EN UN NUEVO ejemplo de su doble discurso, el Presidente que proclama a los cuatro vientos la no intervención en los asuntos de otras naciones provocó una airada reacción de la Cancillería colombiana que acusa injerencismo del mandatario mexicano en su proceso electoral.
MÁS RARO resulta aún que lo haga quien hace apenas un año advertía que no se permitiría la intervención de extranjeros en los comicios de medio término en México, y quien en marzo pasado mandara una carta reprobando al Parlamento Europeo acusándolos de una supuesta "manía injerencista".
AL FINAL, no se entiende qué tiene que hacer un presidente de México denunciando una supuesta "guerra sucia" en contra de un candidato presidencial de otro país y, menos, cuando acá habrá elecciones mañana y las campañas no han sido precisamente limpias. La paja en el ojo ajeno, pues.
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LA VIOLENCIA política está desatada en Morelos y nomás no se ve que el gobernador Cuauhtémoc Blanco vaya a dar pie con bola para frenarla.
EL ATENTADO de ayer con armas de fuego contra Ángel Estrada, alcalde de Tlalnepantla, se suma al asesinato del alcalde electo de Xoxocotla, Benjamín López, en enero pasado y del secretario de ese mismo ayuntamiento, Manuel Jiménez, ocurrido en marzo.
Y MIENTRAS tanto, el ex futbolista que dizque gobierna en la entidad anda más ocupado en sus aspiraciones presidenciales -no es chiste- para 2024, que en resolver esos crímenes.
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MAL VAN las cosas en un país cuando los liderazgos políticos descalifican a sus opositores por su edad, lo que resulta una clara falta de respeto y de argumentos.
OCURRIÓ en la mañanera de Palacio Nacional en contra de Porfirio Muñoz Ledo, quien advirtió sobre un pacto entre el gobierno federal y los narcotraficantes.
Y VOLVIÓ a ocurrir más tarde cuando el dirigente nacional del PRI, Alejandro "Alito" Moreno, calificó al ex candidato presidencial de su partido Francisco Labastida como "un hombre mayor" para tratar de restar credibilidad a sus declaraciones sobre un acuerdo por el que priistas habrían apoyado a Morena en la elección presidencial de 2018.
PERO QUIZÁS lo peor del asunto es que el gobierno y la supuesta oposición recurran al mismo argumento irrespetuoso y falaz para tratar de cubrirse las espaldas.
