Jesús Murillo Karam, ex procurador general de la Republica (PGR), fue detenido en cumplimiento de una orden de aprehensión por los delitos de desaparición forzada, tortura y contra la administración de justicia en el caso Ayotzinapa.
El detenido fue trasladado a las instalaciones de la Fiscalía General de la República (FGR) en Tacubaya para realizar las certificaciones correspondientes y posteriormente fue puesto a disposición de la autoridad judicial en el Reclusorio Norte, donde un juez de control realizará la audiencia inicial.
Además, la institución dio a conocer que fueron libradas 83 órdenes de aprehensión por el caso de los 43 normalistas, incluidas 20 contra mandos militares y personal de tropa del 27 y 41 batallones en Iguala.
La captura de Murillo Karam se dio un día después de que la Comisión para la Verdad y Acceso a la Justicia del caso Ayotzinapa presentó las conclusiones preliminares de su investigación, en la que concluyó que se trató de un crimen de Estado.
La FGR informó que la captura se llevó a cabo afuera del domicilio del ex procurador en Las Lomas de Chapultepec “sin ningún problema”, ya que colaboró con las autoridades policiacas sin oponer resistencia, una vez que se le informó sobre el procedimiento que se estaba realizando.
En un comunicado, la institución abundó que de las nuevas 83 órdenes de aprehensión, cinco son contra autoridades administrativas y judiciales de Guerrero; 26 contra policías de Huitzuco; seis de Iguala y uno de Cocula; 11 más elementos estatales de Guerrero y 14 contra miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
Precisó que el juez segundo de Procesos Penales Federales en el Estado de México, con sede en Toluca, libró dichas órdenes por los delitos de delincuencia organizada, desaparición forzada, tortura, homicidio y delitos contra la administración de justicia.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, manifestó que el ex presidente Enrique Peña Nieto y ex titular de la Defensa Nacional Salvador Cienfuegos no son señalados como participantes directos de la llamada “noche de Iguala”.
Sin embargo, no dejó en claro si ambos puedan ser imputados por posibles omisiones en la investigación del caso o por su presunta responsabilidad en la llamada “verdad histórica”.
El Consejo de la Judicatura Federal informó que el juez de control fijó para este sábado a las 9 de la mañana la audiencia inicial del ex procurador Jesús Murillo.
En dicha comparencia judicial el juez definirá, en primer término, la legalidad de la detención y determinará si lo vincula a proceso. La defensa del ex procurador puede solicitar la duplicidad del plazo constitucional para determinar su situación jurídica.
Sanciones
Los delitos de los que se acusa a Murillo Karam pueden sumar hasta 80 años de prisión. Sin embargo, no puede ser enjuiciado por desaparición, el cual contempla una pena de hasta 60 años de cárcel, pues la Ley General de Desaparición Forzada de Personas se publicó en 2017 y el tipo penal se creó tres años después de haber sucedido el caso de los 43.
Entonces, si el ex procurador libra ese delito, la pena máxima que puede enfrentar es de 20 años.
La reforma constitucional en la materia fue publicada en 2016, cuando Murillo Karam ya tenía fuera de la PGR alrededor de un año. Fue precisamente el Caso Ayotzinapa el motivo por el que el gobierno anterior decidió tipificar el delito de desaparición forzada de personas, el cual antes no existía en el catálogo de delitos en México.
En entrevista con MILENIO, Alberto Woolrich, presidente de la Academia de Derecho Penal del Colegio de Abogados de México, manifestó: “Sería una infamia jurídica el hacer retroactiva una ley que no estaba vigente en el momento de los hechos.
“Muy a pesar de la presión que pudiera existir a nivel político o social, estos hechos no deberían modificar el cauce de la justicia”.
El delito de tortura existe desde 1991 y su última modificación se hizo en 2017; es definido como infligir a una persona “dolores o sufrimientos graves, sean físicos o psíquicos con el fin de obtener del torturado o de un tercero información o una confesión o castigarla por un acto que haya cometido o se sospeche ha cometido”.
El delito cometido contra la administración de justicia comprende “cometer actos o incurrir en omisiones que produzcan un daño o concedan a alguien una ventaja indebidos”, así como “retardar o entorpecer maliciosamente o por negligencia la administración de justicia”.
Las sanciones a quien resulte responsable de cometer este delito consisten en tres a ocho años de prisión, además de entre 30 a mil 100 días de multa, de acuerdo con el Código Penal Federal reformado en 2016.
Perfil
Jesús Murillo Karam fue titular de la PGR del 4 de diciembre de 2012 al 27 de febrero de 2015. Luego de los cuestionamientos por las pesquisas del caso Ayotzinapa fue relevado por Arely Gómez.
Es uno de los políticos más importantes del PRI, cabeza de lo que se conoce como Grupo Hidalgo; fue gobernador de ese estado entre 1993 y 1998, ha sido diputado federal y senador, además de secretario de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano.
Incluso, entre sus correligionarios se le conoce como el “padre político” de priistas como Miguel Ángel Osorio Chong, senador; David Penchyna, ex titular del Infonavit; Omar Fayad, gobernador de Hidalgo, así como de la diputada federal Carolina Viggiano.
En su partido consideraban que Murillo Karam era el contrapeso más fuerte para Manlio Fabio Beltrones, ex dirigente del tricolor. Además, se sabe que escuchaba a todos los funcionarios, como el ex secretario de Educación Aurelio Nuño y hasta el ex gobernador del Estado de México Emilio Chuayffet.
“Ha enfrentado los retos, los problemas, los conflictos que a esta administración le tocó y los ha asumido como siempre, con gran determinación, siempre dando la cara. Le tocó estar al frente de la PGR, un área donde le tocaron asumir tareas complejas y desafiantes, particularmente la investigación (del caso Ayotzinapa), como no se había hecho otra en tiempos recientes”, dijo Osorio Chong cuando Jesús Murillo dejó la institución.
Mientras que el ex presidente Peña Nieto calificó al hidalguense como un hombre inteligente y de gran habilidad política, a la vez de un ser humano que tiene compromiso con México.
“Me ha acompañado al frente de la PGR, un área de gran responsabilidad y, sin duda, desde ella le ha tocado asumir tareas complejas y desafiantes. Particularmente una última, que fue la investigación, como no se había hecho otra en tiempos recientes, sobre los hechos ocurridos en Iguala”, destacó el ex mandatario.
El 27 de agosto de 2015, Murillo Karam pasó la estafeta de la Sedatu a Rosario Robles.