A lo largo de este sexenio la política exterior mexicana ha presentado muchas aristas, no obstante, especialistas consideran que hasta el momento ha sido efectiva.
El jefe del Ejecutivo federal presenta una postura más radical y busca convertirse en un líder en América Latina, cuyo objetivo también es que eso se vea reflejado en la política interior del país.
Incluso Andrés Manuel López Obrador ha dicho reiteradamente que “la mejor política exterior es una buena política interior”.
El canciller Marcelo Ebrard, ha actuado de forma mucho más mesurada y ha sabido ser un excelente diplomático y negociador en el extranjero. Estas habilidades incluso le han servido para apagar varios fuegos del presidente.
Por último, la postura de Juan Ramón de la Fuente en la ONU ha sido fiel a la tradición mexicana de ser un país conciliador, por lo que a pesar de tener una agenda distinta a la del presidente muchas veces, el nombre de México sigue figurando positivamente en la esfera internacional
Esta triada de políticos y de visiones podrían tener en los próximos meses un punto de inflexión y una posible fractura luego de que se definan las candidaturas presidenciales de 2024.
En el caso del embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Juan Ramón de la Fuente, esto ya sucedió cuando condenó la invasión rusa a Ucrania y en la conferencia mañanera AMLO no le dio tanta importancia al asunto y desestimó el tema.
Con el Canciller mexicano, recordemos cuando unilateralmente el presidente López Obrador decidió mandar una carta de respuesta al Parlamento Europeo luego de que éste pidiera a las autoridades mexicanas garantizar la protección y seguridad para periodistas y defensores de los Derechos Humanos, dejando de lado los protocolos, las vías institucionales y sin ni siquiera comunicárselo al titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard.
A pesar de este escenario, la figura de Ebrard ha sido de lealtad al presidente y a su Cuarta Transformación, por lo que desde hace unas semanas, comparte en redes sociales fotografías de sus asistencias a las citas de Palacio Nacional y otras imágenes en las que muestra su lucha y cercanía con López Obrador
“Todos los días participo en el gabinete de seguridad del presidente López Obrador. No se trata de una agenda nueva para nosotros. Nuestro interés genuino por aumentar el bienestar y la seguridad de las familias mexicanas es de tiempo atrás. Les comparto una foto de hace varios años; en equipo y en la misma lucha”, publicó en redes sociales el pasado viernes 20 de mayo.
La postura de Ebrard incluso se ha vuelto más política y enérgica en los últimos días, acorde a lo dicho por el presidente.
Durante la presentación del reporte del Grupo de Trabajo de Centro y Norteamérica sobre Migración, el canciller mexicano urgió a Estados Unidos a cambiar el paradigma con el que se trata la migración, pues consideró que ambos países se encuentran rebasados y las políticas al respecto no contemplan que los migrantes son necesarios para sostener la economía regional.
“Hay dos maneras de ver esto: una es la idea supremacista tóxica que yo lo identificó casi como un trastorno de personalidad que, es decir, necesitamos que vengan personas, necesitamos trabajadoras, trabajadores, necesitamos que nuestra economía crezca, que el conocimiento crezca, pero no queremos que vengan. Sí los necesitamos, pero no queremos que vengan, ahí estamos. Entonces necesitamos pasar a una situación distinta que creo que es factible”
“Estados Unidos sí o sí, Canadá en alguna medida y México un poco más adelante vamos a necesitar un gran número de personas para mantener nuestras economías, es un factor. Frente a eso podemos hacer dos cosas: puedes decir, ‘no lo puedo resolver ahorita porque políticamente… etcétera, etcétera, etcétera, o puedes organizarlo bien para garantizar que sea algo ordenado, seguro, que hasta ahorita no lo hemos podido lograr”, dijo Marcelo Ebrard.
Con un discurso similar, fue que López Obrador protagonizó hace unas semanas su gira de trabajo por Centroamérica y Cuba, después de tener una llamada telefónica con su homólogo estadounidense, Joe Biden.
Al terminar la gira de trabajo, López Obrador dijo que acudiría a la Cumbre de las Américas siempre y cuando no se excluya a Cuba, Venezuela y Nicaragua, respaldando su posición de líder en la región.
“Estamos hablando (con autoridades de Estados Unidos), estamos platicando. Yo creo que para el lunes o martes yo ya voy a poder informarle al pueblo. (…) Nosotros tenemos mucha confianza en el presidente Biden y él nos respeta, así como nosotros lo respetamos y sobre todo, respeta nuestra independencia, nuestra soberanía y conoce bien lo que establece la Constitución, el presidente de México tiene que ceñirse en materia de política exterior a principios como la no intervención, como la autodeterminación de los pueblos”, dijo López Obrador respecto a su visita a la Cumbre de las Américas.