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ESTRATEGIAS

 

Por enésima ocasión dos grupos se disputan la propiedad de un mismo partido político. Ha ocurrido con el PRI, PRD, PAN, Morena y ahora el Partido Encuentro Social (PES). El domingo tomó protesta el joven empresario Omar Taboada Nasser como nuevo presidente de este instituto político, y ayer otra fracción reclamó la paternidad del mismo. 

En el evento del domingo en el Holliday Inn el ex priísta, ex diputado federal por Morena y ex candidato a presidente municipal de Cuernavaca, Jorge Argüelles Victorero, tomó protesta a Omar Taboada Nasser como presidente y a Laura Elvira Jiménez Sánchez, como secretaria general. 

Ayer, en el restaurante La India Bonita, Berlín Rodríguez Soria, Moisés Agosto Ulloa, Raquel Cervantes y Liz Carrizosa, desconocieron a Taboada Nasser y exigieron una auditoría a la gestión de Argüelles Victorero pues sospechan que hubo malversación de las prerrogativas del partido. 

Se presume que en este segundo grupo está operando a trasmano el polémico Hugo Erick Flores, fundador del PES a nivel nacional. 

¿De donde surge este instituto político que a escasos 20 años de existencia ya tuvo su primera gubernatura? La historia es la siguiente: 

Encuentro Social comenzó como una asociación política nacional que surgió de agrupaciones e iglesias evangélicas: pentecostales, asambleas de Dios, bautistas, metodistas y presbiterianos que llegó a tener presencia en 30 estados y más de 180 mil afiliados. Su dirigente y fundador fue el pastor Hugo Eric Flores, integrante de un grupo neoevangélico muy cercano a la Teología de la Prosperidad.

En 2003 Encuentro Social se alió electoralmente a Convergencia por la Democracia, que después pasaría a llamarse Movimiento Ciudadano. Tres años después, con gran pragmatismo, Encuentro Social viró radicalmente en sus alianzas y convino un acuerdo electoral con los adversarios ideológicos del cristianismo evangélico mexicano. El 28 de febrero de 2006 se anunció el pacto con el Partido Acción Nacional (PAN) para apoyar la candidatura de Felipe Calderón.

En Morelos siempre se manejó como una “franquicia” adquirida por un grupo de empresarios. La primera presidenta fue Maricela Jiménez Armendariz y el secretario general Hiram Valdez Mina, pero el verdadero líder era Jacobo Mondragón Aroche, pastor del Centro Cristiano Cuernavaca ubicado en la avenida Alvaro Obregón y que después inició actividades en un monumental auditorio ubicado en el ejido de Acapantzingo, rumbo al recinto ferial. 

En las elecciones del 2012 Jacobo Mondragón pactó con el candidato del PRD, Graco Ramírez Garrido Abreu, para apoyarlo, a cambio de la dirección de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobierno, y algunas otras posiciones. 

Tres años después, comenzaron las negociaciones para que el PES apoyara la candidatura de Jorge Messeguer a la presidencia municipal de Cuernavaca. Intentaron un convenio de coalición flexible, pero el Instituto Morelense de Procesos Electorales y Participación Ciudadana (IMPEPAC) no lo autorizó bajo el argumento de que los partidos de reciente creación no pueden buscar alianzas en su primera elección para fortalecerse. 

Aún sin el reconocimiento de la autoridad, el acuerdo del PRD con el PES continuaría de facto. 

Y es que según el periódico Kronos que edita el periodista Eusebio Gimeno, el pacto fue acordado en una reunión que se llevó a cabo en el cubículo del PES al interior del INE, en el Distrito Federal, donde el hijastro de Graco Ramírez entregó una maleta con dinero y la promesa de dos vehículos al nuevo partido.

Señala como testigos de esa transacción a Hiram Mina y David Solís, “líderes de la Alianza de Pastores”, brazo político de los cristianos en Morelos, y el representante del PES ante el INE, Berlín Rodríguez. Producto de esa negociación se acordó que Marco Antonio Dorantes Martínez, un ex panista ahora al servicio de Gayosso, se integraría al PES para “palomear” la lista de candidatos. 

