PUNTO Y APARTE
* EL DIABLO LOS JUNTA. El obispo de Ecatepec (Estado de México), Onésimo Cepeda, presidió el jueves de la semana pasada la misa de los Santos Óleos en la Catedral de Cuernavaca, donde lanzó críticas al gobernador Graco Ramírez. Dicho prelado, de filiación priísta, es el menos indicado para hablar sobre tópicos morelenses, pues su pasado aquí lo condena. Recuerdo por ejemplo cómo en 1985, previo a una cena con el entonces gobernador Lauro Ortega, estuvo a punto de ser aprehendido por policías judiciales bajo acusaciones de abuso sexual de menores. Y su homólogo de Cuernavaca, Ramón Castro, quien no se queda atrás en el tema, anunció para el 21 de mayo otra “marcha por la paz”, desde luego tendiente a lograr que la alta jerarquía eclesiástica de Morelos recupere beligerancia y reflectores… mientras la pederastia clerical sigue impune en la entidad. Dios los hace y el diablo los junta. *** El Congreso local tiene grandes dificultades para impedir que el dinero público sea utilizado por los presidentes municipales como una más de sus armas políticas, la cual además les resulta muy efectiva. Esa es la intención de una propuesta del perredista Javier Montes Rosales, quien en su condición de exalcalde conoce las formas de presionar a los miembros del cabildo para que se ajusten a los intereses de un presidente municipal, muchas veces ajenos a los objetivos discrecionales o personales de los regidores, ni siempre se ajustan a las necesidades sociales. Dicho legislador propuso reformar la Ley Orgánica Municipal, que de aprobarse evitaría, al menos teóricamente, la retención (por parte de los alcaldes en turno) de los pagos quincenales y otras prestaciones económicas, a los regidores y funcionarios municipales antagónicos a su gobierno. Lo anterior ha ocurrido en la tensa relación del presidente municipal de Cuernavaca, Cuauhtémoc Blanco, con varios concejales. La idea suena romántica y difícil de llevar a cabo, sobre todo cuando desde el mismo Congreso se han utilizado los recursos públicos para castigar o premiar en base a intereses políticos. *** La Comisión de Trabajo, Previsión y Seguridad Social del Congreso, presidida por Esaú Mondragón, del Partido Encuentro Social, cabildea la instalación de mesas de análisis con la participación de autoridades de la Secretaría del Trabajo, a cargo de Gabriela Gómez, los diputados de su propia Comisión y los dirigentes de los sindicatos de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como de diversos ayuntamientos que han acreditado su interés en el tema, como los de Cuernavaca y Jiutepec. El propósito de Esaú es presionar a los burócratas para negociar beneficios que ellos consideran como derechos ganados y sobre los cuales han advertido que no cederán un ápice, concretamente los términos para el otorgamiento de pensiones y jubilaciones. La negociación es un hecho a concretarse en las próximas semanas porque el Gobierno tiene interés por modificar el sistema de pensiones, de cuya necesidad está convencido el propio legislador del PES.