Sentarse con Putin y Zelenski
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Kiev, Ucrania.- Ayer conversé con un hombre que dos días antes se reunió con Vladimir Putin y unas horas después con Volodímir Zelenski. De hecho, el diplomático argentino Rafael Grossi los ha visto personalmente varias veces durante la guerra. Él encabeza el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Si hay un peligro que aterra a la humanidad entera es que el conflicto Rusia-Ucrania derive en una catástrofe nuclear.
En la entrevista que le hice para Latinus, Grossi exhibió una gran capacidad didáctica para explicar un conflicto muy técnico (por ejemplo, cómo funciona un reactor nuclear) y muy político. Capturé 8 cosas centrales de su visión:
1.- Putin es un político totalmente racional. No es un loco que dé bandazos. Uno puede no estar de acuerdo con él, pero sus acciones responden de manera lógica a sus razonamientos, argumentaciones y a lo que él piensa. Alguien racional es también alguien predecible. Y eso tiene un gran valor en momentos de tensión.
2.- Los dos presidentes creen que pueden ganar esta guerra. Ninguno se siente vencedor, pero ninguno se siente vencido.
3.- Ni el presidente de Rusia ni el presidente de Ucrania quieren dinamitar puentes de comunicación y negociación. Hay cosas en las que saben que necesitan ponerse de acuerdo. Sucedió ya con el establecimiento de corredores humanitarios para huir de la guerra y la exportación de granos para aliviar hambre y carestía; y puede volver a suceder con la protección a la planta nuclear de Zaporiyia.
4.- El principal peligro nuclear de esta guerra no es una bomba atómica, sino que colapse la planta de energía nuclear de Zaporiyia, Ucrania.
5.- El riesgo en Zaporiyia no es porque vayan a bombardear un reactor nuclear. Los reactores resisten hasta que les choque un avión, literalmente. El riesgo es que la planta se quede sin luz por los bombardeos en los alrededores. Si se queda sin luz 48 horas, el material nuclear se derrite y se libera masivamente la radioactividad. Por eso la urgencia de establecer una zona de cese al fuego alrededor de la planta: para que no se siga yendo la luz. Ahorita hay apagones de horas. Estamos cerca de que esto pase, es probable que pase y da miedo.
6.- La posibilidad de que Rusia lance una bomba atómica contra Ucrania es muy baja. Putin cuenta con muchas herramientas más, antes de tener que agotar este último recurso. Esas herramientas, por cierto, no son poco brutales.
7.- Es un sin sentido hablar de una bomba atómica chica o un ataque nuclear táctico. La potencia de las armas nucleares actuales generaría -aun cuando no cayera en una ciudad híperpoblada- un desastre humanitario tan cruel y despiadado que desataría una escalada en cualquier conflicto.
8.- Esta guerra va para largo.
SACIAMORBOS
Un mexicano que se sienta con Putin y Zelenski. Si observamos con detenimiento las fotografías de las reuniones de temas nucleares de los presidentes de Rusia y Ucrania, detectaremos a un mexicano en la mesa con ellos. Es Diego Cándano, joven estrella de la diplomacia nacional y brazo derecho de Grossi en el OIEA.