Pero el primer acuerdo a cambio del apoyo moral del líder cristiano fue que su hijo, Esaú Mondragón Corrales, ocupara la posición número uno en la lista de diputados plurinominales. 

El domingo 15 de marzo del 2015, última fecha para registrar candidatos ante el IMPEPAC, la gente que aguardaba a las afueras de esa institución vio llegar a un agitado Rodrigo Gayosso seguido por dos empleados. Entraron presurosos al Instituto mientras un par de guaruras esperaban afuera. 

La alarma no era para menos. Hasta el edificio del PRD en la colonia Del Empleado había llegado el rumor de que –desobedeciendo el pacto entre Graco y los pastores- los dirigentes del PES iban a registrar candidatos del empresario Arnulfo Montes Cuén, a cambio de una aportación económica. 

La presencia de “El príncipe Rodrigo” en las instalaciones del IMPEPAC sólo tenía un objetivo: que se cumpliera al pie de la letra el “Acuerdo de Berlín” (bautizado así por el nombre del representante del PES ante el INE que –dicen- presenció la entrega del dinero). 

Apenados, los dirigentes del PES en Morelos argumentaron que la gente de Montes Cuen llegó a la sede del partido y pretendió obligarlos a concederles el registro. Entre discusiones y algunos empujones, no hubo tiempo de ordenar los documentos necesarios para acudir ante el IMPEPAC. 

Además de asegurarse que los del PES registraran únicamente a los candidatos “palomeados” por Gayosso, el poderoso hijastro del gobernador resolvió mágicamente el asunto del retraso: le habló al entonces fiscal del estado Rodrigo Dorantes y le ordenó abrir un expediente por privación ilegal de la libertad. 

Así, Maricela Jiménez Armendariz, Hiram Mena Valdés y Víctor Gómez Sandoval, presidenta, secretario general y secretario de Organización y Estrategia Electoral, respectivamente, denunciaron que el domingo 15 de marzo aproximadamente a las 17:00 hora un grupo de 70 personas irrumpieron en la sede estatal de Encuentro Social, ubicado en la colonia Acapantzingo, y los obligaron a permanecer durante horas en el interior del inmueble, según quedó asentado en la carpeta SC01/2420/2015. 

Bajo esa justificación, el IMPEPAC tuvo que otorgar una prórroga para el registro de candidatos del PES. Como candidata a presidenta municipal quedó Eloisa García y como síndico Marco Antonio Dorantes Martínez. Como regidores Gretel Nancy Estreber Ramírez, Saúl Medina y Bibiana Mondragón, por parte del Centro Cristiano. 

Tal como lo tenían previsto Graco y Gayosso, el 21 de mayo la candidata a la alcaldía Eloísa García anunció su declinación a favor de Jorge Messeguer. El hecho provocó un conflicto al interior del partido porque eso no estaba dentro del “Acuerdo de Berlín”. 

El líder moral Jacobo Mondragón mostró su desacuerdo no asistiendo a la conferencia de prensa donde la ex funcionaria de la Fiscalía dio a conocer su decisión en apoyo a su ex jefe Messeguer. Dos candidatos a diputados del PES, Abraham Huesca y Alejandro Dorantes, decidieron anunciar su adhesión a la candidatura de la entonces candidata del PRI, Maricela Velázquez. 

Ironías de la vida: ni Jorge Messeguer ni Maricela Velázquez ganaron la contienda electoral, sino el candidato del Partido Socialdemócrata (PSD), Cuauhtémoc Blanco Bravo, quien después sería candidato del PES a la Gubernatura del estado de Morelos en coalición con el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y el PT. 

Por esa alianza el dirigente nacional del PES, Hugo Erick Flores, fue designado “superdelegado” de Bienestar en Morelos y desde esa posición impulsó la candidatura de Jorge Argüelles para la alcaldía de Cuernavaca en 2021. Luego vino el aparente rompimiento y la disputa por el control del Partido en la que ambas partes se hacen fuertes acusaciones. 

Normal en la política pragmática que prevalece en este país, en la que ya nadie tiene una ideología definida, sino que se mueven por sus propios intereses del momento. Pragmatismo puro pues. 

HASTA MAÑANA.

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