SERPIENTES Y ESCALERAS

 

La descomposición del ambiente político en Morelos y la falta de espacios para dialogar y sacar adelante los conflictos pendientes en la agenda del estado abren la puerta a la resistencia social. Las manifestaciones convocadas para la próxima semana pueden ser el primero de varios pasos que llevarán a cabo diversos sectores de la población para revertir actos de autoridad, pero sobre todo para poner un alto a Graco Ramírez. En Morelos los ciudadanos ya no tienen interlocución con el gobierno ni con el congreso.

Los que vienen pueden ser días muy difíciles para la entidad; grupos de transportistas, de abogados, de campesinos y de ciudadanos están llamando a la resistencia civil pacífica y al bloqueo de calles para presionar a los diputados y al jefe del ejecutivo. 15 y 16 de agosto, anuncian, serán complicados porque se contemplan cierres carreteros parciales y toma de algunas instituciones, lo cual generará un severo colapso vial con la consecuente incomodidad ciudadana.

Si lo que anuncia el Frente Amplio Morelense se cumple, los primeros días de la próxima semana serán caóticos en muchos sentidos: se ahorcará la circulación en varios puntos de la capital, se suspenderá el transporte público en el estado y se mostrará que en Morelos hay una situación muy grave por culpa de los hombres y de las mujeres de poder.

No hay forma de justificar una acción de este tipo ni manera de estar de acuerdo con algo así; el problema es que los grupos inconformes de Morelos se han quedado sin interlocución con el gobierno y recientemente perdieron el diálogo con el congreso. Sin puntos desde los cuales obtener respuesta a sus demandas, el único camino que les queda es la resistencia civil.

El contexto en el que se desarrollarán estas acciones es terrible: Graco Ramírez vive el peor momento de su sexenio, su imagen está muy deteriorada, su gobierno está descalificado y los problemas agobian a su administración. El gobernador quiere resolver los conflictos a tuitazos y descalificando a sus críticos; piensa que con entrevistas superará el caos.

Los ciudadanos van a ser afectados por las movilizaciones y seguramente habrá una enorme molestia por la incomodidad que causarán tales acciones, pero también muchos entenderán que se trata de actos de repudio al gobernador y ello provocará solidaridad con los manifestantes, porque el descrédito público y rencor social contra el jefe del ejecutivo es cada día más alto.

No tengo claro qué vendrá después de la jornada de acciones de resistencia social, ni tampoco la manera como habrá de reaccionar el gobierno el día que se lleven a cabo. Si los orquestadores del #2DXM concluyen sus actos sin obtener respuesta a sus demandas, lo lógico es que las repitan y suban el tono; si el gobierno se queda como un simple observador de los hechos y permite que los bloqueos se realicen sin consecuencias, abrirá la puerta a la anarquía.

Lo ideal es que antes de que se lleven a cabo estas acciones de resistencia civil los operadores políticos del gobierno desactiven el conflicto, pero en lo que va de esta administración eso nunca ha sucedido. Las demandas de los transportistas con concretas, se refieren a las reformas a la ley del transporte y la activación del proyecto del Morebús; la diputada Hortencia Figueroa es la única que desde el congreso ha llamado al diálogo a este sector, pero apunta que la charla no incluye modificaciones a lo ya aprobado. En castellano: hablamos, pero nada cambia.

Lo grave en esta historia es que en Morelos dos de los tres poderes han dejado de tener interlocución social. Sectores como el de transporte, los abogados, los campesinos, la iglesia y la universidad (por mencionar algunos) han dejado de confiar en los diputados porque los consideran una extensión del gobernador. Al no existir un parlamento que sirva de válvula de escape social, el camino que toman los grupos inconformes es la manifestación pública o los actos radicales.

La agenda está puesta, si nada cambia el próximo lunes y martes habrá marchas y bloqueos por todos lados, el gobierno tendrá que decidir si permite que esto ocurra sin consecuencias o mete la fuerza pública, lo cual podría derivar en problemas mucho mayores con consecuencias similares a lo que recientemente vimos en Nochixtlán.

Los aglutinados en el Frente Amplio Morelense son diversos, se trata de al menos 150 agrupaciones y organizaciones que tienen demandas diversas, pero coinciden en un mismo punto: Graco debe renunciar. Los problemas en muchos casos son añejos, pero los operadores políticos del gobierno han sido incapaces de anticipar y resolver, y ahora tienen enfrente un caldo de cultivo que puede crecer exponencialmente si no se hace algo al respecto.

El congreso debe valorar su postura y decidir si mantiene el rumbo que ha marcado: los diputados están en su peor momento. Graco Ramírez también deberá analizar si replantea su estilo de gobierno o nuevamente utiliza la fuerza pública para aplacar a los inconformes.

Una cosa parece clara: hoy el diálogo no basta, los inconformes quieren respuestas concretas y solución puntual a sus demandas.

De nada sirve radicalizar posturas para que al final todo quede igual.

• posdata

La reunión tuvo lugar hace poco más de una semana, fue convocada por el dirigente nacional del PRI y a ella acudieron actores de primer nivel tricolor, incluyendo senadores y legisladores federales.

El tema en la agenda fue analizar los escenarios del partido de cara al 2018: en la opinión pública el PRI ya perdió la presidencia, pero en votos aún están en la pelea.

La propuesta anti corrupción de Enrique Peña Nieto es clave en el proyecto futuro del Revolucionario Institucional; algunos de los aspectos que más han pegado a esta administración son los abusos y la corrupción, la selectiva aplicación de la ley y la impunidad que prevalece en los grupos de poder.

La ley impulsada por el jefe de la república es importante porque mostraría que en su gobierno realmente existe un compromiso con la legalidad y una lucha real contra la corrupción, pero ello sólo será apreciado si hay acciones concretas en ese sentido y los ciudadanos comprueban que la lucha incluye a los sectores que más han lastimado al país.

