La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, informó que el viernes recibió una notificación de la Comisión de Quejas del Instituto Nacional Electoral que la obliga, como medida cautelar, a deslindarse de la propaganda que la impulsa para las elecciones de 2024.
El aviso asienta que la suscrita ha tenido conocimiento de la existencia y uso del hashtag #EsClaudia en distintos espacios de la (sic) Ciudad de México y otras ciudades del país, ya sea a través de lonas, pinta de bardas o en redes sociales.
Pese a que para ella eso “no es el fondo del asunto”, acató la orden y hasta publicó tal cual el texto (con el que dijo no estar de acuerdo) que se le pidió difundir.
La razón de la medida, sin embargo, no solo es clara sino favorece sus aspiraciones políticas porque, al marcar su raya frente a los promocionales que la promueven para 2024, esteriliza el sospechosismo sembrado por quienes piensan que su propaganda se financia con dinero público en abierta precampaña ilegalmente anticipada.
En vez de simplemente cumplir el dictado de la autoridad electoral o inclusive agradecer que lo único que se le pidió fue deslindarse, la señora hizo una lectura equivocada y lanzó un reproche sin sentido al escribir:
“Con ello, una vez más el INE demuestra su sesgo, talante antidemocrático y conservador, al ordenarme que en medios de comunicación social y con recursos públicos pida a la ciudadanía que no ejerza sus libertades”.
¿De dónde habrá sacado que se le ordenara tamaña estupidez?
Según ella, “es verdaderamente increíble que el INE, que supuestamente es garante de la democracia y la libre expresión, imponga esta medida que a todas luces tiene un carácter de parcialidad y autoritarismo”.
Más alejado del simple deslinde que dicta la medida cautelar a su corcholata, el presidente López Obrador aprovechó el incidente para volcar su inquina contra el INE, achacándole un imaginario atropello a la libertad de expresión:
“Pues que ‘el INE no se toca’, dicen los conservadores. Es una superestructura de poder, desde luego de facto, de hecho, porque de manera evidente, notoria, pública, están violando el artículo sexto y séptimo de la Constitución General de la República pero, como ‘no se toca’, son los intocables de la mafia del poder, los protegen, hasta hacen marchas los conservadores para proteger ese tipo de violaciones flagrantes a la Constitución”, dijo ayer, y se fue de largo:
“El artículo sexto había sido intocable hasta que llegó el más ‘intocable’ de todos, y ahora quieren que se aplique aquello de que no se puede tocar al intocable”.
Pidió que proyectaran los artículos aludidos para llevar agua a otro de sus molinos:
“Porque tiene que ver con los medios. Y da vergüenza que sean los medios de información al servicio de los conservadores los que apoyen esta decisión del INE, que es contraria a la libertad de expresión, de manifestación”.
Y recordó luchas históricas (desde el siglo XIX) por una “libertad de expresión” que nadie le ha conculcado a Sheinbaum ni a nadie más...