Dos hechos marcan un punto de inflexión en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que traía todas consigo:
a) Por fin tiene ante sí el contrapeso republicano del Poder Judicial de la Federación, y
b) En año de elecciones en dos estados y a uno y pico de la presidencial, admite que el trasfondo de sus apoyos a los pobres es una “estrategia política” para ir “a la segura” y contar con su respaldo “cuando se necesite”.
Otro quizá: con la cacería letal del principal evadido de la cárcel de Ciudad Juárez y la recaptura de Ovidio Guzmán, sobre todo por la masacre que ésta implicó, parece apuntar al término de la fracasada “estrategia” de “abrazos no balazos”, por más que se quiera “construir la paz, no ganar una guerra”.
En el recuento de daños, Culiacanazo Dos resultó más caro que el primero, pero sin duda eficaz. Si el 17 de octubre de 2019 hubo 13 muertos, 19 heridos y 54 vehículos robados y vandalizados, en la reaprehensión del 5 de enero fueron 29 los decesos (diez militares y 19 probables delincuentes), 35 soldados lesionados por bala y sumaron 250 los automóviles, camiones y motocicletas arrebatadas a sus conductores (a 54 se les prendió fuego). Además, fueron tiroteados un par de helicópteros y un avión de la Sedena, e inclusive un avión de Aeroméxico con pasajeros a bordo.
Como aderezos políticos, el inicio de 2023 incluye la insensata confirmación de que Morena postuló ya para la gubernatura del Edomex a la impune delincuente electoral Delfina Gómez, cuya extorsión durante tres años de 10 por ciento del salario de más de 600 trabajadores del ayuntamiento de Texcoco repercutió en una multa superior a cuatro millones de pesos a su partido, en tanto que en Coahuila el pataleo del desleal subsecretario Ricardo Mejía Berdeja contra la candidatura del senador Armando Guadiana Tijerina dividió a la militancia de la 4T.
En lo político también, la presidenciable jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, capotea los efectos negativos para su imagen por una tragedia más en el Metro. A diferencia de cuando se desplomó el tramo elevado de la Línea 12 (matando a 26 personas y dejando heridas a 106), en que protegió a la entonces directora Florencia Serranía, por el choque de convoyes en la Línea Tres (falleció una jovencita y dejó más de medio centenar de heridos), aun sin conclusión pericial, ordenó ipso facto el cese del subdirector de Operaciones, Alberto García Lucio.
El bochornoso caso de la probable autora de un plagio de tesis, Yasmín Esquivel, a quien AMLO se refirió hace una semana como “pobre abogada” pese a que está en entredicho la legitimidad de su título profesional y por quien hizo imprudente y abierta campaña para relevar a su amigo Arturo Zaldívar, fue decisivo para el alentador resurgimiento y desahogo de importantes litigios congelados de la Suprema Corte de Justicia.
Ante tantas expectativas, conviene cruzar los dedos para que Biden no le cobre al presidente el favor publicitario de que el Air Force One aterrice en el AIFA…