Defender a México
de la CNTE
La CNTE está desatada con un festín de violencia y agresiones a mexicanos indefensos y cumplidores de la ley, por lo que es urgente que el gobierno use sus facultades para frenar el vandalismo.
La aprobación del gobierno está baja (23 por ciento) y eso lo debilita para frenar a los violentos.
Pero si no usa la autoridad que la ley le confiere, se va a quedar en ceros.
Tenemos autoridades elegidas democráticamente, que a pesar de la baja popularidad tienen el mando en el país, y están obligadas a defender a México.
Es México el que está siendo agredido por la CNTE, y hasta ahora no hay quién defienda al país.
Ayer se reportó que incendiaron 14 camiones y autobuses en Michoacán.
Anteriormente, dice el corresponsal de EL FINANCIERO, Arturo Estrada, grupos de alrededor de 100 normalistas despojaban a los choferes de los automotores y los concentraban en comunidades (tienen cerca de 200 autobuses y unidades de transporte robadas).
Pero la estrategia ha dado un giro importante, informa Arturo Estrada, toda vez que ahora no más de diez estudiantes con el rostro cubierto roban los vehículos y de inmediato los rocían con gasolina y les prenden fuego en las carreteras.
El Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) estima que por los vandalismos de la CNTE habrá una desaceleración económica para el segundo semestre del año que se calcula en 0.2 puntos del PIB (unos 36 mil millones de pesos).
Y la Concamín informa que los sabotajes de la Coordinadora afectarán la creación de 60 mil empleos.
Personas que quieren y necesitan trabajar, no lo podrán hacer por los efectos nocivos de la CNTE en carreteras, vías férreas y centros comerciales.
Están dañando a México y las autoridades tienen la obligación de defender al país.
Siguen en huelga y amenazan con no volver a clases si no les dan por escrito y firmados los compromisos asumidos por el gobierno.
Niños que quieren y necesitan estudiar, no lo pueden hacer.
Y a cambio el gobierno les ha dado una amplia gama de concesiones, mientras ellos abusan y siguen delinquiendo.
Peor aún: los vándalos de la CNTE ponen el ejemplo de que la violencia y el salvajismo son bien recompensados. No puede ser.
A los líderes de la Sección 22 los sacaron de la cárcel –sin siquiera pagar la fianza–, a pesar de haberlos acusado de homicidio, secuestro, robo, fraude, lavado de dinero, tomar la refinería de Salina Cruz, robar y quemar libros de texto gratuito, sabotaje a las vías de comunicación…
Ni Elba Esther Gordillo tiene tantos cargos en su contra como ellos, y salieron libres gracias a que son violentos.
Se eliminaron los operativos federales contra los bloqueos, se puso a revisión la evaluación educativa y, como apunta Rubén Cortés en su columna de ayer en La Razón, se le dio a la CNTE la facultad de interlocución como organización política.
Todo eso les han dado. Todo eso les han perdonado.
¿Para qué?
Para que sigan delinquiendo y pongan de rodillas a la gente de paz y de trabajo de un gran país que es preciso defender.
Twitter: @PabloHiriart