DICEN que en la cárcel y en la campaña se conoce a los amigos. La pelea por la candidatura de Morena a la gubernatura del Estado de México significó la ruptura del Grupo Texcoco, que encabeza (¿o encabezaba?) Higinio Martínez.
EL CACIQUE del oriente mexiquense tuvo el fin de semana un mitin que, más bien, parecía funeral, pues prácticamente sepultó sus anhelos de ser el abanderado morenista. Criticó a sus adversarios porque, dijo, ni siquiera se atrevieron a mirarlo a los ojos, en clarísima referencia a quienes fueran sus pupilos: Delfina Gómez y Horacio Duarte.
LA TITULAR de la SEP no se ha lanzado a hacer campaña tan abiertamente como Duarte, que anda más interesado en ganar la postulación que en ponerle atención a las Aduanas, donde cobra su quincena y se supone que trabaja.
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MUCHAS banderas del arcoíris y muchos carros alegóricos, pero entre tanto glitter no se ve que el gobierno federal esté realmente trabajando por la diversidad. Más de la mitad del sexenio y Andrés Manuel López Obrador sigue sin proponer que la Constitución reconozca el matrimonio igualitario. Además, México es el segundo país más violento contra las personas transgénero. Y de adopción homoparental, mejor ni hablamos. Entonces, ¿quién es el conservador? Es pregunta directa al corazón de un gobierno que se dice liberal de izquierda.
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QUIENES llevan años en el Servicio Profesional Electoral Nacional están tristes, porque los consejeros del INE los están haciendo a un lado. Para la renovación de siete presidencias de organismos electorales estatales, se decidió, según palabras del consejero Jaime Rivera, privilegiar la frescura. O lo que es lo mismo: improvisar funcionarios electorales en lugar de aprovechar los que ya están formados.
UN CASO llama la atención: el de Nuevo León, donde presidirá el OPLE una ingeniera industrial. Si bien Beatriz Adriana Camacho Carrasco proviene de Alianza Cívica y ha realizado labores de observación electoral, hay quienes se preguntan si podrá ser confirmada en el cargo.
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DONDE también quieren pasar por encima de la normatividad es en el Inegi, al nombrar como integrante de la Junta de Gobierno a Mauricio Márquez Corona, pese a que no cumple del todo con los requisitos.
LA LEY dice que debe haber ocupado, por lo menos durante cinco años, algún cargo de alto nivel en los sectores público o privado. Márquez Corona ha sido dos años director del Indaabin en este sexenio. Y antes trabajó en la delegación Hidalgo del Inegi, donde llegó a ser coordinador estatal, cargo que no se considera de alto nivel, pues está en el quinto escalón de la estructura orgánica.
FALTA VER si los senadores dan por buena su designación o si dan la pelea por mantener el Inegi a salvo de los incondicionales de la 4T.
