Samuel Nava debe irse
El área de Servicios Periciales es una de las columnas vertebrales de cualquier Procuraduría de Justicia hoy llamadas Fiscalías Generales. Un mal peritaje puede cambiar el rumbo de una investigación, propiciar impunidad y dejar en ridículo a toda la institución, y aunque las necropsias las realizan médicos forenses, a final de cuentas el responsable es el director del área, quien debe responder por los errores de su personal.
Lo anterior viene a colación porque -otra vez-hay un peritaje que tiene al área de Servicios Periciales de la Fiscalía morelense “en el ojo del huracán”. Se trata de la necropsia a la joven Ariadna, de 25 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado cerca de la carretera La Pera-Tepoztlán, la mañana del 31 de octubre.
La primera versión del caso indica que el pasa-do 30 de octubre, Ariadna salió alrededor de las 21:00 horas de un bar ubicado en la colonia Condesa, de la capital mexicana, tomó un taxi para irse a su casa, pero nunca llegó. No obstante, las declaraciones que hicieron las personas que vieron a Ariadna con vida por última vez indicarían que no tomó un taxi en la Ciudad de México luego haber salido del bar, sino que se trasladó por sus propios medios a un departamento en la misma zona, pero no volvieron a saber de ella.
Las autoridades de la Ciudad de México aseguran que, de acuerdo con las primeras investiaciones, la muchacha asistió con un grupo de amigos a un restaurante Fisher’s en la Ciudad de México, donde consumieron alcohol durante toda la tarde, y después se trasladaron a un departamento del novio de una de sus amigas.
Fue hasta el cuatro de noviembre cuando el fiscal de Morelos, Uriel Carmona Gándara, salió a ofrecer información al respecto acompañado por la fiscal especial de combate al feminicidio, Fabiola Betanzos, y el director de Servicios Periciales, Samuel Nava Vázquez, quien ya es la segunda vez que ocupa dicho cargo.
“Hasta el momento, lo que nosotros tenemos corroborado jurídica y científicamente es que la causa de muerte de Ariadna N es por una grave intoxicación alcohólica y una consecuente broncoaspiración. No encontramos en ella huellas de violencia”, dijo el fiscal, lo que desató la furia de los internautas desde el mismo momento en que se transmitía en vivo la conferencia de prensa.
“Cuánto te pagaron?”, cuestionaban con insistencia en los comentarios de Facebook Live.
Los funcionarios morelenses fueron muy criticados en redes sociales por haber resaltado en primer término el hecho de que la fémina murió por una “megapeda” (traducido al idioma de los chavos) y sin dar mayores detalles sobre la forma como el cuerpo llegó hasta Tepoztlán, pues eso se estaría determinando coordinadamente con la Fiscalía de la CDMX.
Ayer, al momento de estar redactando la presente columna, trascendió en medios electrónicos la detención de una joven de 20 años identificada como Vanessa, “identificada como coautora del feminicidio”. Alrededor del mediodía, y en domingo, la fiscal Ernestina Godoy ofreció una conferencia de prensa en la que proporcionó da-tos totalmente diferentes a los que en su momento proporcionó la Fiscalía local.
La fiscal Godoy explicó que se realizó una nueva necropsia al cuerpo de la joven, por parte del Instituto de Ciencias Forenses de Tribunal Superior, en colaboración con peritos de la Fiscalía. “Esta necropsia estableció que el cuerpo de la joven presentaba diversas lesiones por golpes, por lo que se determinó que el motivo del fallecimiento fue un trauma múltiple que se clasifica de mortal”, comentó.
Los peritos tuvieron acceso a imágenes de cámaras de videovigilancia particulares de un inmueble ubicado en la colonia Roma Sur, que mostraron que el pasado 31 de octubre por la mañana “un hombre salió de un departamento cargando en el hombro a una mujer que se apreciaba inconsciente e inmóvil”.
“Posteriormente se observa al individuo dirigirse al estacionamiento para subir a la mujer a una camioneta. Este hombre fue identificado como Rautel ‘N’, al contar con las mismas características físicas de quien se presentó al velorio de la víctima, lo que permitió identificarlo como la misma persona que aparece en la imagen”, apuntó la fiscal.
Por ese motivo, se realizó un cateo en el inmueble. A pesar de que había sido limpiado previamente peritos hallaron, con pruebas de luminol, “presencia de sangre en el piso de la sala y en un cojín, así como en la recámara”.
En la propia conferencia de prensa le pidió a la Fiscalía General de Justicia del Estado de Morelos que decline su competencia sobre el caso y envié a la Ciudad de México la carpeta de investigación sobre la muerte de la joven, con todas las diligencias realizadas y los indicios recabados.
¿Qué habría pasado si no interviene la fiscalía capitalina? La mujer habría sido enterrada o cremada con la vergüenza de haber muerto “en una borrachera”, en tanto que los responsables seguirían disfrutando de su vida de excesos.
En redes sociales se maneja la versión de que Rautel tiene nexos con la delincuencia organizada, que lava dinero de La Unión Tepito y que tanto Ariadna como Vanessa trabajaban para él.
Hoy es el hombre más buscado en el país, y dependerá de las autoridades federales qué tanto quieran ahondar en sus actividades.
Pero en la Fiscalía de Morelos el director de Servicios Periciales Samuel Nava Vázquez debe presentar su renuncia. Ya le han perdonado muchas, desde su incapacidad manifiesta para el manejo de los cadáveres de Semefo, la exhumación de restos humanos en las fosas de Tetelcingo y Jojutla, hasta dictámenes que resultan francamente inverosímiles.
Uno de ellos, el de la joven mujer que supuestamente falleció tras ser atacada por su propia mascota, un perro Rottweiler, hace algunos meses en Lomas de Ahuatlán. Antes, el caso del médico del Seguro Social, David Armando Suayfeta Méndez, quien perdió la vida a bordo de su camioneta estacionada en el hospital de Zacatepec mientras descansaba.
En esa ocasión hasta una conferencia de prensa hicieron para que un especialista diera detalles la mecánica de hechos: “El cadáver presentó de manera externa lesiones por exposición directa al fuego en el 85 por ciento aproximadamente de la superficie corporal, al realizar la necropsia de ley, se establece como causa del fallecimiento, congestión visceral generalizada, con datos macroscópicos en tráquea que determinan que el hoy occiso inhaló monóxido de carbono.
“De manera inicial se establece que el hoy fallecido habría salido a descansar al interior del vehículo, accionando el aire acondicionado y quedándose dormido cuando inició el fuego por una falla eléctrica en el automotor, quedando inconsciente por la inhalación de humo”.
No dudamos del profesionista que ofreció el dictamen, pero hoy sabemos que el doctor Suayfeta sería testigo en un juicio contra una persona privada de su libertad con cargos bastante fuertes, y que por la falta de ese testimonio hoy está libre. Demasiada suerte ¿no cree usted?
HASTA MAÑANA