Hieleras con cabezas de cerdo: el acoso del crimen a la prensa
El pasado lunes le dejaron, afuera de su casa, una hielera con dos cabezas de cerdo y una decena de cañas. Fue el primer aviso por parte del crimen organizado en contra del periodista Samuel Roa Botello, director del portal informativo Emsa, de Ciudad Valles, San Luis Potosí.
Durante las últimas semanas de diciembre de 2022 y los primeros días de enero de 2023, Emsavalles.com estuvo denunciando la manera en que un grupo de la delincuencia organizada ha logrado infiltrarse, mediante el recurso del miedo, en sindicatos y asociaciones de la huasteca potosina, a fin de apoderarse del sector cañero, que entre diciembre de 2021 y mayo de 2022 produjo en la región un millón 200 mil toneladas de caña de azúcar.
Según las investigaciones dadas a conocer por el portal que dirige Roa Botello, células delincuenciales usan a los sindicatos como parapeto para operar, de manera “oficial”, el cobro de cuotas a los productores por cada tonelada de caña de azúcar.
No solo eso: el crimen organizado se ha infiltrado en el Comité de Producción Cañera, que es el que decide el destino de los recursos, mediante alianzas con líderes de productores y transportistas.
La publicación digital ha descrito el clima de desolación que —en un proceso semejante al que viven limoneros y aguacateros de Michoacán— se ha apoderado de los productores de caña, algunos de los cuales comienzan a vender sus tierras ante la andanada de “levantones”, secuestros, amenazas y golpizas que cunden, en completa impunidad, en la huasteca.
El 30 de diciembre, Emsavalles.com tituló su nota de portada: “El sector cañero en la huasteca, la atractiva industria para sembrar terror”. Ahí se denunciaba la desprotección en que las autoridades han dejado al gremio cañero bajo el argumento de que “si no hay denuncia, no hay delito”.
De acuerdo con el portal, todo ocurre “sin que nadie haga ni diga nada, pues denuncias no existen”.
Desde el mes de agosto pasado, la publicación que dirige Roa Botello había anunciado que uno de los principales ingenios del país, el ingenio Plan de San Luis, corría el riesgo de cerrar sus puertas ante el acoso del crimen organizado, que a través de un sindicato “pretende tener el control de las operaciones de transporte, fletes, obras y mano de obra, vía organizaciones cañeras como CNPR, CNC e Independiente”.
En un año, durante la zafra 2021-2022, el ingenio había alcanzado el segundo lugar nacional en producción de caña molida, con un total de un 1 millón 431 mil toneladas.
Emsavalles.com denunció que un diputado de Morena había calificado como “chismes” las amenazas recibidas por los cañeros, y relató que el actual secretario de Gobierno, Guadalupe Torres Sánchez, llamó a los productores a que “denuncien y se acerquen”, ya que los simples “señalamientos”, “no aportan”.
En su primera edición del año, el portal de Ciudad Valles fue más allá: bajo el título de “La Mafia del Miedo” publicó un listado de dirigentes de productores y líderes sindicales que formarían parte de una red de extorsión que tiene contra la pared a los cañeros.
La respuesta no tardó en llegar. Dos cabezas de cerdo y un puñado de cañas de azúcar fueron abandonados frente a la casa del periodista, al que ya se había amenazado de muerte en junio de 2019 y quien debió afrontar un ataque a las instalaciones del portal y la quema de dos de las camionetas de la empresa.
La violencia que recorre San Luis Potosí, y que en los últimos años se ha extendido de manera alarmante por todos los rincones del estado, amenaza hoy la vida de un periodista y pone en grave riesgo la libertad de expresión.
En Palacio Nacional y en la Secretaría de Gobernación están advertidos del contexto en que se dio la aparición de la hielera en el domicilio de Roa. La amenaza ocurre el mismo día en que reporteros de un sitio de noticias de Tierra Caliente, en Guerrero, aparecieron en un video, encadenados de pies y manos, “pagando las consecuencias”, según les hicieron decir, de las publicaciones que realizaban en contra de integrantes de la Familia Michoacana.