El crimen ha ocurrido en el interior de su vivienda y describe el contexto de violencia contra las mujeres en aquel estado. El asesino es el esposo de Honorina, de 62 años. 

Dos días antes, en Santa Catarina Loxicha, se había registrado otro asesinato brutal. Getulia, de 33 años, y su hija Clara, de 13, fueron atacadas a machetazos, “hasta darles muerte”, por desconocidos. El asesinato ocurrió también en el interior de su vivienda. 

Ese mismo día, y también dentro de su casa, otra mujer fue asesinada a tubazos. El agresor era su pareja sentimental, quien luego de matarla la cortó con una motosierra y más tarde la emprendió a golpes en contra de la hija de la víctima, de solo cinco años. 

A principios de mes, cuatro mujeres más fueron asesinadas en Oaxaca en menos de 72 horas. Los casos son estrujantes por el nivel de violencia en contra de la población más vulnerable: 

El 7 de mayo, América Lizbeth, de 17 años de edad y con tres meses de embarazo, perdió la vida en Puerto Escondido, a manos de su pareja. El sujeto la mató con un tiro en la cabeza mientras ella dormía. 

Al día siguiente, en el Ejido Guadalupe Victoria, cuatro mujeres que iban en una camioneta fueron agredidas a tiros. Murió la mayor, de 50 años, y tres más, de 23, 19 y 9, quedaron gravemente heridas. 

En la comunidad de La Palma, mientras tanto, una mujer que juntaba leña fue ejecutada, y en San Martín Mexicapan otra más, de 42, murió acribillada desde una motocicleta. 

El Centro de Documentación del Grupo de Estudios de la Mujer “Rosario Castellanos”, GESMujer, ha realizado el seguimiento puntual de la violencia por razones de género que azota Oaxaca, el sexto estado del país con mayor número de feminicidios (los primeros: el Estado de México y Nuevo León). 

De acuerdo con el seguimiento de GESMujer, en los últimos cinco años 638 mujeres, adolescentes y niñas han sido asesinadas de manera violenta en Oaxaca: 429 de ellas por razones de violencia de género. 

En lo que va de 2022, el Centro de Estudios ha documentado 56 feminicidios en el estado. 

Las cifras del Grupo de Estudios son escalofriantes: 44% de las mujeres han sido muertas en sus hogares, 12% en un vehículo y 10% en la vía pública. 

El 70% de estas han perdido la vida por disparos de armas de fuego. El resto, a golpes, machetazos y apuñalamientos. 

Además de en sus domicilios –el dato es aterrador–, los cuerpos han sido hallados en comercios, carreteras, arroyos, canales de aguas negras, caminos de terracería y basureros. 

Hasta el 27 de mayo, las zonas más peligrosas para las mujeres en el estado de Oaxaca han resultado la región del Istmo (36% de los casos), la de la Costa (25%) y los Valles Centrales (18%). 

Pero también menudean los casos en la Cañada, la Sierra Norte y la Sierra Sur. 

En 46% de los casos documentados, las víctimas tenían entre 13 y 44 años de edad. 

Los agresores son esposos, exesposos, cónyuges, novios y exnovios: “quienes dijeron amarlas”. 

La prensa local ha documentado 14 muertes violentas de mujeres durante el mes de mayo. 

De acuerdo con GESMujer, la declaratoria de alerta emitida en 40 municipios no ha mostrado impacto alguno. El Centro de Estudios ha denunciado que las autoridades siguen sin escuchar, y que incluso periodistas y medios siguen cuestionando la forma de vestir, los horarios, las actividades, los hábitos y las relaciones de las víctimas: “las responsabilizan de los delitos de que son objeto”. 

Según el colectivo feminista Consorcio Oaxaca, la tasa de desapariciones en el estado es de 77.75 por cada 100 mil mujeres; la tasa de feminicidios, de 28.51 por cada 100 mil. 

“Son más importantes las elecciones y los discursos baratos que frenar la violencia”, denuncian. 

56 asesinatos violentos en lo que va de 2022. 

A cada una de las víctimas, les falló el Estado.