De todas las fichas elaboradas por el Ejército mexicano (Sedena) en la vigilancia a potenciales enemigos, entre ellos carteles de la droga, grupos de feministas, padres de niños con cáncer o defensores de la tierra, la vigilancia a los zapatistas del EZLN es la más estrecha y detallada.
La información obtenida de la masiva filtración de correos permite saber que el Ejército está obsesionado con las bases del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) en Chiapas. El seguimiento incluye detalladas fichas en las que se incluye detalles de eventos, descripción de líderes y fotografías de simpatizantes. También existe un diagnóstico sobre el futuro del grupo que ha permitido ver la fijación del Ejército con un movimiento indigenista que jamás disparó un tiro, pero que declaró la guerra al Estado en 1994.
Hasta nueve documentos distintos dan cuenta del funcionamiento de los caracoles, los movimientos del subcomandante Galeano -antes conocido como Marcos- o las actividades políticas de María de Jesús Patricio Martínez, Marichuy, precandidata presidencial en los comicios de 2018. Gran parte de la preocupación castrense sobre los indígenas tiene que ver con su postura sobre algunos de los mega proyectos impulsados por el presidente Andrés Manuel López Obrador. En el documento titulado Postura del EZLN por la construcción del Tren Maya, de enero de 2020, se revela la investigación que la Sedena realizó en las regiones con presidencia zapatistas intentando averiguar la forma en que los insurgentes actuarían contra dichas obras.
Según las conclusiones que sacan los soldados enviados al evento, las afirmaciones del subcomandante Galeano -identificado como Rafael Sebastián Guillén Vicente- sobre que el movimiento está en crecimiento, son falsas y la falta de recursos económicos han mermado el acarreo de bases de apoyo por lo que el EZLN actuará únicamente martilleando en la opinión pública nacional e internacional. “Al no tener poder de convocatoria para contrarrestar los proyectos, únicamente se limitará el discurso y a atacar de manera mediática al Gobierno federal por la implementación de mencionados proyectos, asesorados por organismos de derechos humanos y observadores internacionales”, señala el informe.
El rechazo del movimiento a dichas obras se basa en la idea de que el Gobierno y las empresas privadas extraerán los recursos naturales del territorio, incluyendo agua, maderas y minerales, por lo que el ecosistema se vería afectado. Sin embargo, según Sedena, el movimiento ha perdido adeptos gracias a la puesta en marcha “de programas sociales como ‘Sembrando vida’, que no han sido del agrado de la comandancia, o por la cooperación forzosa de 200 pesos mensuales por adulto, así como por la cooperación familiar mensual del 10 % de la venta de productos agrícolas”.
En otro PowerPoint de enero de este año, con motivo de las celebraciones del 26 aniversario del levantamiento de 1994, se confeccionó un documento donde se describe a líderes, municipios y actividades. En una de estos documentos titulado “Actividades realizadas por militantes del EZLN” se señala: “Actualmente, el Caracol II Oventic, San Andrés Larrainzar, Chiapas, es el que representa mayor relevancia, debido a los eventos que han realizado y actividades de adoctrinamiento al que asiste regularmente Rafael Sebastián Guillen Vicente (a) “Galeano”.
En otro documento, una fiesta zapatista se describe de la siguiente forma: “Fecha y lugar: 26 al 29 Dic. 2019. Caracol IV, Mpio. Autónomo 17 de Noviembre” ( Altamirano, Chis.). Actividad: “Segundo Encuentro Internacional de Mujeres que luchan”. Realizaron actividades culturales (teatro, danza, poesía y bailes regionales). Número de participantes: Aprox. 3,140 personas (760 bases de apoyo zapatistas, 800 estudiantes, 800 personas nacionales y 780 personas de apariencia extranjera de 43 países), encabezadas por Antonio Hernández Cruz (a) “Moisés”, líder actual del EZLN y Rafael Sebastián Guillen Vicente (a) “Galeano”, figura política, moral e intelectual de citado grupo. Observaciones: Concluyó sin incidentes”, señala la ficha elaborada por los militares.
Todo el documento consultado está encabezado por la palabra “confidencial”, resume y perfila a los líderes y la ubicación de los municipios autónomos. El mismo está acompañado de fotografías tomadas de forma oculta de Marichuy un grupo de simpatizantes “de apariencia extranjera” o la cantante chilena Mon Laferte, de visita en las regiones zapatistas. En el reporte incluye un mapa donde se delimita el área controlada por el EZLN, que incluye los municipios de Las Margaritas, Altamirano, Amatenango, Chilón, Motozintla, San Cristóbal de las Casas, Ocosingo, Palenque y San Andrés Larraínzar, en Chiapas.
Más allá de los montes de Chiapas, en otro documento encontrado por este periódico, un jefe militar del campo militar No.16 de Querétaro envía a sus superiores una serie de fichas con el perfil de los dirigentes zapatistas en Querétaro. En la misma, junto al nombre del espiado, se resume las actividades públicas o privadas que realiza. En algunos casos estas fichas se limitan a escribir: “realiza actividades propias de su profesión: dentista”.