparecidos, en muchos asuntos que hoy a este gobierno le ha tocado enfrentar y que le ha tocado buscar alternativas para solucionar”.
Margarita, inmediatamente, lo invitó a debatir lo que quisiera, cuando quisiera.
Es apenas un primer escarceo, pero es muy bienvenido.
El debate aplazado estos años sobre seguridad, justicia, derechos humanos es una de las claves para que más allá de quien gane el 18, al menos ese asunto tenga alguna posibilidad de arreglarse. Ojalá y se convierta en uno de sustancia y políticas públicas, y que se amplíe a la corrupción y otros temas. Ojalá se una López Obrador y quien se apunte como independiente.
Sin spots. Con dureza. Sin Omertá.
Ahora sí que como también dice Castañeda, Sólo así.
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