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REPASO

Los mensajes difundidos en la red por el gobernador o su equipo de colaboradores y “simpatizantes” ¿a sueldo?, parece que registran resultados deprimentes para su causa. O es mucha la irritación social o quienes libran en su contra la batalla en ese espacio virtual los están venciendo. Nosotros creemos que es lo primero. Por eso la convocatoria para la gran marcha que hoy tendrá lugar seguramente no se vio disminuida por quienes intentaron, a toda costa, desalentar la participación colectiva.

No le va bien al gobernador Graco Ramírez  Garrido Abreu, ni a sus panegiristas, en las redes virtuales. En particular, lo que difunden o publican en el facebock, desde luego con la intención de establecer contrapesos a las opiniones adversas que recibe a granel el mandatario estatal, se les revierten en las reacciones de las mujeres y hombres que opinan acerca del carihosco tabasqueño que mal conduce los destinos de nuestra entidad federativa. 

Allí donde se sube un video para ponderar las políticas y obras emprendidas por Graco, permea el escepticismo; allí donde un comunicador oficioso o cualquier colaborador gubernamental intentan “mejorar” con sus comentarios la imagen del presunto aspirante presidencial, se conjugan el enojo, la sorna,  el descrédito. Allí donde se lanzan aventuradas acusaciones sobre los más severos críticos de Garrido Abreu, brota el apoyo mayoritario hacia los “acusados” y el improperio hacia los “difamadores”.

Sin saber mucho de impactos mediáticos, a nosotros nos queda claro que esa estrategia de difusión oficial y de manejo del conflicto no les funciona. Y, en consecuencia, tendría que revisarse profundamente si la camorra institucional sobre los “insurrectos” es el mejor camino para sumar ciudadanos a favor del gobierno que se autonombra progresista.

El yerro mayúsculo de todo esto, probablemente intencional y perverso, es “individualizar” el conflicto, particularizar los intereses; en otras palabras, suponer o afirmar de plano que, por ejemplo, las “verdaderas” motivaciones de la gran marcha anunciada para hoy martes 16 de agosto, obedecen a aspiraciones personales de los que aparecen como líderes. Entonces las “focas” institucionales arremeten contra de ellos, con la premisa de desalentar a los otros, los muchos, los contingentes que piensan participar. Desdeñan así, de manera cuestionable, la capacidad de discernimiento de los ciudadanos y los etiquetan implícitamente como propensos a dejarse engañar por “individuos perversos”. Ese argumento ofende la inteligencia de quienes están dispuestos a tomar la calle y protestar en contra de la administración fallida de Graco.

Aún más: tras de los señalamientos en contra de los líderes del Frente Amplio Morelense o de personajes conocidos que simpatizan con las demandas que enarbolan los primeros, se esconde la cínica intención de librar de toda culpa al mandatario estatal respecto de los temas que han dañado e irritado a la población morelense.

 Sostener con afán enfermizo que tanto revuelo ciudadano para nada tiene qué ver con un clima de irritación social que se está desbordando, es pretender tapar el sol con un dedo. Si persiste la política de no ver, no hablar y  no escuchar, ciertamente las manifestaciones colectivas que sucedan, como la que se anuncia para hoy y que se augura verdaderamente multitudinaria, podrán tomar cauces que rebasen a quienes desde gobierno y poderes públicos paleros, se empecinan en negar el cáncer que están provocando.

  • De refilón

Tomamos del “Face” un texto interesante. Concuerda con lo que analizamos anteriormente, en eso de estar atentos a los reclamos y expectativas ciudadanas, sin necesidad de asociarlas subordinadas a otros fines ni a distinto interés que no sea el de la voz colectiva que pide respuesta urgente a los diversos asuntos que convulsionan el clima social en el estado. Lo escribe Rosario Vilchis:

“No estoy ni nunca he estado afiliada a ningún partido político, no pertenezco a ninguna asociación política, nadie me paga, no recibo chayote, no dirijo ningún grupo político, no trabajo para nadie, no tengo familiares políticos, Graco no es mi enemigo y tampoco quiero ser una heroína; pero como ciudadana me opongo a la barbarie a la que han llevado al estado de Morelos. Nunca antes se había visto tanta inseguridad, el asalto y robo de mi negocio, el no poder caminar libremente por mi ciudad, el vivir con miedo, cada vez más pobre y viendo que el gobernador saquea a mi estado me hace participar en las acciones para que éste renuncie. No pienso ser indiferente y comodina al ver que mi estado se desmorona y no hacer nada. No señores, me uno a la lucha. ¡FUERA GRACO!

E mail: profechon@hotmail.com

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