Incognitapro

VIDA POLÍTICA

 CON HUMILDAD, URGENTE LA RECONCILIACIÓN DEL GOBIERNO CON LOS MORELENSES

A partir de hoy, quizá un poco tarde, debe iniciarse el diálogo directo entre autoridades y sociedad civil, en momentos que la entidad vive una convulsión social generada por la ausencia institucional.

La comunión debe darse inmediatamente antes de emitir cualquier tipo de comunicado oficial porque suele ser malentendido, pero también como un acto de humildad deben enviarse los mensajes respectivos.

La intransigencia y el discurso violento ha causado en la comunidad que reside en el estado de Morelos un ambiente de inestabilidad, en el que también los medios de comunicación han formado parte del mismo ante los apasionamientos de algunos de sus representantes.

En estos momentos, es necesario apaciguar los intereses personales y de grupo entre todos los sectores, sobre todo los que provienen de quienes manejan las instituciones públicas.

Indispensable que los habitantes de la tierra del agrarismo con su lenguaje y acciones sean los principales aportadores de una buena estrategia por la paz, pero también que haya eco y respuesta de su contraparte.

La obligación constitucional o legal, como quieran llamarle, del estado es también responder al pueblo con mensajes de certidumbre y una voz de reconciliación que al momento todos esperan, pero no llega.

La humildad es un tema que no ha sido previsto por los representantes de las instituciones, por eso luego viene el mensaje “agresivo” de una sociedad cansada de esperar respuestas a sus más sentidas demandas.

La semana pasada fu convulsiva, agitada y hasta de hartazgo social contra ciertos personajes políticos; sin embargo, fue también modelo de cómo organizar y salir a manifestarse sin provocar daños a pesar de que dentro del gobierno estatal hubo una campaña contra quienes hicieron patente de un derecho universal como es la libertad de expresión.

Por ello es que a partir de hoy quienes representan a las instituciones tienen que salir de sus escondites, para crear la agenda social y buscar la interacción y sinergia con el pueblo de Morelos para el desarrollo conjunto.

Los habitantes de la tierra de Emiliano Zapata Salazar, están a la espera de quien les diga acá hay una mesa, dentro de la misma hay respuestas a temas olvidados y vamos por la recuperación del terreno perdido.

Quieren ver un liderazgo dentro de las instituciones como lo hubo con el gobierno de Lauro Ortega Martínez, como el acercamiento a los pueblos que tuvo Antonio Riva Palacio López, o como un verdadero gobierno amigo que fue el de Cuernavaca con Alfonso Sandoval Camuñas que caminaba solo y sin problemas a todas horas por la Ciudad de la Eterna Primavera, de mañana, tarde, noche y madrugada.

Son los momentos de la conciliación entre un pueblo con sus autoridades, hay tiempo y solamente tiene que darse un cambio de actitud y finalmente se llama humildad.

Todos los sectores que hoy protestan quieren que se abran las puertas de las instituciones, que las mesas tengan las suficientes sillas para comulgar en conjunto, que los micrófonos no sean cerrados por entrar a la crítica y, luego, proponer posibles soluciones.

Es el tiempo de Morelos sin la necesidad que intervenga la federación porque -al final- el problema es del estado, hay la capacidad de solucionar los malos entendidos, la violencia verbal de quienes quieren una entidad para todos.

Los sectores sociales que la semana pasada se manifestaron también están en concordancia con otras organizaciones de las demás entidades del país, porque Morelos a nivel nacional es referente histórico en luchas sociales.

Es el momento de los morelenses, sin apasionamientos personales ni tampoco mensajes con discursos violentos, lo que los habitantes ya no quieren y prefieren conocer una nueva agenda político-social por el bien del estado y de todos.

El momento de las pugnas, las reyertas y los enfrentamientos deben de terminarse en la entidad, deben venir los tiempos de la reconciliación y es el tiempo para que las buenas palabras vengan del sector oficial y no de su contraparte.

Esta semana es decisiva para un reencuentro entre autoridad y pueblo, de no darse entonces vendrían días obscuros y malos momentos para todos, el perdón es necesario para todos.

Pero ahora por desconfianza social es necesaria la presencia de observadores del gobierno federal y organismos internacionales, para que den fe y avalen los acuerdos a los que se lleguen. ¡Venga!

Ámbito: 
Local