MUCHAS corcholatas, muchos destapes, muchas porras... ¿y los resultados? Por supuesto Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López tienen todo el derecho a suspirar por la candidatura presidencial, pero quizás sería bueno que explicaran en qué sustentan su optimismo.
PORQUE una cosa es traer la bendición de Palacio Nacional, como en el caso de Sheinbaum; o al menos la complacencia de AMLO, como Ebrard y López Hernández. Pero otra, muuuy diferente, que esos funcionarios públicos tengan resultados tangibles en el desempeño a cargo de sus responsabilidades.
¿QUÉ VA a presumir la jefa de Gobierno? ¿El criminal reparto de Ivermectina para enfermos de Covid-19? ¿O la falta de mantenimiento de la Línea 12... la 2, la 3, la 9?
NI MODO que el canciller se ufane del papelazo de México en los temas internacionales, como cuando le regatearon el reconocimiento a Joe Biden, la defensa de los dictadores de Nicaragua y Cuba, o el incumplimiento de las metas ambientales.
Y EL TITULAR de Gobernación no parece tener muchas medallas que colgarse al pecho desde que llegó a Bucareli, claro, salvo su apretón al Poder Judicial, la ruptura del diálogo con el PAN y la nula interacción, en general, con la oposición.
A MENOS, claro, que el único requisito para obtener la candidatura de la 4T sea que lo decida el dedito de Ya Saben Quién.
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CON TODO y que fueron barridos por el morenista Américo Villarreal, tanto el PAN como Francisco García Cabeza de Vaca se niegan a reconocer el triunfo el morenista en las elecciones para gobernador.
DE HECHO, todo lo contrario: están buscando cómo revertir en tribunales la derrota de César "Truko" Verástegui, quien perdió algo así como 90 mil votos ante Villarreal. Los panistas, que no la coalición opositora, están argumentando que fue una elección de Estado, pues se utilizaron recursos públicos para favorecer al candidato de la 4T. ¿Y no se mordieron la lengua?
ES QUE justo lo mismo de lo que están acusando al candidato de Morena se podría decir también del abanderado blanquiazul. Para nadie es secreto que Cabeza de Vaca hizo todo lo posible por dejar a uno de los suyos en el cargo.
AHORA lo interesante es que la impugnación electoral está en manos de un auténtico experto: el ex consejero del INE Marco Antonio Baños, quien reapareció así del otro lado de la barandilla.
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FUERTE resonaron las palabras del dirigente priista Alejandro Moreno: "necesitamos la fuerza de las bases, esa sangre nueva que tiene hambre y sed de oportunidades (...) vamos a construir las nuevas grandes victorias de nuestro partido". Lástima que tan rápido como las dijo en 2019, se le olvidaron y lo que hizo el campechano fue todo lo contrario: se olvidó de las bases, se agandalló el partido y lo llevó a un hoyo tan profundo y oscuro que más bien parece tumba.