DE PENA AJENA fue el papelazo que hizo Hugo López-Gatell en la Organización Panamericana de la Salud al poner en duda ¡la honestidad! del organismo, pidiendo que la elección de su nuevo dirigente tuviera un recuento voto por voto. La respuesta que recibió fue contundente: las reglas estaban establecidas y todos las respetaban, por lo que no había lugar para la duda.
MÁS ALLÁ de la anécdota, lo que pasó en la OPS es un ejemplo de los malos resultados que obtiene México cuando hace a un lado el trabajo diplomático... y opta por el voluntarismo presidencial de AMLO. Junto con el fracaso de Nadine Gasman para dirigir la OPS, está también la malograda postulación de Jesús Seade en la OMC.
CUANDO las cosas se hacen por las vías institucionales, a través de funcionarios del Servicio Exterior Mexicano, negociando con estrategia, los resultados son diferentes: de 65 candidaturas a organismos internacionales, 64 se han ganado.
PERO no aprenden: el Presidente ahora quiere impulsar a Alicia Bárcena para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo. Si vuelven a dejar de lado el trabajo diplomático... ya sabemos cuál será el resultado.
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MUCHO OJO a lo que hoy suceda en la reunión de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación, pues le quieren lavar la cara o, mejor dicho, las orejas al fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia.
Y ES QUE el colaborador favorito de Layda Sansores estaba siendo investigado por la compra de un equipo de espionaje durante su desempeño como titular de la Comisión Nacional de Seguridad. Hoy debería ratificarse el asunto pero, ¡oh, sorpresa!, alguien sacó de la orden del día justamente la revisión del acta de la sesión anterior.
ANTE ESTO, la diputada María Elena Pérez-Jaén ya levantó la bandera roja y está pidiendo que se incluya el punto y, por si las dudas, una copia de la dichosa copia. No vaya a ser, dicen por ahí, que el PRI-Mor vuelva a hacer de las suyas, escondiendo en el archivo la investigación contra Sales Heredia.
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¿QUÉ HORA ES? La que usted diga, señor Presidente. Por puro capricho presidencial, la Cámara de Diputados avaló ya eliminar el horario de verano y en unos días hará lo mismo el Senado.
RESULTA tan oscurantista la decisión, que su fundamento no fue técnico, económico ni energético. El gobierno de México se inventó un supuesto estudio sobre daños a la salud (¡imagínense!) para poder volver, así lo llamó el Presidente, "al horario de Dios". ¡Ave María Purísima!
QUEDA CLARO que el problema no es adelantar o retrasar una hora el reloj de la muñeca, sino haber retrasado 50 años el reloj del país.