A pesar del entorno global de inflación y tasas crecientes de interés, el gobierno federal ha decidido mantener el subsidio a las gasolinas, pues por una parte los excedentes petroleros hacen que el presupuesto “aguante”, mientras que por otro la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) considera que aún existen “nuevas bolsas” para obtener recursos para el erario, explicó a MILENIO TV, el titular de la dependencia, Rogelio Ramírez de la O.
En el marco de la 85 Convención Bancaria, que inició ayer, Ramírez de la O también se muestra confiado en que el gobierno contará con los recursos propios para financiar los proyectos de infraestructura como el Tren Maya, el Transístmico o la refinería de Dos Bocas; en tanto convence a la banca de cambiar de mentalidad en pro del desarrollo de las empresas, aunque reconoce, les tomará tiempo.
Hace 15 años en la bancaria se habla de inclusión financiera, ¿qué hacer como país para que la inclusión dé bienestar?
En realidad los bancos están en el equilibrio que les dicta su estrategia de negocios. No piensan en el otro 'equilibrio' que tiene en mente el analista o el gobierno, que es: incluir más gente, dar más volumen de crédito, o que la economía crezca. Ése es 'otro' equilibrio.
Hay que evolucionar a una nueva mentalidad, más incluyente con grupos que: o tienen un crédito pero necesitan mayor monto; o requieren más plazo para invertir en maquinaria. No en una tarjeta de crédito. Esa mentalidad no ha llegado a la bancaria.
Pero no ha llegado en 30 o 40 años, ¿a qué se debe?
No. En efecto viene de hace 40 años, cuando hubo choques enormes por haber tenido burbujas de crédito. La reacción fue ‘vamos a súper blindar para que no nos vuelva a pasar’. Y están súper blindados.
La nueva mentalidad viene a partir de diciembre del 18, pero se verán los efectos gradualmente, como sucede con todo cambio.
¿Los bancos se dan cuenta que hay que dar otro tipo de préstamos no sólo para ir al súper?
Ya se dieron cuenta. Y se dieron cuenta por el hecho de que tienen índices de capitalización muy altos, del doble o casi de lo que se requiere en los esquemas más exigentes, sin embargo sí están preocupados.
No puedo decir que no, al contrario los noto conscientes de que son una nueva generación, y al mismo tiempo varios de ellos están fondeados por bancos globales que tienen sus consejos de administración fuera de México. Va a tomar tiempo, pero estamos en eso.
Ahora, simultáneamente el gobierno desarrolla una agenda de infraestructura y de proyectos con base en puro recurso público.
Lo hemos hecho así porque los proyectos de asociación pública privada nos salieron muy caros, porque las tasas de retorno que tienen las asociaciones público privadas son muy altas.
No voy a mencionar una cifra pero sí son muy caras.