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JAQUE MATE

El amiguismo

"Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y nepotismo, ninguna de esas lacras de la política. MORENA debe ser faro de moralidad".
Andrés Manuel López Obrador, 2015.

Andrés Manuel López Obrador ha sido desde hace años uno de los mayores críticos del amiguismo y el nepotismo en el gobierno. Como Presidente, sin embargo, no solo ha adoptado la práctica, sino que la ha multiplicado sin rubor.

El 13 de junio de 2019, cuando su gobierno era todavía joven, emitió un memorándum tajante destinado a sus propios funcionarios: "Me dirijo a ustedes con la instrucción clara y precisa de no permitir, bajo ninguna circunstancia, la corrupción, el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, ninguna de esas lacras de la política del antiguo régimen".

En múltiples ocasiones ha reiterado en discursos esa posición. El 1o. de julio de 2019, en uno de sus muchos informes, expresó: "Ya no se tolera ni se permite la corrupción desde la Presidencia; están prohibidos el nepotismo, el amiguismo, el influyentismo y cualquier otra práctica del antiguo régimen". El 7 de febrero de 2022 declaró: "He sido muy claro que el pueblo nos eligió para acabar con la corrupción, con la impunidad, para que no haya amiguismo, influyentismo, nepotismo, ninguna de esas lacras de la política, y hemos actuado con honestidad y lo vamos a seguir haciendo". Y así, muchas veces más.

López Obrador, sin embargo, ha sido uno de los gobernantes que con mayor descaro ha recurrido al amiguismo y al nepotismo. Uno de los muchos casos lo vimos la semana pasada cuando, en medio de las delicadas consultas con Estados Unidos y Canadá por las violaciones al T-MEC de la legislación energética nacional, reemplazó a la respetada subsecretaria de Comercio Exterior Luz María de la Mora por el joven Alejandro Encinas Nájera, quien carece de experiencia en comercio exterior, pero sí tiene la distinción de ser hijo del subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Alejandro Encinas, amigo y colaborador del Presidente desde hace décadas.

Al hacer designaciones a cargos públicos, AMLO nunca ha ocultado que para él la lealtad o la obediencia, que él llama "honestidad", son más importantes que la capacidad. Quienes tienen ideas distintas a las suyas son calificados en automático de corruptos, neoliberales, conservadores o traidores a la patria. En este contexto hay que entender la declaración del 13 de agosto de 2019: "Yo tengo que echar mano de instituciones y de servidores públicos honestos, porque eso es lo principal; 99 por ciento es honestidad, 1 por ciento es capacidad". La obediencia es el criterio fundamental para un cargo en su gobierno, y eso le ofrece ahora el hijo de su amigo.

Una de las razones del mal desempeño del gobierno ha sido la designación de funcionarios con poca o nula capacidad para los cargos que ocupan. Encinas Nájera podrá ser, quizá, un excelente profesional; tiene una maestría en ciencias políticas de la Universidad Autónoma de Barcelona, pese a que el Presidente también considera corruptos a quienes estudian en el extranjero. En el complejo tema de los acuerdos internacionales de comercio que ahora le tocará negociar, sin embargo, su experiencia es cero.

Alejandro Martí dijo hace años: "No sigan ocupando las oficinas de gobierno, no sigan recibiendo un sueldo por no hacer nada, que esto también es corrupción". Solo que un gobierno que llegó al poder con la promesa de combatir la corrupción, el amiguismo y el nepotismo, hoy los ha convertido en parte esencial de sus decisiones.

· SIN CASH

Hay mucho debate sobre la veracidad de lo que se narra en el libro El rey del cash`de Elena Chávez, pero el propio Presidente confirma detalles. La autora señala, por ejemplo, que AMLO nunca traía dinero y dejaba que los demás pagaran todos sus gastos. Este 14 de octubre él ratificó en su mañanera: "Llevo décadas sin tener una cuenta de cheques, no traigo cartera".

Ámbito: 
Nacional