A partir del 15 de diciembre, con el fallido intento de asesinar a Ciro Gómez Leyva, varios acontecimientos relevantes (plagio de tesis, asalto narcoparamilitar a un penal fronterizo, Culiacanazo Dos…) han quedado relegados por la visita de Biden y Trudeau, salpicada de sangre por una nueva tragedia en el destartalado Metro administrado por la “izquierda”.
En periodismo cuentan más los hechos que las declaraciones, pero algunas merecen atención y la de los gobernadores de Morena en apoyo a Claudia Sheinbaum apesta a lo que la jefa de Gobierno y el presidente López Obrador imputan a sus opositores: repugnante uso de una desgracia para la pura grilla.
Otras afirmaciones, pero de mucho mayor trascendencia, porque revelan las convicciones detrás de la política social del gobierno, fueron proferidas por AMLO 2 y 4 de enero. No tienen desperdicio:
Hablaba de una charla con Claudio X. padre durante una reunión del Consejo Mexicano de Negocios y contó haberle dicho “que además los pobres eran leales y que se podía confiar en ellos, no así en los potentados, no así en los medios de comunicación, no así en los intelectuales del régimen, no así en sectores de clases medias aspiracionistas, individualistas”.
Reflexionó:
“No estoy generalizando, pero, de acuerdo con mi experiencia de muchos años, los pobres son muy leales (…). Entonces, no hay que andarnos por las ramas, es muy claro: sí se le tiene amor al pueblo, sí se apoya a todos, sí se atiende a todos, sí se escucha a todos, sí se respeta a todos, pero se le da preferencia a los pobres, no hay nada que temer, esa es la estrategia (…). Y no es nada personal, no es de odios, es que nosotros consideramos que esa es la forma de tener una sociedad mejor, ahora sí que la aplicación correcta del término del concepto ‘sociedad’, de tener un pueblo mejor, una ciudadanía mejor (…). No es un asunto personal, también no es un asunto de polarización, no es un asunto de exclusión (…). ¿Que la sociedad ‘marca pauta’? A ver politólogos, sociólogos, ¿qué es la sociedad?, ¿qué no es pueblo? La sociedad somos todos. Desde el punto de vista conceptual somos todos: pobres, ricos, somos sociedad, pero aquí la sociedad tiene que ver con la élite. (…). La ‘la sociedad’, la connotación, es elitista (…). La connotación para un conservador es que la sociedad es una élite…”.
El miércoles 4 confesó
“Pero, además, ayudando a los pobres va uno a la segura, porque ya sabe que cuando se necesite defender, en este caso la transformación, se cuenta con el apoyo de ellos, no así con sectores de clase media, ni con los de arriba, ni con los medios, ni con la intelectualidad. Entonces, no es un asunto personal, es un asunto de estrategia política...”.
En 2018, 15 de los 30 millones de votos que obtuvo fueron de los pobres y los 15 millones restantes los aportaron “aspiracionistas” de la clase media que detesta.
Hoy, alrededor de tres millones de ex clasemedieros pasaron a ser pobres…
Carlos Marín