LO ÚNICO peor para la salud que el consumo de productos de tabaco es... la venta no regulada de productos de tabaco. De ahí que más de un experto se pregunta de cuál fumaron en Palacio Nacional al decidir la supuesta prohibición de los vapeadores.
PORQUE, en términos reales, lo que está haciendo el gobierno es crear de un plumazo un problema más grande del que ya existe. Cosa de ver que, por un lado, si el tabaco es tan dañino, por qué eliminar los medios alternativos de consumo ¡y no los cigarros! Por el otro, no hay ninguna claridad sobre cómo se va a aplicar el decretazo, lo que propiciará un mercado sin reglas para estos productos.
LO QUE firmó ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador fue una mera ocurrencia y en la Consejería Jurídica sufrieron para cuadrarla con el marco jurídico, lo que provocó que saliera tarde la edición vespertina del Diario Oficial de la Federación con el decreto.
PARA COLMO, la Suprema Corte emitió sus consideraciones finales sobre el tema y dejó en claro que es inconstitucional la prohibición de este tipo de productos. A ver si el decretazo no termina siendo puro humo.
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POR CIERTO que sería bueno saber si Paco Ignacio Taibo II ya dejó de fumar en las instalaciones del Fondo de Cultura Económica. A menos, claro, que la ley no aplique igual para todos los mexicanos.
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¿NO QUE muy liberales? Resulta que en la Asamblea Mundial de Salud, la delegación del gobierno de México terminó alineándose con los países mááás conservadores. Y lo peor es que, de esa forma, antepusieron sus creencias morales a las necesidades médicas de la gente.
UNO de los principales objetivos de la reunión internacional era establecer una estrategia global para enfrentar el VIH, la hepatitis "B" y las infecciones de transmisión sexual. Y aunque había un acuerdo generalizado sobre el tema, algunos países, con Arabia Saudita a la cabeza, se opusieron a que se incluyera un glosario que contenía términos como -¡uy!- sexualidad, orientación sexual y derechos sexuales.
CON el pretexto de destrabar el debate, la representación mexicana, en lugar de defender llamar a las cosas por su nombre, propuso simplemente... ¡borrar el glosario! Es decir, eliminar aquellas palabras y términos que para algunos resultaban pecaminosas. Otro golpe de la 4T a la ciencia. Uno más.
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CON TANTAS grabaciones que existen del priista Alejandro Moreno, ya se puede armar una buena playlist: "Mátame de amor, no de hambre"; "Sacaremos a ese buey de la alianza", "Lady Layda" y su gran éxito: "Nos queríamos tanto, Morena".