Así transcurrió la charla y también el análisis de lo que debe venir. Vienen sanciones a varios priístas, empezando por algunos gobernadores y ex gobernadores. Los priístas Javier Duarte y Roberto Borge serán procesados, lo mismo que el ex gobernador panista Guillermo Padrés.

Pero… ¿Quién del PRD? Esto último fue parte la discusión en el cónclave priísta. “hay que empatar los cartones” se dijo, y se puso en la mesa los nombres de los mandatarios de Tabasco y de Morelos.

La decisión aún no se toma.

• nota

El delegado de la Secretaría de Gobernación en Morelos dice que habrá consecuencias contra el Obispo de Cuernavaca Ramón Castro por haber participado en una reunión donde un numeroso grupo de ciudadanos representantes de diversas asociaciones expresaron su molestia y dolor por lo que está ocurriendo en nuestro estado. Aunque el líder católico ya expresó sus disculpas y precisó que no convocó a dicho encuentro, el representante de Segob en Morelos asegura que “No puede ignorarse la particular interpretación que tiene de la ley… por lo que habrá consecuencias”

Escrupuloso del estado de derecho, Eduardo Cubría Bernardi se apresura a salir al paso del tema y aprovecha la denuncia interpuesta por el PRD y el gobierno de Graco Ramírez para atizar al prelado y ganar espacios en la prensa. El funcionario federal no argumenta sus dichos, parte de supuestos y de una ambigua interpretación de la constitución, aunque se entiende su postura porque la Secretaría de Gobernación protege y solapa al tabasqueño desde el primer día de su mandato.

Si el gobierno federal lo decide, Ramón Castro Castro será sancionado por cualquier motivo: por haber escuchado el dolor de la gente o porque el agua bendita de la catedral no está a la temperatura que marcan los cánones presidenciales. Cuando un gobierno decide ir contra un ciudadano (en este caso el Obispo de la iglesia católica), cualquier pretexto sirve.

El PRD acusa a Ramón Castro de violar la Ley de Asociaciones Religiosas y fundamenta su queja en la reunión que hace unos días hubo en la catedral, cuando 150 organizaciones expresaron su descontento contra el gobierno estatal. El Obispo de Cuernavaca los recibió, lo escuchó, pero no hablo; la reunión fue pública, en un edificio público, frente a los medios de comunicación y lo que ahí se dijo no es distinto a lo que cada uno de ellos ha expresado reiteradamente desde distintos espacios.

Decir que se trató de una conspiración contra el gobierno de Graco Ramírez es absurdo; los grupos que acudieron esa reunión no se ocultan ni esconden su pensar sobre esta administración, todos ellos son críticos públicos del tabasqueño, le recriminan la falta de resultados, el incumplimiento de sus promesas, la insensibilidad al dolor de la gente, los altos niveles de violencia e inseguridad y la corrupción que impera en su administración.

Será interesante hasta donde piensa llegar la secretaría de gobernación en este tema, veremos si se atreve a sancionar a Ramón Castro por su activismo social y logra cuadrar la acusación que impulsa Graco Ramírez. El Obispo de Cuernavaca ha encabezado varias marchas por la paz en Morelos, en todas ellas ha hablado públicamente de los problemas de violencia e inseguridad, pero en ningún momento ha señalado a nadie. La oración individual y colectiva es el camino que el pastor siempre ha marcado.

Ahora bien, si la secretaría de gobernación y el su delegado en Morelos son tan cuidadosos de la ley y de las formas ¿Por qué dejaron pasar el tema de las Fosas de Tetelcingo, donde existen graves errores de procedimiento e irregularidades que, al menos, merecen una revisión? ¿Por qué no observan el actuar ilegal del gobernador en el nombramiento de algunos funcionarios, como la secretaria Elizabeth Anaya, o revisan el uso de los recursos públicos, particularmente los etiquetados que llegan de la federación?

En Morelos las consecuencias legales que advierte la Segob son para el obispo por escuchar a las víctimas de la violencia y la opresión, pero nunca para los causantes de los problemas que padecen los ciudadanos.

Obvio, ni el obispo ni los ciudadanos ofrecieron un negocio tan jugoso como el C5.

• post it

El PRD ya tiene candidato a la gubernatura de Morelos, dicen; se llama Rodrigo Gayosso. El hijastro de Graco Ramírez inició desde hace tiempo el cabildeo para convertirse en el abanderado oficial del PRD con el acompañamiento del PAN, de Movimiento Ciudadano, de Nueva Alianza y del PSD.

En varios espacios el joven dirigente perredista ha expresado su deseo, ha expuesto su intención y compra voluntades para lograr sus objetivos. “Está operando, está haciendo acuerdos y soltando mucho dinero” afirman algunos de quienes con él han intercambiado opiniones.

Será interesante hasta donde piensa llevar Gayosso su sueño y también si es capaz de amarrar a todos los partidos que presume. Pero sobre todo sería encantador ver a este personaje pidiendo el voto popular y enfrentando una campaña en donde se van a documentar todas sus acciones, empezando por la compra en efectivo de varias propiedades, como la que ocupa de oficina.

Si Gayosso es candidato (a lo que sea) tendrá que asumir el costo de sus actos como político, pero también cargará con los saldos y enemistades que le va a heredar su padrastro.

• redes sociales

Dicen que la nueva estrategia de comunicación incluye la contratación de una empresa para desprestigiar al rector de la UAEM y al Obispo de Cuernavaca, también el relanzamiento de las campañas de troleo y el ataque personal a los críticos.

Seguramente les va a ir muy bien. ¡Bravo!

Cero y serán tres.

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