Graco no es interlocutor; ¿Gobernación sí?
Hacen bien las más de cien organizaciones en desconocer como interlocutor al desgobernador Graco Ramírez, porque es incapaz de ver que los morelenses no lo quieren aquí, que ha fallado en todo, excepto en imponer sus perniciosas ambiciones y las de su grupo. La pregunta ahora es: ¿la Secretaría de Gobernación será un interlocutor capaz de poner freno al dictador?
El recuento del desastre del gobernador en toda su administración, pero muy particularmente en la última semana, ya todos lo conocemos, sólo que esta vez, en su desesperación, los errores son cada vez mayormente fatales –por suerte- para que ahora, si no se cae, se ande con tiento de cara a la sociedad.
Lo que hay que preguntarse ahora es:
1.- La Secretaría de Gobernación se ha percatado del nefasto y entreguista delegado que puso en la entidad, que también se vendió a Graco y que no trabaja para Miguel Ángel Osorio Chong?
2.- ¿Entiende la Segob lo que está en juego si no interviene? A saber:
a) El riesgo de la represión de un dictador, con muertos y heridos…
b) Que Morelos es cuna de la Revolución y que, por tanto, su gente detesta a los modernos hacendados como el actual tirano…
c) Que el número de descontentos como grupos y como individuos de esta sociedad es lo suficientemente amplio como para detener las maniobras del desgobernador…
d) Que los enfrentamientos con la sociedad como en Oaxaca, Chiapas y otros puntos de la República no deben ser repetidos por la Segob, so pena de que la sangre llegue al río…
c) Que la relación con la iglesia, que acusa a Peña Nieto de traidor, no es azul cielo paraíso como para echarle más leña al fuego, con un tirano que quiere encarcelar al Obispo de Cuernavaca…
d) Que las universidades del país pueden unirse en Morelos para defender la autonomía de las máximas casas de estudios. Y, si de paso, se entiende que justamente al gobierno le va mal por meterse con la educación, como la disidencia magisterial y el Instituto Politécnico Nacional…
e) Que a menos que Graco sea aliado, cómplice o socio del Gobierno de la República, no hay por qué defenderlo…
f) Que si Graco mucho hace ya no puede salir a la calle por temor a ser jitomateado, ya tampoco se pueden parar aquí numerosos representantes federales, como el propio titular de la Segob, porque corren el riesgo que el mismo desgobernador, a menos que se reúnan clandestinamente a tomarse la foto en un lugar cerrado…
3.- Entiende Miguel Ángel Osorio Chong que de no mediar para la salida del dictador, o por lo menos para frenar sus ambiciones desmedidas, su represión y amenazas contra la sociedad, el siguiente paso de los morelenses será buscar al Presidente de la República?
Los movimientos opositores y la sociedad morelense al fin entendieron que por la vía legal, puesto que Graco tiene comprados a todos, no iban a ningún lado, por lo que la siguiente opción es la política, en momentos en que el Gobierno de la República no las tiene todas consigo y que, prácticamente, también tiene a todos los sectores en pleno descontento y en su contra.
Pero algunas recomendaciones para los opositores a la dictadura Graconeana:
1.- Hay que desmantelar todas las redes que creó el desgobernador, tanto en los poderes Legislativo como en el Judicial, en la Comisión Estatal de Derechos Humanos, como entre los partidos políticos cómplices del dictador.
2.- Que su objetivo no puede detenerse sólo en el hecho de que Graco desista de deshacerse del rector y darle un golpe de estado, o que dé marcha atrás en el Morebús, entre otros muy particulares. Si se quedan sólo con eso, habrán dado muestra de que el dictador tenía razón al ir en contra de ellos porque resultarían de la misma calaña.
3.- Que la nefasta coyuntura que Graco ha significado en la vida de Morelos sirve para elevar la altura de miras y ambicionar una democracia, ejemplo a nivel nacional, y no sólo la satisfacción de los intereses de unos cuantos grupos.
Por primera vez en su historia moderna, los morelenses tienen la oportunidad de tomar las decisiones en sus manos, construir un nuevo andamiaje legal e institucional que impida la llegada de nuevos dictadores o improvisados al poder, o de sacarlos sin necesidad de perder tanto tiempo, recursos y correr tantos riesgos.
Si ese es el objetivo, enhorabuena.
De lo contrario, que el propio pueblo se los demande…