A sangre y fuego, Los Chapitos se disputan las rutas de tráfico de metanfetaminas y fentanilo hacia Estados Unidos con sus rivales en Baja California, Baja California Sur, Sonora y Chihuahua, lo que ha incrementado la violencia en dichas entidades en los últimos años.
La facción del Cártel de Sinaloa, encabezada por los hermanos Iván Archivaldo, Jesús Alfredo, Joaquín y Ovidio Guzmán, hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, tienen frentes abiertos con el grupo de Ismael El Mayo Zambada y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de Baja California y Baja California Sur, por donde pasa más de 75% del fentanilo y metanfetaminas hacia Estados Unidos, en carros de pasajeros, camiones de carga o mediante las mulas, de acuerdo con autoridades del gabinete de seguridad.
Los Chapitos mantienen también una guerra con el Cártel de Caborca, fundado por Rafael Caro Quintero, detenido en julio pasado, y El Mayo Zambada en Sonora, considerado uno de los corredores de tráfico terrestre y aéreo de drogas sintéticas provenientes de Sinaloa, el principal productor de metanfetaminas y fentanilo.
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A través de sus aliados y brazo armado, Los Salazar, los hijos de El Chapo pelean con El Mayo Zambada y el Cártel de Juárez territorios en Chihuahua, fronterizo con Estados Unidos, para el tráfico de drogas sintéticas.
La ruta del fentanilo
Autoridades federales identifican al menos siete rutas de origen por las que los cárteles de Sinaloa y CJNG trafican drogas sintéticas a ciudades de Estados Unidos, azotado por una crisis de sobredosis de opiáceos, que se ubican en la Ciudad de México, Jalisco, Nayarit, Sinaloa, Sonora y Baja California Sur.
Una de ellas parte de Culiacán, centro de operaciones de Los Chapitos, desde donde salen cargamentos de metanfetaminas y fentanilo por tierra, aire y mar a localidades como Ciudad Juárez, Chihuahua; Agua Prieta, Nogales, Caborca, San Luis Río Colorado, Sonora; Mexicali y Tijuana, Baja California, y Loreto, Baja California Sur.
De acuerdo con la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Ovidio Guzmán López, El Ratón, tenía a su cargo los laboratorios de producción de metanfetaminas, con áreas de operación en el norte y noroeste de Culiacán.
El titular de la Sedena, Luis Cresencio Sandoval, dijo que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador López, el Ejército ha asegurado 178 mil 122 kilogramos de metanfetaminas y 6 mil 96 kilos de fentanilo, así como el desmantelamiento de más de mil laboratorios para la producción de drogas sintéticas.
“En laboratorios, que es donde se producen las metanfetaminas, pues son mil 223 laboratorios, esta es la actividad principal a la que se dedicaba este detenido [Ovidio Guzmán] con el cártel al que pertenece”, expuso el general.
Por lo anterior, señaló que se intensificaron los operativos de reconocimiento, vigilancia y presencia de tropas en el norte y noroeste de Culiacán, identificado como el centro de operaciones de Los Chapitos.
El último informe del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra el Narcotráfico Marítimo refiere que los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación centralizaron la distribución y tráfico de metanfetaminas a Estados Unidos.
Se estima que más de 75% del fentanilo y las pastillas falsas cruzan la frontera Tijuana–San Diego en carros de pasajeros, camiones, contenedores o mulas.
De acuerdo con la Administración para el Control de Drogas (DEA), Iván Archivaldo Guzmán tiene a su cargo el tráfico de cocaína y precursores desde Sudamérica. Integrante de la lista de los 10 más buscados por la DEA, Jesús Alfredo Guzmán, Alfredillo, coordina los envíos de cocaína, marihuana y heroína a Estados Unidos.