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EL ASALTO A LA RAZÓN

 

La Fiscalía General de la República es eficiente para fabricar presos políticos (Rosario Robles, Jorge Luis Lavalle) o encarcelar a una mujer emparentada y detestada por el titular, pero es incapaz de capturar al narco asesino de los jesuitas o a quienes, desde México, proveyeron de migrantes al tráiler de la muerte en Texas; para dejarse de cuentos y precisar el caso Emilio Lozoya o de inventar una versión distinta de la “verdad histórica” (pese a su torpe y denodado empeño).

Bajo pedido, recurre hoy al juego de formalizar chismes para llevar a prisión a dos ex presidentes.

Como lo revela el tuit del gobierno sobre Alito, de lo que se trata es de nutrir con preciados despojos a los carroñeros de Morena, con miras a las elecciones de 2023 en dos estados y la presidencial del 24.

La materia prima es cultivada en instituciones que la 4T ha degradado:

a) La Unidad de Inteligencia Financiera para irse sobre Peña Nieto por “sospechas de “irregularidades” financieras, y

 b) El binomio Secretaría de Gobernación-Comisión Nacional de los Derechos Humanos, usadas como defensoras (28 años después de cometido el magnicidio) del asesino confeso y sentenciado de Luis Donaldo Colosio, para retomar perversidades del memorable Pablo Chapa Bezanilla y enchiquerar a Salinas de Gortari.

Por graves que sean, estas puntadas mueven a risa.

Lo de Colosio es tan ridículo que supera la arenga para “desmontar” la estatua de la libertad en Nueva York.

La grotesca pantomima recuerda la del trabajador que se atreve a pedir un aumento de salario y su patrón le dice sí, que además ganará cuanto quiera; que gozará de vacaciones pagadas de dos meses con acceso a las casas de descanso y a los transportes marítimos, aéreos y terrestres del corporativo; que sus hijos tendrán becas para estudiar en las mejores universidades y que ocupará desde ya una oficina ejecutiva.

Atónito, el peticionario balbucea:

—Caray, jefe, creo que me está tomando el pelo…

—¡Pero si tú empezaste, canijo…! —le replica el patrón soltando una carcajada.

¿Cómo comenzó esta ilegal “procuración de justicia”? ­¿Cuántas barbaridades está dispuesta a cometer una Fiscalía dizque “autónoma” para satisfacer los apetitos del poder de los poderes?

El sábado, cuando un amigo me dijo que se reabrió el caso Colosio, no le creí pero, como suele suceder, cuando uno imagina que lo peor no puede ponerse pior, peca de ingenuo.

Nadie se asombre si, en lo que resta del sexenio, para la función final del circo político se multiplican las tres pistas y al respetable, ávido de dádivas, becas y ganas de sembrar arbolitos, la FGR le ofrece también estos espectáculos:

—Una carpeta de investigación contra los descendientes de Cortés por el probable asesinato de Moctezuma.

—Otra por las matanzas en Cholula y el Templo Mayor en la Conquista.

—Una más por las masacres de Tlatelolco y el halconazo.

—Y de pilón otra contra Estados Unidos por la pérdida de Texas y el robo de la mitad del territorio… 

Carlos Marín

 

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional