PONGAN mucha atención porque en estos días se le podría dar validez legal al truco de Morena para hacer precampaña de manera burda, pero disimulada.
EL PARTIDO de Andrés Manuel López Obrador ha recurrido a la figura de "promotores de la soberanía nacional" para darle a sus precandidatos un membrete y un pretexto para recorrer sus estados o municipios, a fin de promocionarse muuucho antes de que empiecen legalmente las campañas.
ASÍ han hecho proselitismo Delfina Gómez en el Edomex; David Monreal en Zacatecas; Cuitláhuac García en Veracruz; y recientemente Armando Guadiana en Coahuila.
LO MISMO hizo Soledad Luévano y ganó la alcaldía zacatecana por apenas 500 votos, pero su triunfo fue impugnado, precisamente, por actos anticipados de campaña. El tribunal electoral local anuló su victoria, y ella impugnó ante la justicia federal.
Y ES JUSTO la Sala Regional en Monterrey del Tribunal Electoral federal la que decidirá si da por buena la transa de Morena y le devuelve la alcaldía a Luévano, o si mantiene la anulación.
HASTA ANOCHE, previo a la sesión, los magistrados seguían discutiendo ese peliagudo asunto.
POR CIERTO que el lunes inicia la pasarela de candida- tos a ocupar una de las 7 plazas de magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
SON 42 aspirantes los que deberán presentarse ante el pleno de ministros de la Suprema Corte para defender su candidatura.
EL PROCEDIMIENTO establece que la SCJN elegirá a 21 de ellos para integrar siete ternas. Lo interesante es que, según se comenta en los pasillos del máximo tribunal, los ministros quieren que tres magistrados surjan de la carrera judicial, tres del ámbito electoral y el último que provenga de la academia.
OJALÁ que la participación de la Suprema Corte en el proceso logre acabar con la tentación de los senadores de repartir esos siete cargos como acostumbran: por cuotas partidistas.
DECÍAN QUE era mala leche, pero al final Liconsa tuvo que reconocer y dar por buenos los reclamos de los productores lecheros.
TAN ES ASÍ que ayer mismo el director del organismo, Héctor Pablo Ramírez Puga, tuvo que trasladarse a Jalisco donde anunció una inversión de 381 millones de pesos -adicionales al presupuesto de este año- para comprar 73 millones 816 mil litros de leche.
ESTO, obviamente, luego de que los productores denunciaron que Liconsa paga a precio de oro la leche que importa -un sobreprecio de ¡31 por ciento!-, en lugar de aprovechar la producción nacional. El que con leche se quema... ni con discursos se cura.