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TEMPLO MAYOR

 

DICEN que el poder no cambia a las personas, sino que revela quiénes son realmente. Y Andrés Manuel López Obrador ya no puede ocultar que quiere seguir en el poder más allá de lo que dure su sexenio.

Y NO TANTO porque busque reelegirse, sino porque López Obrador está repitiendo el mismo anhelo de todos los presidentes del viejo régimen, desde Plutarco Elías Calles hasta Carlos Salinas de Gortari: extender su mandato más allá de su propio gobierno.

EL PRESIDENTE anda muy insistente con que las cosas deben quedarse tal y como él las deje en 2024. Por ejemplo, palomeó a sus "corcholatas" (Adán Augusto López, Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard) que, dijo, garantizan que haya continuidad. Creó empresas militares, supuestamente, para que nadie se atreva a dejar de lado sus proyectos insignia, como el Tren Maya o el AIFA.

DE IGUAL FORMA el tabasqueño metió con calzador sus programas sociales en la Constitución y quiere incrustar la Guardia Nacional en el Ejército, para que el próximo gobierno no la desmantele como él hizo con la Policía Federal. Y ahora anunció que le pondrá candados ¡a la CFE!

HOY QUE presente su Cuarto Informe de Gobierno, a ver con qué sorpresa sale AMLO para seguir construyendo su maximato, ¡perdón!, su legado.

 

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VAYA ENREDO se vivió anoche en el Senado, donde se tuvo que repetir ¡tres veces! la votación en la que se eligió a Alejandro Armenta como presidente de la Mesa Directiva. Entre dramático y caótico fue el proceso que, al final, le dio el triunfo a Ricardo Monreal.

Y ES QUE con la designación de Armenta, quien sale muy fortalecido es Monreal, ya que no sólo libró la rebelión dentro de la bancada de Morena sino que, además, tendrá a uno de los suyos como interlocutor ante el Ejecutivo.

LUEGO del descontón que le lanzaron desde Palacio Nacional, con la ausencia de cuatro secretarios de Estado en la plenaria morenista, Ricardo Monreal devolvió el golpe desarmando la conjura, amarrando apoyos que no tenía y, claro, quedándose con la Mesa Directiva. Es por eso que hoy el senador morenista trae una sonrisa que no se le quita ni tomando aceite de ricino.

 

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¿NO DECÍA el Presidente que quienes estudiaban en Harvard sólo iban allá a aprender a robar? La pregunta viene al caso porque él mismo presumió que el titular de Litiomex actualmente estudia el doctorado en esa universidad. Su especialización es en Salud Medioambiental que nada tiene que ver con el litio, pero eso no fue obstáculo para convertirse en funcionario de la 4T. Y es que Pablo Daniel Taddei tiene las credenciales que más le interesan a AMLO: es hijo de su amigo Jorge Taddei, al que actualmente tiene en nómina como superdelegado de Bienestar en Sonora. En el Evangelio de la 4T, al pecado de Harvard lo limpian las aguas purificadoras del nepotismo.

 

 

 

 

Ámbito: 
Nacional