Autoridades de San Antonio, Texas, hallaron un tráiler con 46 migrantes muertos en la localidad de Southwest Side y rescataron a 16 con vida, incluidos cuatro menores de edad.
Hasta el cierre de esta edición no se había confirmado la causa de la muerte, pero todo apunta a que fallecieron asfixiados en el remolque del vehículo, situación agravada por el calor del verano que roza 40 grados.
El canciller Marcelo Ebrard confirmó que hay tres detenidos por estos hechos, de acuerdo con la versión que el cónsul mexicano en San Antonio, Rubén Minutti, pudo recabar de las autoridades.
Sin embargo, el Departamento de Policía del condado buscaba anoche al conductor del vehículo, quien lo abandonó cerca de las vías del tren y un deshuesadero, según testigos.
Un trabajador municipal que se encontraba en el lugar fue alertado de la situación por un grito de auxilio poco antes de las 6 de la tarde, de acuerdo con el jefe de policía, William McManus.
Los agentes encontraron un cuerpo en el suelo, afuera del camión, y una puerta de acceso al vehículo parcialmente abierta.
El jefe de bomberos de San Antonio, Charles Hood, confirmó que 16 personas fueron trasladadas a hospitales por insolación y agotamiento: 12 adultos y cuatro niños (dos guatemaltecos).
El antecedente de esta tragedia ocurrió en julio de 2017, cuando la policía de Texas rescató a 38 migrantes abandonados en un camión también en San Antonio; entonces hubo 10 personas muertas por asfixia.
La Secretaría de Relaciones Exteriores desplegó ayer a personal diplomático hasta el lugar de la tragedia para corroborar si hay mexicanos entre las víctimas.
“Tragedia en Texas. Asfixiados en la caja del tráiler, según se informa. Cónsul en ruta al punto. Condolencias a las víctimas y sus familias. Aún no conocemos nacionalidades”, señaló el canciller Ebrard en su cuenta de Twitter.
A horas de conocerse la tragedia, el cónsul mexicano Rubén Minutti se trasladó al sitio.
Los hechos ocurren en momentos en que el gobierno de EU pactó con México, Guatemala, El Salvador y Honduras para frenar las olas migratorias que salen principalmente de Centroamérica.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, culpó de la tragedia al presidente Joe Biden y a su política migratoria “de puertas abiertas”.
“Estas muertes son de Biden, son el resultado de sus letales políticas de fronteras abiertas y muestran las consecuencias mortales de su negativa a hacer cumplir la ley”, señaló en Twitter.
Para el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, se trata de una “terrible tragedia humana” y sostuvo que “los inmigrantes que buscan asilo deben ser tratados como en una crisis humanitaria”.
Una vocera de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza citada por The New York Times informó que un equipo del Departamento de Seguridad Nacional se trasladó al lugar.