Incognitapro

EL ASALTO A LA RAZÓN

Las prisas por demoler

Luego de chatarrizar los sistemas de salud y educación públicos y la defensa de los derechos humanos, la prisa por demoler normas e instituciones para deformarlas a conveniencia de la 4T se confirmó cuando la semana pasada, en un solo día, morenistas y morenianos en San Lázaro aprobaron los parches electorales sin siquiera leerlos, pero colando las ofensivas aberraciones que el presidente López Obrador quiso minimizar llamándolas “travesuras de los duendes”.

Igual celeridad se dio en el Senado este lunes con la aprobación unilateral de la Comisión de Gobernación de lo que debió discutir también con la de Estudios Legislativos Segunda, misma que hasta la tarde-noche de ayer sesionó por su lado.

En esa Cámara, según el morenista incómodo Ricardo Monreal, no se actuaría con la misma rapidez que en San Lázaro (ni con idéntica irresponsabilidad, cabe añadir), pero en la olla está ya una variante de la misma porquería.

Si hoy quedan palomeadas las reformas a las leyes y se corrigen los añadidos que impusieron los vivales del PT y el Verde alcahueteados por Morena, lo que procede será regresarlas a la Cámara de Diputados para su revisión por las comisiones correspondientes y pasen al pleno para su votación.

En teoría se abre una disyuntiva: a) que la diputación cuatroteísta esté de acuerdo, las apruebe ipso facto y las publique, lo cual es muy, pero muy probable, o b) que no lo estén y el paquete-bomba se abra hasta el próximo periodo ordinario de sesiones (lo que precisamente no quiere López Obrador).

Todo pinta para que el siniestro propósito de mutilar al Instituto Nacional Electoral se cumpla, privándolo de recursos humanos, administrativos y económicos para que siga operando con su reconocida eficiencia.

Una idea del descuartizamiento la da el hecho de que 85 por ciento de los poco más de dos mil 500 profesionales en materia electoral y que ingresaron al INE por concurso será echado a la calle: aproximadamente dos mil 200 jóvenes que soñaron estar “construyendo el futuro”.

Tal como sucedió con la desaparición del Seguro Popular y la contraproducente invención del Insabi o la “estrategia” contra la pandemia y la política de vacunación, cuando las mejores eminencias médicas y los ex secretarios de Salud pidieron sin éxito que se corrigiera, irreprochables consejeros y presidentes del IFE y el INE alertan sobre la destrucción de lo hecho en 30 años y el grave riesgo en que se pone a la democracia con las innecesarias, sectarias y destructivas modificaciones a las normas y las instituciones electorales.

Con el atentado que está por consumarse, el INE perderá su capacidad para organizar elecciones libres y se siembra la incertidumbre social.

Se pasa por alto que para mejorar lo que sea lo primero no es descomponer, sino proteger lo que sin duda funciona.

Morena se alzó con el poder de los poderes y dos tercios de las gubernaturas con lo que hay sin que se produjera un solo conflicto poselectoral, pero la ingratitud y la perfidia está en su ADN…

Carlos Marín

cmarin@milenio.com

Ámbito: 
Nacional