El principal desafío del gobierno de la República no es, como ha querido presentarse, contra las autoridades del Instituto Nacional Electoral (INE), sino contra las páginas centrales de la Carta Magna.
El artículo 35 constitucional establece como derecho fundamental la participación de la ciudadanía en los procesos de revocación. Ahí dice claramente que, para garantizar el libre ejercicio de ese derecho, queda prohibido el uso de recursos públicos para la promoción y propaganda relacionados con este ejercicio democrático.
Sin embargo, durante las últimas semanas el presidente Andrés López Obrador y varios de sus colaboradores más relevantes han traicionado su palabra.
Un sinnúmero de veces el mandatario repitió la frase: “al margen de la ley nada; por encima de la ley, nadie”, pero ahora, con tal de promover la ratificación del mandato, han actuado al margen y por encima del pacto fundamental.
El pasado fin de semana, usando recursos públicos, el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, hizo propaganda abierta “para apoyar al mejor Presidente de la historia mexicana”.
No hubo ingenuidad en estos eventos sino la violación flagrante al texto que tanto el secretario como el Presidente prometieron hacer guardar.
El día de ayer, durante el evento organizado en el Monumento a la Revolución, por el partido Morena —supuestamente para apoyar la reforma eléctrica—, funcionarios de todos los niveles, entre ellos la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, imitaron al secretario de Gobernación.
Asistieron a un mitin donde la propaganda a favor de la ratificación tuvo un rol estelar, pero, para justificar la violación constitucional cometida, echaron la culpa al INE por ser un policía contrario a la democracia, cuyos funcionarios juegan con los dados cargados.
Nunca en esta administración el desafío a la Constitución había sido tan abierto, tan masivo, ni tan irreverente.
Zoom: La popularidad del Presidente está siendo utilizada para marginar a la Carta Magna, para pasar por encima de ella, para pisotearla. Y todo ante el aplauso o la indiferencia de una inmensa mayoría. El daño será irreversible.
@ricardomraphael