Garantía para el trabajo
El objetivo es que el ciclo escolar arranque el lunes próximo sin contratiempos. La educación de niños y jóvenes es prioridad nacional.
El presidente de la República tiene la expectativa de que todos los maestros jalarán parejo y se presenten en los salones de clases.
La gran mayoría así lo hará. Hay muchos maestros que ubicados en las localidades controladas por la CNTE que quieren dar clases, pero que están intimidados. Tienen motivos.
La exigencia es que el Estado mexicano, en los tres niveles de gobierno, brinde las garantías necesarias para que todo aquel maestro que quiera hacerlo pueda dar clases.
No se pueden repetir, por ningún motivo, las escenas de maestros humillados por compinches de la CNTE porque trataron de trabajar.
Jalar, sí, pero con garantías de seguridad.
Por su lado
Los diputados del Partido Verde harán su reunión plenaria por su lado, sin incluir a sus colegas y aliados del PRI.
La decisión tiene jiribilla. Algunos la vinculan con los desencuentros violentos entre verdes y priístas en Chiapas, donde la sangre llegó al río.
Otros afirman que se trata de afinar qué negociarán con el PRI y el gobierno en el inminente periodo ordinario de sesiones.
Hay que señalar que si bien a la plenaria, que se realizará 24 y 25 de agosto, no van los priistas sí asistirá un buen número de secretarios de Estado, comenzando por Videgaray, Osorio y Nuño.
Timing incorrecto
Contener a los grupos de la delincuencia organizada requiere de acciones contundentes por parte de la autoridad.
Para que una irrupción de fuerzas federales en una guarida de delincuentes, como ocurrió en el caso de los sicarios del Cártel Jalisco Nueva Generación en un rancho de la localidad de Tanhuato, tenga éxito, tiene que ser rápida y sin miramientos.
El informe de la CNDH sobre este caso tiene un aspecto que desconcierta: el manejo de los tiempos.
Lo que preocupa al gabinete de seguridad es que se divulga justo cuando ese mismo grupo delictivo, dominante en el occidente del país, ha desafiado de nueva cuenta al Estado mexicano con el levantón en Puerto Vallarta que puede dar lugar a una guerra de cárteles.
La señal de Roque
En diversas ocasiones en las últimas semanas integrantes de la jerarquía católica han quebrado la normatividad en su cruzada contra los matrimonios igualitarios.
Los obispos de algunas plazas han llamado de manera abierta a la desobediencia civil y en otras se han sumado a la petición de tumbar autoridades legalmente constituidas.
Calificar ese comportamiento como “libertad religiosa”, como lo hizo Humberto Roque, equivale a extender un cheque en blanco para que sigan actuando fuera del marco legal.
La libertad religiosa no incluye el ataque a la ley y a las instituciones, como lo ha hecho un sector del alto clero, con el visto bueno de Roque Villanueva. Ahora será muy difícil contenerlo.
Dejar que todo mundo se salte las trancas es un atajo a la ingobernabilidad.