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PEPE GRILLO

Externos al frente. Tocó el turno al PRD de dar a conocer su lista de aspirantes a la Asamblea Constituyente. Dio una lista de 22 nombres, algunos incluidos como mero gesto de cortesía, porque están muy lejos del fogón. Llama la atención que en el primer lugar aparezca la periodista Katia D’Artigues, que no es militante del sol azteca. Ella misma se autodefine como activista por los derechos humanos, en particular de las personas con discapacidad. Le siguen otros dos externos, el economista y ambientalista Enrique Provencio y Marcela Lagarde, antropóloga feminista. La dirigencia del sol azteca manda el mensaje de que no busca partidizar los trabajos, sino darle su lugar a los ciudadanos. Ya veremos las otras listas. *** No más atropellos. El guardaespaldas Sergio González falleció de muerte natural. Que se trate de un infarto al miocardio no supone que el tema de la regulación del personal de seguridad en la Ciudad de México no siga adelante. ¿Quiénes son, qué atribuciones tienen, cuáles son sus responsabilidades? Ni los guaruras ni sus jefes se mandan solos. Ambos tienen que operar dentro del marco legal, con respeto integral a las instituciones y a los derechos humanos. Con el pretexto de defender a sus patrones de la inseguridad, los guaruras intimidan a los ciudadanos. No más abusos ni atropellos a la ciudadanía. Las autoridades capitalinas hicieron un compromiso, que lo cumplan. *** Las recompensas. A estas alturas del juego, se valen todos los recursos para capturar a los 13 principales jefes de las bandas del crimen organizado que operan en Morelos y Guerrero, incluso las recompensas. La PGR ofreció recompensar a quien proporcione información que conduzca a la captura de personajes del mal como Santiago Mazari, líder de Los Rojos, que deben muchas en Chilpancingo. Son un peligro para México. Vale la pena recordar que lo que más resienten son los golpes a sus finanzas. Hay que pegarles en los bolsillos. Sin dinero aparecen como lo que son: basura. Se habla de rediseñar la estrategia para atacar el crimen organizado. Es tiempo de privilegiar la cuestión de los recursos. Cómo los obtienen, dónde los guardan, cómo los lavan. *** El diferendo. Norberto Rivera volvió a tocar el tema de su relación con el papa Francisco. El cardenal siempre ha sido, dentro de la jerarquía católica, integrante de grupos antagónicos al del jesuita argentino. No es un secreto. Durante el largo pontificado de Juan Pablo II, Rivera se movía como pez en agua en el Vaticano; ya no. Y no se trata de que todos se caigan bien y sean cuates del alma. Eso no viene al caso. Lo que se dirime es un concepto de Iglesia para el siglo XXI. Francisco no quiere príncipes y los príncipes se resisten a salir de su zona de confort. Están muy a gusto.

Ámbito: 
Nacional