La construcción del tramo 5 del Tren Maya se ha convertido en un profundo conflicto entre el poder Ejecutivo y el poder Judicial, en medio del activismo del presidente López Obrador y el silencio, indiferente, de sus vecinos de Corregidora, que no han dicho este fallo es mío.

López Obrador hizo ayer una extensa defensa de la aplicación de su decreto de seguridad nacional a ese proyecto, ampliando más el conflicto que parecía que era imposible, pero lo logró.

Fue cuando argumentó sus motivos para declarar la construcción del Tren Maya como de seguridad nacional e ignorar el fallo judicial que suspende la obra en un tramo: la pérdida de dinero, la dilación en la impartición de justicia y el financiamiento del gobierno de Estados Unidos a un grupo mafioso político opositor, lo que, digo yo, por su gravedad no puede quedar en esa  sola mención.

De existir, como el Presidente de la República denunció ayer que existe, ese financiamiento de Washington a sus mafiosos opositores políticos para impedir la construcción de sus proyectos prioritarios, estamos ante una intervención inaceptable de ese gobierno, lo que, insisto, no puede quedar así y que, además, no encaja con los reconocimientos que López Obrador hace de Joe Biden, bueno, amigo y respetuoso, y al mismo practicante de ese injerencismo en su gestión de gobierno.

Se contraponen.

RETALES

1. OTRO. A este conflicto hay que añadir el derivado del recurso de los gobiernos de EEUU y Canadá que acusan al de México de violar el T-MEC en el tema energético y que el Presidente ha llevado al terreno de agresión a la soberanía nacional y del que fijará posición, como si no la hubiera fijado ya, el 16 de septiembre, en el aniversario de la Independencia nacional. No sé qué agregará, pero se da 50 días para seguir en el tema;

2. PISO. El equipo electoral de Marcelo Ebrard se reunió para exigir, más que a Morena, que no decide, sino a López Obrador, que decidirá todo, que haya piso parejo en la selección de su candidato presidencial. Cuando piden eso, al igual que Ricardo Monreal, es que no lo hay y lo ven cargado hacia Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López Hernández. De los cuatro, Ebrard es el que tiene la mejor y más amplia organización electoral; y

3. CUATRO. Morena ya tiene a su candidata para el gobierno de Estado de México, Delfina Gómez, como en 2017, pero Mario Delgado organizó una kermés en la que, con ella, son cuatro finalistas: Higinio Martínez, Horacio Duarte y Luis Fernando Vilchis. Habrá segunda vuelta para confirmarla. Esto llevará al Presidente a designar a un tercer titular de la SEP, el primero fue Esteban Moctezuma. Y el escalafón apunta al subsecretario Luciano Concheiro, pero hay un ala de Palacio que está por el titular de publicaciones, Marx Arriaga.

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