El polémico obispo Onésimo Cepeda, que vaya que sabe de política y especialmente del estado, habló de inseguridad y no se anduvo por las ramas para eso de buscar culpables de la violencia que se ha recrudecido en las últimas semanas y días aquí en Morelos.
Quien es considerado fiel consejero y padrino de muchos políticos morelenses y del país, mismos que recurrentemente lo buscan para su bendición, se fue derecho en sus declaraciones sobre el estado de las cosas que hay en la entidad y culpó al gobernador Graco Ramírez, quien por cierto hace poco anduvo por allá en Inglaterra presumiendo a la policía de Scotland Yard su modelo de mando único. ¡No bueno, imaginemos como quedaron los ingleses con la boca abierta…!
Bien a bien, no se sabe qué motivaron las declaraciones del obispo que durante muchos años ofició en Santa Catalina misa y desde donde era afecto de muchos hombres y mujeres de la política morelense, pero sus dichos debieron haber calado fuerte a las autoridades del estado debido al influyentísimo del goza el prelado aquí y en todo el país. Seguramente tuvo una larga plática con el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro, del que bien su sabe su posición frente a la violencia, la inseguridad y el fracaso de la estrategia oficial para tratar de remedir, sin éxito, lo que a todas luces es la peor pesadilla de los ciudadanos morelenses y de muchos visitantes. Es más, el obispo de esta ciudad debió quejarse amargamente del acoso del que ha sido objeto debido a su abierto rechazo al modelo del mando único, y a la política mediática del gobierno del estado por insistir en que en la tierra de Zapata no pasa nada.
El hecho es que seguramente para la Iglesia Católica y por los constantes reproches que se advierten de varios obispos en todo el país, el tema de la violencia y la inseguridad, pero también el de la indolencia de los políticos y gobernantes, ha llegado a límites en los que ya no se pueden quedar callados ni mucho menos ser comparsa de las propias autoridades. Aquí en Morelos, el obispo Ramón Castro ha hecho un nuevo llamado a la grey para salir a las calles el próximo 21 de mayo en lo que serán la segunda marcha por la paz en lo que va del año, convocatoria que como ya sabemos, despertará la simpatía de los más pero también la crítica y la censura del poder público y de quienes, a pesar de la extrema violencia y la desesperanza de la población, han preferido desde diversos espacios del poder defender lo indefendible, o bien enterrar la cabeza.
Ya sabemos que Onésimo Cepeda no se anda por las ramas y cuando se trata de criticar no se queda a medias, y como en el caso de Morelos, para nadie es un secreto donde están, quiénes son y qué no hacen los responsables de que a diario y en todas partes corra la sangre y detengan la masacre que enluta todos los días a las familias de muchos morelenses…
BREVES: ¿Cuál crisis? Ni la inseguridad que galopa en todo el país ni mucho menos la crisis económica que tiene por las nubes al dólar y por los suelos los precios del oro negro mexicano, inhibe a los paseantes y vacacionistas que llenan los principales destinos turísticos. En Morelos los balnearios, hasta los que sufren desolados la mayor parte del año, estuvieron al topo durante la semana mayor de vacaciones y se espere que continúen así en lo que resta de la temporada, aunque desde el pasado fin de semana cientos comenzaron el regreso a sus lugares de origen, principalmente en la capital del país y en las principales ciudades. Por cierto que una de las malas pasadas que enfrentan los viajeros son las pésimas condiciones en las que se encuentran algunas carreteras en diversas zonas y regiones, donde es evidente la falta de inversión en mantenimiento y conservación. Asimismo, priva en muchos casos en pasos urbanos la mala planeación y la falta de ingeniería vial para hacer más ágil el tránsito de los automovilistas. Un ejemplo claro lo son las ciudades de Temixco aquí en la entidad y de Taxco de Alarcón en Guerrero, las cuales ante la oleada de paseantes y el escaso o de plano inexistente apoyo vial, hace del paseo una pesadilla para muchos…
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